Reseña

Es un desprevenido espectador de la vida nacional. Cargado de experiencias tanto en el sector público como en el privado, aspira a compartir ese aprendizaje práctico a los lectores de El Pensamiento al Aire.
 
Carece de toda aspiración personal pues considera que ya la vida le ha deparado suficientes honores y recompensas. Piensa, actúa y se manifiesta con sujeción a un estricto código personal de respeto por las virtudes, por los valores de la civilización judeo-cristiana y por la recta razón.
 
Como Epicteto, el filósofo de la antigua Grecia, cree que la solución de los conflictos parte de nosotros mismos, no de la costumbre de buscar culpables diferentes para todo lo que nos sucede. No es dado a las ampulosas disertaciones retóricas. Más bien prefiere la búsqueda de prácticas recomendaciones y soluciones realistas.