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Antonio Montoya H.
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Editorial: Pueblos Libres Unidos por Colombia y otros hechos

En su editorial de la semana para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H. resalta la labor de Pueblos Libres Unidos por Colombia, grupo dirigido por Héctor Hoyos Vélez que convocó a líderes empresariales antioqueños y que ya extiende su influencia en el Valle del Cauda y Bogotá. Su propósito es presentar en frente unido para salvar a Colombia del comunismo. También aplaude la labor de Nayib Bukele y su lucha contra la delincuencia, ejemplo que también empieza a imponer Roberto Arzú de Guatemala. Otros tópicos que menciona son las pésimas gestiones de las alcaldías de Daniel Quintero, Jorge Iván Ospina, Jairo Tomás Yánez y Claudia López, y de los impunes ataques a la fuerza pública del país con el consentimiento del Gobierno. Lo(a) invitamos a verlo.

Editorial: hechos de la semana

Sobre los hechos más destacados de la semana, en esta oportunidad, en su editorial para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H. nos hablan de la protesta de los campesinos en el Caguán, sobre la ofensa que hizo el sacerdote Fernando Piña, en Boyacá, a los antioqueños, del nuevo escándalo en el Gobierno con el hijo y hermano de Gustavo Petro, de Daniel Quintero que en la encuesta de Invamer aparece como el peor alcalde de Medellín desde hace 30 años, de las mal preparadas reformas propuestas por el Gobierno y su crisis ministerial, y concluye con la caída en la aprobación de la gestión de Gustavo Petro, en las encuestas. No dejes de verlo.

Editorial: pregunto

No logro entender, por más que lo intento, qué motivo conduce a las personas a actuar en contravía del deber ser, es decir, de aquella norma moral “que orienta nuestras acciones de tal forma que sean buenas acciones constitutivas de vida buena”. De ello hablan filósofos como Immanuel Kant, lo cual en el fondo no es otra cosa que actuar bien, y en beneficio de la comunidad pequeña o grande que nos rodee. Dicen que es fácil ser bueno o malo, dependiendo de cómo nos desarrollamos en nuestra vida, en el ámbito familiar y social en el que crecemos, de cómo nos educamos, los valores inculcados y objetivos de vida. Calificar el comportamiento humano se vuelve complejo desde esta perspectiva y por consiguiente que se logre una adecuada forma de actuar en la vida depende de muchos factores, hasta de los amigos, los cuales sin duda alguna tienen influencia positiva o negativa que luego se trasmite a sus propios y directos familiares, esposa e hijos, y así, sucesivamente, todos son afectados por los demás y posteriormente se refleja en su propio actuar. No logramos aprender de la experiencia, eso es verdad, y apostamos por el error, ya que aunque sabemos desde el inicio cómo será el comportamiento de una persona, caemos una y otra vez, en forma repetitiva, en su poder. Eso ocurrió con el presidente Gustavo Petro, sabíamos que hizo parte de un grupo guerrillero, que secuestró, maltrató, que se tomaron el Palacio de Justicia, se aliaron con la mafia, atacaron y destruyeron la justicia, y aunque se amnistiaron legalmente, moralmente siguen teniendo el mismo comportamiento: él no concilia, no escucha, es terco, obsesivo, intolerante, ambicioso y destructivo. Ese es el hombre que conocíamos desde hace muchos años, que sabemos que es inteligente, que maneja bien el lenguaje y en general la palabra, y que con ello logró cambiar el pensamiento de miles de personas que hoy empiezan a reconocer que se equivocaron y por las que tenemos serias y graves dificultades para mantener la democracia. Ese comportamiento ya lo vivieron en Bogotá, durante el periodo de su alcaldía, que desde el primer día se desarrolló en conflictos en temas como el de basuras, huecos, infraestructura, seguridad y empleo. Fue suspendido del cargo, se reintegró y terminó su mandato dejando a la ciudad en un peor estado del que ya venía con administraciones iguales de nefastas lideradas por la izquierda. No tenemos memoria, no analizamos la historia y por ello nos convencen fácilmente. Pero, les digo con claridad y sin titubear, el presidente y su grupo quiere destruir el sistema, a la democracia, y convertirse en un dictador como Maduro, como lo quiso hacer Evo Morales, en Bolivia, y lo mismo lo hace Ortega en Nicaragua y quiere hacerlo Manuel López Obrador, en México. Y lo seguirán intentando en otros países hombres de características iguales o similares a los anteriores. Dictadores de pacotilla.

Si alguien se opone, si no se aprueban las reformas propuestas en su integridad, amenaza al Congreso e invita a la calle. No respetan la democracia. Pronto, si nos descuidamos, miles de personas perderán su nacionalidad y otros irán a la cárcel por ser, según ellos opositores del régimen, esto es viable, posible y cierto… sucederá.

Miremos todo a la luz de los acontecimientos:

* Invitó a la unidad nacional. Se diluye la unidad.

* Ministros de Hacienda, Agricultura y Educación, demócratas, hoy en conflicto con el Pacto Histórico y con el presidente. Piden a uno que renuncie y otros se retiran del Ministerio si se hace efectiva. Crisis segura.

* Paros nacionales en apoyo, y otros en la oposición.

* Taxistas que bloquean y al final acuerdan. Todo es bajo presión.

* Toma de la Alcaldía de Medellín.

* Intento de toma del Congreso de la República.

* Reforma al sistema de salud. No hay consenso.

* Reforma pensional. No se conoce el texto.

* Reforma política. En trámite y posiblemente en veremos.

* Repudiado en el Perú.

* No a la exploración de petróleo y de gas, productos que aseguran ingresos al a nación.

* Incrementos en casi todos los productos superiores al aumento del salario mínimo.

* Inseguridad creciente.

* Acuerdo de paz total en veremos.

* Gestores de paz. Bandidos reconocidos.

* incremento del costo de vida alto en enero de 2023.

* No existe confianza en los inversionistas extranjeros. se retiran capitales del país.

* No destrucción de cultivos ilícitos. Narco estado

* Ciudadanos colombianos que no regresaron en el año 2022, la no despreciable suma de 547 mil colombianos, ¿dónde están? Regados por todo el mundo buscando una mejor calidad de vida.

* Deserción universitaria en niveles nunca esperados.

* Inexistencia de aplicabilidad de justicia pronta y rápida.

* Cortes corrompidas desde antes, caso típico cartel de la toga.

* Extorsión, secuestro, asesinatos en incremento.

* Desempleo informal en alza.

Si sigo enunciando todos estas dificultades y problemáticas, podríamos llegar a la conclusión que Colombia nuevamente es inviable. Por ello, invocando el título de este artículo me pregunto si vale la pena a que repensemos nuestro país, a lo cual respondo que sí lo creo, que es posible y por consiguiente los invito, los motivo, los invoco a que rompamos este ciclo terrible de nuestra vida, uniéndonos en la adversidad y torciéndole el pescuezo a la maldad, construyamos una mejor vida para nuestras familias y las generaciones futuras sin egoísmo, con fortaleza y grandeza.

Dios nos ilumine.

Editorial: las marchas y otros asuntos

En su editorial de la semana, el doctor Antonio Montoya H., habla del resultado de las marchas en pro y en contra de las reformas de Gustavo Petro; rechaza el comportamiento de quienes dañaron, durante estas, la réplica de la Paloma de la Paz y menciona con reproche el ultimátum de nuestro presidente si sus reformas no son aprobadas. Opina sobre el rechazo de los líderes de Perú a la injerencia de nuestro presidente, en las decisiones que dicho país han tomado y del nombramiento de Sebastián Guanumen como cónsul en Chile. También hace una reflexión sobre las decisiones tomadas por el alcalde de Medellín con respecto al cerramiento de la Plaza Botero y, finalmente expresa su deseo de que en las elecciones regionales podamos cambiar el rumbo que está tomando el país. No dejes de verlo.

Editorial: ética

En la editorial de la semana para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H, ha escogido como tema central la ética cuyos principios fundamentales hablan del bien y del mal, y de sus relaciones con la moral y el comportamiento humano. No dejes de escucharlo.

Editorial: salud, pensiones y corrupción

En su editorial de la semana el doctor Antonio Montoya H. habla sobre la reforma a la salud, la reforma pensional, las víctimas que no han logrado obtener la verdad, justicia y reparación, las amenazas del narcotráfico a la familia del presidente del Congreso, Roy Barreras y el flagelo de la corrupción. No dejes de verlo.

Editorial: no rendirse jamás

Cuando las cosas se ponen más difíciles es cuando se debe sacar el mayor coraje para enfrentarlas y este el momento de hacerlo por nuestra democracia. Así lo establece en su nuevo artículo para el blog https://www.elpensamientoalaire.com, el doctor Antonio Montoya H. Lo(a) invitamos a verlo.

Editorial: madeja de enredos diarios

En esta editorial para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H. inicia su locución aplaudiendo la postura del fiscal y la procuradora, quienes han rechazado tajantemente interrumpir las órdenes de captura que hay sobre aquellos delincuentes con los que el Gobierno pretende adelantar su proyecto de paz total. También habla de los 31 proyectos que intenta impulsar el Gobierno ante el Congreso, sobre sus declaraciones en Davos, Suiza; los subsidios a peajes y Soat, las relaciones con Guatemala, los escándalos sexuales en el Congreso, y, finalmente, la corrupción en los cementerios de Bogotá. No dejes de verlo.

La muerte y otros mensajes

Obviamente a cada instante fallecen personajes que nos antecedieron y otros que se nos adelantaron ya que no se les permitió cumplir con su propósito como lo hacen los que sí pueden concluir el ciclo normal de la vida terrenal.

En unas culturas la muerte es solo un paso; creen que el espíritu se renovará y tendrá nueva vida. Para otras la muerte es el fin y no hay nada más, solo, en los que siguen vivos, quedará el recuerdo.

Independientemente de las propias creencias, en todas partes del mundo las ceremonias de despedida terrenal se van desarrollando, y es en ellas que se demuestra el dolor, el reconocimiento o estupor, y finalmente la comprensión de que para todos los seres vivos ese es un paso común que no tiene posibilidades de evitarse.

En los últimos meses se han ido amigos de vida, del alma, y también personajes que nos han acompañado diariamente sin compartir con ellos, que hacen parte de nuestra cotidianidad como la reina Isabel, el papa Benedicto, Pelé, artistas de renombre, actores de cine, en fin, miles y miles de personas que desaparecen por toda la eternidad, lo cual nos muestra que en todo instante está presente la muerte.

Esa presencia constante de la muerte en nuestras vidas, lo cual no es un contrasentido, nos debería permitir reflexionar sobre la forma en que actuamos con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los ciudadanos y con nosotros mismos, haciendo ese análisis interior que nos lleve a tener una mejor convivencia y obviamente coadyuve a un mejor bienestar.

No nos debe dar miedo morir, porque es natural que ello suceda. Nos debe dar miedo no dar respuesta a las necesidades de nuestra gente que sufre, se deprime, no tiene empleo ni recursos para sostener una familia y no ve alternativas de superar las dificultades. Esas problemáticas se están incrementando en nuestro país por causa del nuevo sistema de gobierno que se está implantando, sin orden, sin planeación, con efectos devastadores y cumpliendo, eso sí, con un objetivo claro y preciso, el de igualar a toda la población por lo bajo, por el único indicador que no tiene discusión que es el de la pobreza económica y mental. Polariza a los cincuenta millones de ciudadanos, deja la esperanza, ilusiones y anhelos aun lado y lleva a que todos sobrevivamos sumidos en la tristeza y la angustia.

Señores empresarios, ciudadanos del común, padres de familia, educadores, los invito a que salvemos nuestra democracia, los valores en los que se sustenta y respondamos a los nuevos retos; unámonos en un solo propósito, lograr elegir personas capaces, debidamente estructuradas moral e intelectualmente, que entiendan que la relación exitosa es la que involucra al ciudadano, al Estado, a los empresarios y a los educadores y, además, que elimine la corrupción y se obtengan beneficios reales para las regiones. Con esto se percibirá un mejor ambiente de vida, más alegría, más trabajo, más solidaridad, ecuación perfecta para avanzar en el crecimiento personal, familiar y en la región donde vivamos.

Recurro a la frase que en diversas ocasiones he escuchado que dice “la vida me ha dado mucho, y aunque no tenga totalmente las cosas resueltas, es el momento de aportar”. Así debemos actuar todos, con un poco de compromiso y un poco de solidaridad, viviremos mejor el tiempo que nos queda.

Editorial: resumen 2022

Antes de iniciar con su resumen de los más importantes sucesos del 2022, tanto en Colombia como el mundo, el doctor Antonio Montoya H. expresa su duelo por la repentina muerte de Herman Gutiérrez, el fundador del desfile de Carros Antiguos de la Feria de las Flores. En cuanto a los hechos que se destacaron establece:

1. La izquierda se apoderó de Latinoamérica

Para muchos la no respuesta a la inequidad y la falta de oportunidades de la derecha en Latinoamérica fue lo que le abrió las puertas a que la izquierda llegara al poder y sus gobiernos tampoco han podido encontrar soluciones a los problemas que los aquejan.

Algunos ejemplos:

a. Perú: el detonante fue el anuncio de Pedro Castillo que disolvería el Congreso e instalaría un “gobierno de excepción”. Las denuncias de corrupción del Gobierno fueron una constante e involucraban al propio presidente destituido.

b. Chile: el detonante del estallido social fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago, que entró en vigor el 6 de octubre de 2019, lo que generó una constituyente aún en proceso.
En 2022 fracasó estrepitosamente la intención del presidente Gabriel Boric de imponer una nueva constitución. Actualmente la popularidad del presidente está por debajo del 30%.

c. Argentina: el país enfrenta altos niveles de inflación, una degradación del mercado de trabajo y profundas dificultades vinculadas a su histórica relación con el dólar. Se estima que Argentina terminará el año con una inflación por encima del 100 %, una de las más altas del mundo y la más creciente en América Latina durante 2022, después de Venezuela.

d. México: Andrés Manuel López Obrador, su principal bandera de campaña fue la austeridad franciscana y la lucha contra la corrupción, pero hasta su propia familia, empezando por sus hijos han hecho todo lo contrario: viven lujosamente como si fueran millonarios y utilizan al gobierno para darle prebendas a sus amigos. Además, sus famosas conferencias y la defensa que hace de cuestionados líderes latinoamericanos han dado mucho de qué hablar.

e. Brasil: las elecciones generales de Brasil de 2022 se llevaron a cabo el 2 de octubre de 2022 en las que Jair Bolsonaro fue derrotado por Lula da Silva.

2. Guerra de Ucrania: consecuencias

a. Un tercio de toda la población de Ucrania, unos 14 millones de personas, se han visto obligadas a huir de sus hogares.

b. El suministro de alimentos y fertilizantes que se ha visto interrumpido debido al conflicto armado. Ucrania es uno de los mayores “graneros” del mundo. El país europeo produce alrededor de la mitad del aceite de girasol, el 15% del maíz y el 10% del trigo del mundo.

c. Amenaza la seguridad energética: Amenaza a la seguridad energética. Hasta la guerra, Rusia había sido una importante fuente de energía para el resto de Europa. Rusia es el mayor exportador de gas natural del mundo, el segundo proveedor de petróleo crudo y el tercer exportador de carbón.

d. Cuando los alimentos y el combustible se encarecen, también lo hacen muchos de los otros productos y bienes de consumo. La tasa inflacionaria se duplicó en todo el mundo este año, desde marzo de 2021, según la Organización Internacional del Trabajo.

e. Expertos pronostican una renovada división en bloques geopolíticos y económicos del Este y del Oeste, con Rusia y China de un lado, y la Unión Europea y Estados Unidos del otro.

f. La OTAN continúa con su delicado acto de equilibrio para no desencadenar una Tercera Guerra Mundial.

3. Recuperación de economías después de pandemia:

A causa de la pandemia y la guerra en Ucrania se ha vivido una pronunciada desaceleración
que viene acompañada de un aumento de la inflación, de deuda y de desigualdad de ingresos.

4. Calentamiento global: consecuencias.

Es el mayor desafío medioambiental al que se enfrenta el planeta en la actualidad.

a. Derretimiento de los polos y subida del nivel del mar;

b. Cambios en los ecosistemas;

c. Migraciones masivas;

d. Acidificación de los océanos;

f. Extinción de especies;

g. Fenómenos meteorológicos extremos

5. Amenazas de guerra

a. China y Taiwan: las tensiones políticas entre Taiwán y China se remontan a la guerra civil china (1927-1949) prolongado conflicto entre el Partido Comunista y el ala derecha del movimiento Kuomintang bajo el político y militar Chiang Kai-shek, el Partido Comunista salió victorioso y logró tomar el mando después de 22 años.

Tras la proclamación de la República Popular China en 1949, el Kuomintang se retiró a Taiwán, pero Pekín sigue considerando a Taiwán como parte de su territorio. Tras la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, Pekín ha amenazado con tomar represalias.

Esto se consideró una violación de la “política de una sola China” practicada hasta ahora por Estados Unidos, según la cual Washington reconoce a la República Popular China como el único gobierno chino. Sin embargo, se reserva el derecho a mantener relaciones informales con el gobierno de la República de China/Taiwán y a apoyar la defensa de la isla.

b. Coreas: después de varias pruebas balísticas realizadas por Corea de Norte, la amenaza más reciente de conflicto tuvo que ver con los ejercicios “Tormenta Vigilante”, las  mayores maniobras conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur, las cuales enfurecieron al líder norcoreano Pyongyang.

6. Nayib Bukele: salvador o dictador

Contraste entre el aplastante apoyo que mantiene en el país y las acusaciones de abuso de poder en su contra.

Sobre los principales logros se destaca la drástica reducción de muertes violentas, sin embargo, sus enfrentamientos públicos con el Congreso y la Corte Suprema y sus drásticas medidas frente a la pandemia de coronavirus llevaron a algunos a acusarlo de autoritarismo. Se le critica haber ingresado con militares al Congreso, acto bautizado popularmente como “Bukelazo”, el que desde el inicio de la pandemia detuviera a miles de personas por incumplir la cuarentena domiciliaria y los encerraron en centros de contención.

Además, no fue bien vista la decisión de Bukele de endurecer las condiciones de aislamiento de pandilleros encarcelados y, especialmente, de juntar a miembros de grupos rivales en las mismas celdas, sin embargo, miles celebraron estas medidas y felicitaron al gobierno por endurecer su postura ante las pandillas.

7. Colombia

La principal noticia del 2022 fueron las elecciones presidenciales y la subida al poder de El Pacto Histórico. Durante este año, las decisiones que se han tomado no han dejado de motivar controversia. Estas son algunas:

a. Aviones de guerra (15 billones de pesos): en campaña afirmaba que “comprar aviones de guerra era el máximo grado de irresponsabilidad de un gobernante” y que dichos recursos podían destinarse a la educación.

b. Profesionalizar el cuerpo diplomático: en campaña prometió apostar por quienes hayan estudiado y estén en carrera. El presidente ha realizado nombramientos controversiales y sin mayor mérito.

c. La reforma política que ya tiene aprobados 4 debates: hay rechazo por (1) que los congresistas puedan renunciar para asumir ministerios, (2) un mico que les asegura la reelección en 2026, (3) tumbar el artículo que limitaba la participación en el Congreso a 3 periodos, (4) las listas cerradas y el que los partidos grandes puedan realizar coaliciones -la muerte para la representación de las minorías-.

d. Mermelada en el Congreso: en campaña lo llamó corrupción, pero la usó activamente para conseguir las mayorías en dicha corporación.

e. Reforma pensional: actualmente es el tema más discutido y criticado por intentar utilizar estos recursos para invertirlos en infraestructura y programas sociales.

f. Reforma tributaria (aprobada): inició con un objetivo de recaudar más de 50 billones y terminó aprobándose un recaudo de 18 a 20 billones.

g. Sus peores nombramientos:

* Presidente de Colpensiones, Jaime Dussan, con sus declaraciones sobre la destinación de los fondos de pensiones.

* Concepción Baracaldo como directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), por recomendación de la primera dama.

* La española Eva Ferrer, amiga y asesora de la primera dama, en la Consejería Presidencial para la Niñez.

* En la diplomacia: Sebastián Guanumen, quien sería cónsul en Chile; Andrés Hernández, exjefe de prensa de Petro y hoy cónsul en México; Armando Benedetti, embajador en Venezuela; Camilo Romero, embajador en Argentina, y León Fredy Muñoz, embajador en Nicaragua.

* Ministerios: Minas, Irene Vélez; de Salud, Carolina Corcho, y de Trabajo, Gloria Ramírez, así como el nombramiento inicial de Mery Janeth Gutiérrez como jefe de la cartera de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), cuya designación se cayó por motivos jurídicos.

Editorial

En su nuevo editorial para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya, además de brindarles un cálido saludo de Navidad a sus seguidores, reseña acontecimientos de importancia como la visita del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a Estados Unidos, los secuestros que están afectando a los Llanos colombianos, la crisis causada por el nombramiento de la directora en el ICBF, la compra de los aviones, y finalmente, el incremento del salario mínimo legal vigente. Lo(a) invitamos a escucharlo.

Futuro de Colombia (Editorial)

Cuando un país dice ser “Un estado social de derecho, organizado en forma de república unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”diría uno que es el país ideal, de sueño, en el que todos quisieran vivir y participar de sus beneficios. Este contenido se especifica así, claramente, en el artículo primero de la Constitución Nacional, la cual fue el fruto de la Constituyente del año 1990.

Resalta en cada frase, de una manera precisa y contundente, lo que es Colombia en teoría, pero en la práctica, después de 212 años de independencia, no hemos logrado encontrar el verdadero camino de la concordia, el respeto por la vida, la dignidad de la que tanto se habla, y mucho menos de la igualdad y el respeto por los demás.

Es pues un artículo para enmarcar, nadie lo respeta se pisotea sin parar y por ello ni la descentralización, ni la autonomía, ni nada de lo que allí se dice se cumple, país de leyes y no de propósito, de hablar carreta y no de concretar avances ni acuerdos. Este es el país que la gran mayoría de los colombianos desean, pero que no se logra porque se gobierna a punta de promesas, con los que hacen daños, con buscar acuerdos con quienes sometieron al país a la guerra, el secuestro, la extorsión, la violación, los desastres y la muerte, sin pagar un solo día de condena.

Ese no es el país que requerimos. Pedimos uno con disciplina, orden, trabajo, solidaridad, respeto por la ley, acatamiento de la norma y sin duda alguna por obtener como premisa la dignidad del ser humano por encima de cualquier otro beneficio.

El país que se ha pasado por encima la legalidad no es digno de confianza, sus gobernantes no lo están haciendo bien, se premia al malo y se castiga al bueno, gran contrasentido, lo que no debe ser.

Me da miedo el futuro de Colombia, de sus habitantes, de aquellos que luchan y luchamos día a día por superarnos, por ser mejores, por respetar a los demás, por acatar la norma, por ejercer el derecho a pronunciarnos y a ejercer la democracia, porque esto se está convirtiendo en un infierno, ley no existe, la Constitución se violó y así no tendremos ni paz, ni armonía, ni bienestar.

Basta mencionar por ejemplo que los mecanismos de participación ciudadana no existen, no dejan que se desarrollen y por ello la Constitución del 91 no existe.

La justicia, el legislativo tampoco existen, la tradicional forma de estructura del Estado, prevista en la constitución en el artículo 107, que dice que las ramas del poder son: la legislativa, ejecutiva y la judicial, están desapareciendo ya que el ejecutivo, se está abrogando sus atribuciones. Ahora suplantó a la rama judicial y va a otorgar beneficios a miles de personas detenidas con investigaciones en curso, que en el Paro Nacional destruyeron las ciudades. Los quieren convertir en gestores de paz, así no más, sin tener formación, ni interés, solo quieren premiar el desastre realizado. Se pronunció al respecto la Fiscalía, el presidente de la Corte y así y todo no harán caso, y saldrán para Navidad de los lugares de detención y se perderán por el mundo. ¿Será un ejemplo digno de emular?

Cuando se dialoga se otorga todo y no se recibe nada a cambio, estamos aceptando la ilegalidad, la poca o nula justicia y esto pasara con las negociaciones que se aren por todo lado para alcanzar la paz total. Espero entonces que no tengamos un nuevo descalabro.

Invito al señor presidente a que reflexione, que piense en la estabilidad del país, que ejerza el poder para beneficio de los que día a día cumplen con la ley, trabajan y cuidan la familia, generan bienestar a sus semejantes y quieren y desean un mejor futuro para todos.

Que Dios ilumine a nuestros gobernantes.

Sucesos de la semana (Editorial)

Entre los tópicos presentados por Antonio Montoya H. en su nuevo editorial para esta semana, felicita el actuar de William Giraldo, ingeniero que asumió la dirección del proyecto de Hidroituango y que merece todos los aplausos; también nos habla de la baja en la cifra del desempleo a 9.7 %, lo cual es un buen indicador; de las mociones de censura a las ministras de Salud y de Minas y Energía; de la Corte Suprema de Justicia que revive la condena de Iván Márquez; la rebaja del SOAT; el que el presidente Petro vuelve a quedar mal con el cumplimiento de sus compromisos; las sorpresas del Mundial, y finalmente, un cálido saludo en estas fiestas decembrinas y la invitación para que se vivan con responsabilidad. No dejes de verlo.

Editorial

El doctor Antonio Montoya H., en esta nueva editorial, enfoca su análisis sobre la unidad nacional entendida como el sentimiento que nos une. Debemos respetar y aprovechar con responsabilidad los recursos que cada región nos ofrece, enmarcados en la legalidad y entender la importancia de la familia como el gran motor para continuar construyendo las bases de una gran nación gracias a una educación de calidad, que mire nuestra historia, nuestra geografía y nuestros valores.

En su análisis de los hechos más importantes de la semana, el doctor Antonio Montoya H. inicia su editorial con los daños que sigue causando el invierno y también habla de la reforma tributaria, las elecciones en Estados Unidos, el revivir la revocatoria de Daniel Quintero, las marchas de uno y otro bando que no generan resultados, la OPA por las empresas del GEA y para terminar, el dólar con tendencia a la baja. No dejes de verlo.

Editorial

En esta nueva editorial para El Pensamiento el Aire, el doctor Antonio Montoya H. habla sobre el encuentro de Petro y Maduro, el resultado de las elecciones en Brasil, del dólar que superó la barrera de los 5.0000, las condenas a los vándalos de la primera línea, del subcampeonato mundial de la SUB-17, de la amenaza de guerra entre las Coreas, de Hidroituango y sus dificultades para iniciar y finalmente sobre los daños provocados por la onda invernal. No dejes de verlo.

Compra de tierras

Gran aviso: se compran tres millones de hectáreas (3.000.000) a Fedegan, para entregarlas a diversas comunidades, para que sean propietarias y mejoren su condición de vida, y se cumplan sus sueños. Sobre esto dirán algunos que es maravilloso, que después de eso no hay nada, que se inició la trasformación del agro y del campesino, aleluya.

Entonces vamos por partes:

*En qué lugares del territorio nacional están ubicadas esas tierras, qué precio tienen, el avaluó será el comercial o el catastral, cuántas hectáreas se entregarán individualmente o se optará por entregarlas a cooperativas agrícolas conformadas por campesinos de la región.

Estas y muchas preguntas más surgen para poder desarrollar esta negociación que tiene un fondo supremamente digno, pero que se debe volver efectivo teniendo un plan estratégico a través del Ministerio de Agricultura, entidad que ya dio la primera alerta cuando la ministra Cecilia López expresó que en estos cuatro (4) años solo se podrán comprar realmente un millón de hectáreas (1.000.000), generando así en el propio partido del gobierno insatisfacción y rechazo. Ese es el problema del país, promesas y promesas incumplidas, primero debieron estructurar el plan de ejecución de compra de tierras, tener presupuesto disponible y proceder.

*Viene a mi mente otra pregunta que es indispensable plantearla: sería mejor que esas tierras (las que se compren) no se adjudiquen a título de venta, sino que se entreguen a título de comodato u otra figura jurídica, para evitar las muertes que pueden ocurrir, por quitarles esas tierras a los que se les adjudiquen, por cuanto ya no tendrían interés en ellas, no sería propietarios y seguirían estando en cabeza del Estado. Tema para pensar, analizar y ser objeto de discusión en el Ministerio y en el Congreso de la República.

*Otro problema más serio, que debe ser objeto de estudio es el que surge de un gran interrogante ¿y el agua qué? Llego a este punto porque un industrial antioqueño, Alberto León Mejía Zuluaga, expresidente de varias compañías, conocedor del agro y la ganadería, en conversación que tuvimos esta semana me dijo que se está actuando muy ligeramente, que la agricultura extensiva y la intensiva requieren fuentes permanentes de agua, que cada árbol, por ejemplo, de naranja, requiere diariamente ser regado y si esta escasea la producción se perdería y las consecuencias económicas serian catastróficas. Además, con gran conocimiento me dijo que no todas las regiones de Colombia tienen permanentemente agua, vienen los veranos, sequias, en fin, condiciones climáticas. Y, sin duda también, hay que considerar el nivel donde estén situadas porque para esa agricultura en escala se requiere mucha agua, hay que montar todo un sistema que se denomina distrito de riegos, que implica inversión e ingeniería, y a través de ellos se suplen “los requerimientos hídricos de los cultivos, con el fin de alcanzar los mejores rendimientos productivos”. Es bueno pensar que existen zonas como “el Caribe, la Andina, y en general las cuencas del país, que están sin agua para riego”.

Adicionalmente debo mencionar que la infraestructura para el manejo de las aguas requiere licencias ambientales, las cuales son demoradas por los estudios que se deben realizar y por consiguiente sin el otorgamiento de licencias no se podrá construir las obras para llevar el agua a las tierras que cambiarán de explotación ganadera a la producción agrícola. Tema complejo y difícil de solucionar.

Me invitó a que estudiara y leyera sobre la problemática que vive hoy California, en la USA, región que es la gran despensa agrícola frutal del mundo y hoy tiene serios problemas derivados de la sequía que se vive, afectando los cultivos y la productividad; la falta de agua los tiene en dificultades. Vale la pena que se motiven y lean sobre este tema y llegarán sin duda alguna a la conclusión evidente: sin agua, no vale la pena la tierra.

El campo requiere tecnología, formación, gente que trabaje y le guste. Hoy no existe mucho de eso, los jóvenes no quieren desempeñarse en el agro, no quieren vivir del campo, piensan en las ciudades porque allí ven nuevas y mejores oportunidades. La mayoría no quiere vivir como sus padres, por ende la transformación debe ser total, desde el cambio de mentalidad de las personas que habitan los municipios, invitar a aquellos que migraron para que se empoderen nuevamente con nuevas tecnologías del campo y se pueda desarrollar un tejido social armónico con empleo, ciencia, tecnología y apoyo estatal.

En conclusión, que el estado compre tierras es bueno para quien la venda, porque hoy los precios de esta no tienen el valor de hace unos años, los ganaderos y finqueros tradicionales no tienen herederos que les guste continuar con la tradición y por consiguiente vender es atractivo. El Estado se debe preocupar por estudiar los lugares geográficos donde comprará tierras, que sean aptas para quien la reciba y produzcan.

En Antioquia el secretario de Agricultura, en tres años que desempeñó el cargo, realizó una gran labor, generando trabajo y desarrollo a través de cooperativas agrícolas. Analicen el tema y se podrá mejorar este asunto de tierras.

Ya se sabía

Los seres humanos somos tercos, además olvidamos la historia reciente y la pasada, creemos que todo es susceptible de mejorar, pero, es todo lo contrario, nos encontramos un día cualquiera de frente con la realidad que nos agobia, para donde miramos hay angustia, desazón, lo que creíamos estable desaparece y llega la incertidumbre y la nostalgia y de ahí en adelante nos surgen los lamentos, las exclamaciones nefastas, los reclamos, el desanimo y la incertidumbre, sin embargo, al final tendremos que aceptar que el otro, el opuesto no es el culpable de nuestro destino, somos nosotros y solo nosotros los culpables de permitir que estos males anunciados y vividos en épocas pasadas regresen aumentando el área de cobertura. Un día fue una capital hoy es un país completo, y tarde que temprano llegará a afectar a cada persona que esté en ese territorio, aun a los que son hoy sus áulicos.

Esta es la historia de Colombia, de tragedia en tragedia, de épocas de crecimiento y otras de recesión, de mucho empleo formal, y otras de exceso de informalidad llegando a cifras de 58 % de desempleo formal en la población apta para trabajar.

También hemos sufrido todos los males, como las siete plagas de Egipto y grandes trasformaciones sociales, económicas y políticas, que afectaron positiva o negativamente en su momento a miles de personas, familias enteras dejando en ellas consecuencias terribles de sufrimiento, deseo de venganza y en muchas ocasiones perdón y olvido, pero siempre la huella queda. Me permito simplemente enumerar algunas en este caso de ingrata recordación a saber:

* 49 conflictos y 9 guerras civiles en el siglo XIX.

* Pérdida de Panamá.

* Asesinato del caudillo liberal Rafael Uribe Uribe.

* Hegemonía conservadora entre 1900 y 1930.

* El periodo de trasformación social con Alfonso López Pumarejo.

* Asesinato del gran jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán.

* Conflicto entre liberales y conservadores.

* Golpe de estado o golpe de opinión como se denominó en su momento. General Gustavo Rojas Pinilla.

* Derrocamiento de la dictadura. Los llamadas cacerolazos. Ciudadanos molestos, enojados y dispuestos a todo.

* Pacto de Benidorm, acordado en esta ciudad española entre Laureano Gómez y Alberto Lleras Camargo.

* Surgimiento del Frente Nacional. Acuerdo bipartidista para rotar el gobierno 16 años. Con un solo error, fue excluyente.

* Surgimiento de las guerrillas lideradas por Jacobo Arenas y Marulanda (Tirofijo).

* La Anapo, movimiento de Rojas Pinilla. Perdió las elecciones en 1970, con Misael Pastrana Borrero.

* Surgimiento del M19. Jaime Bateman, y otros lideres surgidos de las FARC y el ELN.

* Muerte y violencia por parte del M19, asesinato brutal del sindicalista José Raquel Mercado, presidente de la CTC, enjuiciado por el M19.

* Robo de las armas al ejército colombiano.

* Robo de la espada de Bolívar.

* Detención de los lideres del M19, muerte de Bateman, Iván Mariano y otros lideres.

* Proceso de paz de Belisario Betancur. “Paloma de la paz”.

* Toma del Palacio de Justicia.

* Acuerdos de paz con EPL, M19, Quintín Lame y otros grupos. Siempre salen otros peores y más violentos.

* Asesinato de Carlos Pizarro León Gómez.

* Tomas guerrilleras, secuestros, asesinatos, violaciones, vulneración al derecho de los niños, carros bomba, motos bombas, bicicletas bomba, burros bomba, tomas de poblaciones, retención de soldados y civiles, el desastre total.

* Surgimiento de los carteles de la droga, a principios de los años 80, Pablo Escobar y sus bandidos, los Herrera y Rodríguez, en fin miles de personajes que no trajeron sino muerte y dolor al pueblo colombiano. Juventudes perdidas por la droga y las ansias de poder económico.

* Ciudades en llamas, víctimas del terrorismo de los narcotraficantes.

* Asesinato de Luis Carlos Galán.

* Ubicación y muerte del bandido mayor Pablo Escobar.

* Negociaciones de paz fallidas en Venezuela, México y otros países.

* Ciudades y municipios sitiados por causa del conflicto, las denominadas pescas que eran en realidad secuestros. Fincas abandonadas.

* Presidentes en el ojo del huracán. Elefante a sus espaldas.

* Líderes sociales asesinados.

* Secuestro y posterior asesinato de Álvaro Gómez Hurtado.

* Ocho (8) años de retoma del orden público con autoridad. Ejército recuperó la moral y obtuvo grandes éxitos. Álvaro Uribe Vélez.

* Ocho (8) años de gobierno de un hombre que entrego al país. Perdió el referéndum y aun así firmo el acuerdo de paz.

* Sin justicia, ni verdad y menos reparación.

* Pandemia, muerte, recesión, país en toque de queda.

* Buen presidente que evito la catástrofe y atendió con éxito la salud de los colombianos.

* Elecciones, nuevo gobierno y presidente el cual genera incertidumbre y polarización, marchas ciudadanas pacíficas, atmósfera social en ebullición, reformas tributaria, pensional, compra de tierras, no fraking, afectación a Ecopetrol, ministros incompetentes, ejército desmembrado, policía con otro rumbo.

Estamos ante un panorama difícil de predecir. Así trascurrió el gobierno de la ciudad de Bogotá hace algunos años, mucha algarabía, poco resultado.

Lo grave de esto es que lo sabíamos, el resultado era esperado y solo estamos en el tercer mes de Gobierno, pero ya quieren ampliar periodo y expresan la necesidad de gobernar por lo menos 15 años si no es más. Gobiernan con el retrovisor y no aceptan que fueron parte activa de los grandes desastres económicos y sociales de Colombia.

Esperamos que el barco no se acabe de hundir y en las próximas elecciones del año 2023, retomemos el control de los departamentos y municipios de Colombia, para reconstruir y avanzar con firmeza en la formulación de una gran política social de crecimiento y fortalecimiento de las regiones.

Editorial de la semana

La editorial de esta semana inicia con un llamado a la unión de la derecha, superando los egos. También llama la atención sobre lo sucedido en el Concejo de Medellín, con respecto a la venta de las acciones de TIGO, el acuerdo no firmado de la venta de las tierras de Fedegan al gobierno, sigue su tránsito en el Congreso la reforma tributaria, no se logran acuerdos en el Congreso y hay divisiones incluso entre los partidarios del Pacto Histórico, aplaude los diálogos de paz, votaciones en Brasil, nuestra prevención contra el invierno y los huracanes, y concluye con comentarios sobre la guerra de Rusia y Ucrania. No dejes de escucharlo.

Editorial de la semana

Esta editorial de Antonio Montoya H. para El Pensamiento al Aire, inicia con su análisis de la marcha que se realizó el 26 de septiembre en contra de las decisiones tomadas por el gobierno de Gustavo Petro. También menciona la apertura de frontera con Venezuela, sobre la guerra de Ucrania y Rusia, la relación de Petro con sus ministros, sobre la pesadilla de Daniel Quintero en la Alcaldía de Medellín y finalmente, el deseo de acabar con la corrupción. No dejes de escucharlo.

Editorial

El discurso de Gustavo Petro ante la ONU da inicio a esta nueva editorial de Antonio Montoya Hoyos. También nos habla sobre el voto obligatorio, el sistema de salud en el país, el servicio militar, la corrupción evidente en Emcali, apertura de frontera con Venezuela, renuncia de Rodolfo Hernández al Congreso, las marchas del 26 de septiembre y concluye con los daños del invierno. No dejes de escucharlo.

Editorial

En este nuevo editorial de El Pensamiento al Aire, Antonio Montoya Hoyos comenta aspectos tan importantes de la vida nacional como el inicio de los diálogos de paz con la guerrilla y los grupos delincuenciales, la reforma pensional, la de la salud , el incremento de las masacres, el costo de la energía, los bloqueos en El Guavio, los conflictos del Partido Conservador y el funeral de la Reina Isabel II. No dejes de escucharlo.

Qué está sucediendo

En este nuevo editorial para El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H. establece que la emergencia económica que pretende declarar el presidente Gustavo Petro, es aceptada por la Constitución y totalmente legal. También expresa su desacuerdo con la sentencia de la hija de la senadora Merlano y le parece alta traición la decisión que han tomado las directivas del Partido Conservador de hacer parte del Gobierno. Además, llama la atención sobre la participación del alcalde Daniel Quintero en el Congreso de Analdex, cuyas afirmaciones oportunamente el gobernador de Antioquia desmintió, y finalmente, resalta la participación de nuestros ciclistas en la Vuelta a España. No dejes de verlo.

Qué está sucediendo

Cinco puntos trata el doctor Antonio Montoya H., en su nuevo editorial de la semana. Primero, apoya la opinión de líderes antioqueños que insisten en la búsqueda de mayor autonomía en el manejo de los recursos de los departamentos, y llama la atención de que ahora se cierne una nueva amenaza, el deseo del nuevo gobierno de dividir a Antioquia. Segundo, le parece una gran equivocación que ministro del Interior promueva marchas si no se aceptan las reformas. Tercero, le recomienda a la ministra de Minas y Energía mesura en sus opiniones. Cuarto, reprueba el comportamiento del congresista Álex Flórez, y quinto, lamenta el pobre manejo que la administración le está haciendo a las basuras en Medellín. No dejes de verlo.

Decisiones de Gobierno

En la editorial de esta semana los comentarios del doctor Antonio Montoya H. hablan de la no extradición decisión sujeta al sometimiento y reparación, de la decisión de detener los bombardeos a los guerrilleros y grupos ilegales, el análisis de la reforma tributaria, revisión de Petro en nombramientos ministeriales, elección del Consejo Nacional Electoral, los cambios en la cúpula las fuerzas armadas, la nueva política antidrogas propuesta por Petro, los abusos a los turistas en la Costa Atlántica y la transformación de los neobancos.

Comentarios de la semana

En este nuevo editorial de El Pensamiento al Aire, el doctor Antonio Montoya H. reseña el crecimiento de la economía colombiana y el cuidado que hay que tener con el endeudamiento; la corrupción en los programas de alimentación PAE; el salario de los congresistas y sus obligaciones; permitir la producción de cannabis sin licencia; el nombramiento del contralor y su independencia; el conflicto por Taiwán; reinicio de relaciones con Venezuela y Nicaragua; las ausencias del presidente en eventos públicos; Nairo Quintana, y concluye con la decisión de no vender las acciones de UNE. No dejes de escucharlo.

Qué está sucediendo

En la editorial de esta semana para el blog https://www.elpensamientoalaire.com, el doctor Antonio Montoya H., revisa varios de los eventos que ocuparon las noticias empezando por la posesión de Gustavo Petro, la reforma tributaria y y la reforma al sistema electoral. El informe de la Justicia Especial para la Paz no deja de despertar sus dudas sobre su imparcialidad. También tuvo en cuenta aspectos económicos que llaman la atención como el dólar a la baja, la inflación con la cifra mayor en 22 años y la informalidad que es del 58 %. Y concluye hablando sobre los diálogos de paz con grupos delincuenciales y alzados en armas, manifestando que estos tienen sentido si se hacen en los territorios donde están los conflictos. No dejes de escucharlo.

Nuevo sistema

No es un cambio de gobierno el que se dará en Colombia a partir de 7 de agosto, será un cambio de sistema de gobierno y lo aclaro, para que sepan y conozcan que la forma tradicional de gobernar puede modificarse totalmente por las siguientes razones:

Primero: la Izquierda, nunca en la historia de Colombia, había logrado obtener el poder mediante el sistema de votación y lo logró con una importante presencia de sus votantes en las urnas. Y por otro sector, también no menos representativo, de los que asistieron a las urnas por oposición al gobierno, no a este del presidente Duque, sino contra todo lo que ello representa.

Segundo: desde el acuerdo del Frente Nacional, firmado en Benidorm, España, entre los lideres del partido liberal y conservador, si bien fue importante para apaciguar la violencia partidista, se fueron creando otros focos de oposición por no ser tenidos en cuenta en el pacto. Allí se fueron polarizando las diferencias con diversas opciones políticas y en los sufragios del año 1970 con la elección entre el general Rojas Pinilla y Misael Pastrana, hubo inconformismo y ello dio origen al M19.

Tercero: no podemos olvidar que la Violencia desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, se acrecentó y llegó a niveles impensables de odio, que aun tenemos por causa del surgimiento sistemático y permanente de grupos guerrilleros (FARC, ELN, gaitanistas, EPL, disidencias, etc.), que no hemos logrado derrotar ni por las buenas, ni por las malas y que resurgen de las cenizas porque la presencia del Estado no logra llegar a los sitios más recónditos de nuestro territorio. Allí, esos insurgentes se aprovechan y reclutan inocentes para deleite de sus jefes, quienes los mandan al combate y ellos impávidos guardados en otros países. Qué guerrilleros, qué líderes… para enmarcar.

Cuartoel narcotráfico, es la fuente de financiación para los bandidos, llamesen como se quieran llamar. De ahí surgen las armas, el poder territorial, cantidades de dinero, muertes, secuestros, venganzas, extorsiones, abusos de toda índole con sitios de torturas, y total irrespeto por la civilidad y la legalidad.

El origen del narcotráfico, desde finales de los años 70 y recrudecido de los 80 hasta nuestros días, ha sido causa directa del deterioro moral de nuestra clase dirigente. Políticos financiados para sus campañas, presidentes atornillados en el poder habiéndoseles demostrado corrupción; congresistas, magistrados y funcionarios públicos y privados haciendo negociaciones no para bien del pueblo sino para que ellos incrementen su patrimonio a costo de los ciudadanos. Eso no puede ser.

QuintoGobierno. Como el de Santos, que dividieron al país, con un acuerdo de paz, al que en sus inicios una gran mayoría creímos, pero perdimos la fe cuando no aceptó la votación en la que no ganó el acuerdo. Desde ese día hasta hoy Colombia radicalmente se polarizó y de ahí en adelante la izquierda sacó ventaja, aprovechó nuestras falencias y fortaleció su propuesta, hasta culminar con el triunfo, que tanta preocupación genera en todos los sectores de nuestro país.

Sextoelecciones del año 2018. Desde el mismo momento en que el presidente Iván Duque se posesionó, la oposición encabezada por Gustavo Petro, inició un proceso de desestabilización de la democracia, por el mismo avisada, al decir que estarían en las calles durante su mandato. Y a fe que lo hicieron, paros nacionales, primera línea (asesinos y bandidos en las calles) profesores (Fecode) estudiantes, comunidades indígenas amedrentando las ciudades, fuga de guerrilleros, es decir una política general de caos y pánico para llegar como el salvador y lograr la Presidencia de la República.

Séptimo. Posesión. Hoy 7 de agosto, asume la presidencia de Colombia, esperamos que sea para gobernar para todos, y que no inicie una purga contra todo lo que sea contrario a sus expectativas.

Soy consciente y lo he expresado que se debe gobernar para mejorar las condiciones de los ciudadanos, sin exclusión alguna. Que se respete la propiedad privada, se incentive la creación de empresa y de empleo, se construya país con respeto por los derechos y con una visión de futuro.

Para la Izquierda que nunca ha gobernado el país, pero si ha gobernado en las capitales y algunos municipios, donde los resultados han sido nefastos, esperamos que las experiencias de esos mandatos le permitan reflexionar, no entrar en pugnas y ser proactivo para desarrollar el campo y las ciudades en un escenario de respeto y tolerancia.

Para la democracia, para quienes han ocupados cargos públicos, los que aspiran a ello, esta oportunidad de no gobernar es una oportunidad magnifica de replantear los partidos y sus dirigentes, para estructurarlos con ideologías, con identidad y en el que se infunda el respeto por los dineros ajenos, no se acepte la corrupción y se aislé a esos tipos que tanto daño le hicieron a la democracia.

Debemos, y así lo consideramos en la Corporación Primero Antioquia, que gobernar implica compromiso, formación y sentido de nación, es decir actuar proactivamente con una conciencia divina, en la que reconozcamos como propósito las tradiciones, la familia, valores, y sobre todo que nos preparemos y eduquemos para construir un mejor país a partir del momento en que recuperemos el poder.

Gobernabilidad: sí se puede

En su nuevo editorial el doctor Montoya reseña diversos tópicos de la vida nacional empezando por la muerte del maestro Darío Gómez, de quien resalta su importancia en el mundo de la música popular. En cuando a la gobernabilidad, destaca temas tan importantes como el manejo adecuado de la movilidad el cual debe ser asesorado por expertos; la tecnología, que está limitada a unos pocos cuando y debe convertirse en un servicio para todos; infraestructura, en donde Antioquia se convierte en ejemplo; la alimentación, la promoción y seguridad del campo, y, finalmente el papel de los políticos como herramienta para darle calidad de vida al pueblo. No dejes de verlo.

Propuestas para un cambio en la justicia laboral

Días atrás, en entrevista que realicé con el doctor Enrique Gómez Martínez, presidente del Movimiento de Salvación Nacional, expresó una propuesta que con el trascurrir de los días me ha ido gustando más, que puede conllevar a una rápida aplicación de justicia en aspectos laborales y que sin duda alguna disminuiría la congestión en el país sobre estos aspectos.

Decía él que muchos de esos despachos judiciales podrían quedar libres y disponer de ellos para aplicar justicia en otras diversas áreas del poder jurisdiccional, ya sea en lo penal, civil, o contencioso, y aún más, se podrían poner a disposición de la fiscalía, si los procesos laborales que surgen por el no pago de liquidación  de prestaciones sociales o indemnizaciones, tienen un manejo administrativo, es decir pasar de un modelo judicial para lograr el pago de algo cierto como lo es lo referente a salarios, prestaciones e indemnizaciones de un trabajador y convertirlo en una sanción económica a cargo del empleador si no se cancelan estas en un tiempo prudente de treinta días calendario. Pero, además, entre las partes podrían hacerse acuerdos de pago de estas que evita el tipo sancionatorio y que hace más difícil la situación al empresario.

Es sin duda alguna un cambio disruptivo, que tiende a disminuir el conflicto laboral, cuando no tiene por qué haber conflicto. Es cierto, que quien vincula a un trabajador sabe y conoce las consecuencias del no pago oportuno del salario, prestaciones sociales, aportes a la seguridad y demás obligaciones surgidas del contrato, no tiene por qué requerirse una sentencia que ordene ese pago, y, por ende, bajo sanción, a quien no cancele a tiempo se evita el desgaste de la justicia.

Es un tema de hondo contenido social, de los que verdaderamente producen un cambio significativo en la mente del empresario y es que, si contrata a un ser humano bajo la modalidad laboral, asuma las consecuencias y no diluya la responsabilidad en el tiempo amparado en la decisión judicial, que en múltiples ocasiones es esperada por el empleador y, mientras tanto, es el trabajador con su familia el que sufre las consecuencias económicas de no recibir lo que corresponde al terminar el contrato.

Obvio, como lo dije antes, que pueden surgir efectos negativos para el empresario por situación de mercado, economía o pandemia como la que estamos apenas superando, pero no es obstáculo para que entre el empleador y el trabajador se encuentre directamente una solución bajo un acuerdo en el tiempo de pago de las prestaciones y demás obligaciones laborales; si conversan se logra el acuerdo y se evitan para las partes grandes sinsabores.

Por todo ello, considero que esa propuesta debe llegar a convertirse en ley de la República, amerita un trabajo legislativo que lleve a los legisladores a apreciar la importancia del cambio y el mejoramiento en la condición económica del trabajador y a que comprendan los empresarios y trabajadores que un buen acuerdo conlleva a un clima laboral bueno, porque los demás compañeros perciben esos acuerdos de una manera positiva.

Seguiremos hablando en otro artículo de la importancia del tema indemnizatorio y de lo vital que es quitarla para los nuevos contratos mejorando un poco el salario, es decir diferenciándolo de los otros, será más fácil contratar para los empleadores y ayuda a la búsqueda de empleo formal a muchos otros.

Aspectos vitales para todo gobernante que quiera tener éxito

  1. Disciplina y orden

¿Qué entendemos por disciplina?

¿Qué entendemos por orden?

¿Por qué son necesarias para gobernar una ciudad o un país?

  1. Generador de confianza

* Base fundamental para crear lazos estables y perdurables.

* Es la seguridad que tiene el ciudadano que su vida, patrimonio y futuro están en buenas manos.

  1. Lealtad

Que entre el gobernante y el ciudadano se creen vínculos basados en la verdad, asertividad, dignidad, y respeto por el otro.

  1. Planeación

* Trabajar desde el inicio con elementos claros de administración y planeación por objetivos, en cada una de las áreas y uno general que incluya todos.

* Evaluarlos en forma periódica, por lo menos tres veces al año y corregir inmediatamente el rumbo, sin dudar.

  1. Presencia cotidiana con los ciudadanos

Implica comunicación visual permanente y constante con la ciudad, hacer presencia en las obras, en los problemas y en la búsqueda constante de soluciones.

  1. No es imprescindible

Ello conlleva el respeto por los demás. Es un simple ejecutor de programas aprobados todos en beneficio de la comunidad y si fallece o se retira, la ciudad debe tener claras las condiciones de perdurabilidad en el tiempo de las acciones pendientes y continuar el rumbo, como si nada pasara. No depende una ciudad o un país de un hombre, depende del equipo de trabajo que acompaña con diligencia y cuidado los compromisos sociales adquiridos, para ello la transferencia del conocimiento documentada es importante, así siempre habrá una guía y norte que seguir.

  1. Resiliencia

Es la capacidad de superar la adversidad que en el diario vivir de una ciudad, región o país siempre sucede; acontecimientos no previstos que llevan a que el gobernante se multiplique, se crezca y supere esa dificultad convirtiéndola en algo positivo para la comunidad.

  1. No improvisación

Cuando el gobernante improvisa, el resultado es negativo y afecta a muchas personas, por ende, se debe tener claro el plan de gobierno, con parámetros medibles y tiempos de resultados, así ocurrirá que pareciese que todo fue fácil, además es la forma en que se reconoce la habilidad administrativa, técnica, financiera y social de un gobernante. La improvisación es fuente de fracasos. Nada se deja al azar, sin preparación, evaluación, corrección y desarrollo.  Y si así lo pensare la gente, no importa, el éxito es así.

  1. Prioridades sociales

Es claro que todo gobernante debe tener fijado en su mente cuáles son las grandes necesidades de los ciudadanos y de la ciudad. Enunciolas que considero son en la actualidad:

* Empleo: el mayor problema social, afecta al ser humano individualmente por cuanto el que no tiene trabajo se siente aislado, sin ingreso, frustrado por cuanto se preparó y cree que con los estudios que tiene técnicos, tecnológicos, profesionales o de formación en artes u oficios, puede lograr una mejor condición económica para él y aportar a la familia.

Aquí la búsqueda de alternativas no solo depende del Gobierno nacional de turno, o de las grandes empresas que se asienten en la ciudad, porque hay mucho por hacer para formalizar el trabajo y generar ingresos. Por ejemplo, tenemos todo lo relacionado con el medio ambiente y su protección, por ello todo lo que tiene que ver con las riberas de los ríos, quebradas, caños, cuidado de los parques, puede generar trabajo diario formal y de calidad a los bachilleres y mujeres cabeza de familia.

Capacitar en saberes que tengan pertinencia en la ciudad o región, no llenarnos de personas con lo mismo y que no tenga mucha aplicación en la región en la que se realiza. Por ello, sin duda, existe el SENA y debo reconocer que está haciendo una gran labor en formación.

Universidades, instituciones técnicas y tecnológicas, deben modificar sus pénsum de tal manera que sean más prácticos para que los estudiantes adquieran herramientas para incorporarse fácil al trabajo.

El trabajo de aquel que emprende proyectos es muy importante, pero, debe ser apoyado financieramente porque las ideas son muy buenas, las posibilidades muchas, pero los tiempos de desarrollo y ejecución son demorados y sin capital fácilmente se aborta el proyecto. Por ello debemos motivar a los emprendedores, pero con la verdad, hacer empresa no es tarea fácil, requiere además de trabajo, cumplimiento de muchas obligaciones con el Estado, los trabajadores y proveedores, y sin adecuado financiamiento se complica la vida de muchos otros sectores de la economía.

  1. Servicios públicos

Los servicios públicos básicos de acueducto, alcantarillado, luz, recolección de basuras, oportunos y constantes, son en Antioquia, bien atendidos en la mayoría de los municipios y capital, pero en el resto del país existen graves fallas o hay inexistencia de estos lo cual hace difícil la vida de sus habitantes. Un gobernante debe gestionar, construir y administrar esos servicios básicos que no son gratuitos.

Si se quiere avanzar en desarrollo de las ciudades se debe sanear estos aspectos, no prometer para no cumplir, ejecutar sin corrupción.

  1. Seguridad

Sin seguridad no habrá tranquilidad. Si el ciudadano se siente seguro, es decir que ve la presencia protectora del Estado a través de sus diferentes órganos de control y policivos, tendrá mejor ánimo, el miedo desaparece y ello genera oportunidades de trabajo.

No he podido entender nunca porque se premia al delincuente, se le envía a una cárcel y allí vive alimentado, con salud, visitas conyugales, teléfonos, parrandas, en fin, es un ideal para muchos estar allí y por eso delinquen tranquilos, allá estarán protegidos y si no los mismos jueces los sueltan al día siguiente de un ataque a los ciudadanos por hacinamiento o considerar que no es peligroso para la convivencia. Por ende, como dije al inicio, sin disciplina y orden no tendremos un mejor país.

  1. Salud

Hoy más que nunca está en boca del ciudadano los cambios que se presentaran por el nuevo mandatario en lo referente a la salud. Habrá que analizar en detenimiento su propuesta, pero un país sin salud es colapso seguro. Hoy tenemos y gozamos de una cobertura del 96.5 %, de manera que el cambio debe encaminarse a llegar al 100% de cobertura y a evitar la corrupción.

  1. Recreación

Es vital para motivar a la juventud a tener calidad de vida, a formarse mental y físicamente, y a los adultos para a que tengan forma de caminar, hacer ejercicio más intenso de acuerdo con su propia capacidad. Pero se debe encontrar el modo en que todos los ciudadanos participen, gocen y disfruten de la recreación si es física.

Pero, la música, el arte, la cultura, el cine, debe ser para todos con seguridad y disfrute. Los artistas deben promover invitados por el municipio y los empresarios a mostrar el talento, la alegría y la expresión musical de las diversas regiones colombianas… nuestros artistas, en general, suenan hoy en todo el mundo.

Por último, digo que existen otros temas de igual importancia para los gobernantes que deben ser tratados, estudiados con seriedad y asertividad como movilidad, infraestructura, tecnología, alimentación y sus centros de acopio en la ciudad, a los cuales me referiré en próxima oportunidad.

También hablaremos de la política y los políticos, que son parte vital en este entramado de la buena gobernabilidad, que será exitosa sin corrupción y con personas que ejerzan el cargo como aporte a la sociedad y en beneficio exclusiva de ella.

Sucesos de la semana

Entre varios de los sucesos que relaciona el doctor Antonio Montoya H., en su nuevo editorial para El Pensamiento al Aire, se destaca el buen ambiente que ha generado los encuentros con líderes y los nombramientos ministeriales del nuevo gobierno de Gustavo Petro, en procura de un gran acuerdo nacional. Escúchalo.

Reflexionemos y actuemos

Llegó la hora de reflexionar y actuar, pero con orden, después de que cada uno de nosotros los que perdimos la elección, hagamos el duelo y podamos analizar el presente y el futuro con serenidad, con estrategia y planeación para proyectar la forma de actuar coherente y masiva.

Debo expresar varias cosas para que ustedes y yo, en conjunto, podamos definir el camino a seguir, a saber:

*No olvidemos que los votos de la derecha fueron 10.454.000, que se perdió por 700 mil votos y que podemos afirmar que el país no solo tiene una división política, sino, también una división territorial, 17 departamentos con Gustavo Petro y 16 con Rodolfo Hernández. Esto nos lleva a concluir que el presidente no podrá actuar con total libertad cuando no cuenta con mayorías suficientes de ciudadanos y ello, lo hará reflexionar sobre la forma de acometer las reformas que pretende.

*La derecha está dividida a la vez en partidos y movimientos por firmas que obedecen a liderazgos individuales, no de grupos, lo cual conlleva a que las acciones de cada grupo serán diferentes entre sí y cada uno se creerá el dueño de la verdad. Esto hoy impide que se piense en forma colectiva, bajo unos criterios claros.

*A la vez, al interior de cada grupo o partido existen diferencias entre los miembros lo que conlleva a que su fuerza y liderazgo se pierda en la maraña de las discusiones haciendo imposible construir proyectos e ideas de largo plazo, por cuanto estas duran hasta las elecciones, no se trabaja la fuerza de unos principios coherentes y fijos que enmarquen el rumbo y que todos se sometan a ellos.

*Hoy, a ocho días del triunfo electoral de Gustavo Petro, se están efectuando reuniones entre el candidato elegido, los partidos políticos y sus líderes, buscando alianzas y un acuerdo nacional que permita tener gobernabilidad lo cual en sí mismo es válido, pero, puede traer consecuencias funestas el que los partidos se entreguen de una al gobierno de turno.

Lo que se pretende es tener un mejor país, generando confianza y dando estabilidad jurídica, económica y social, pero sí debemos ser sigilosos ya que la izquierda radical del candidato ganador, no da nada gratis y pueden obtener todo.

A pesar de  los acuerdos, y de  algo de estabilidad, es necesario que nos preparemos en  las regiones, y por ello, debemos pensar de una forma diferente, protegiendo el entramado social que representan los departamentos y sus habitantes, no contando con los partidos que ya no existen, ni con los movimientos por firmas que es son el principio del fin de las democracias, sino contando con todos los ciudadanos, un movimiento cívico fuerte, con ideas precisas, con fundamentos que hagan parte inequívoca del movimiento, en el que quepan todas las personas porque el objetivo es el de fortalecer las regiones, no el de buscar independencia o separación del estado Colombiano, se respeta y acata la soberanía, la autoridad del ejército nacional, las relaciones internacionales, pero se busca dar fuerza económica a las regiones fortaleciendo sus ingresos disponiendo en forma directa de ellos y entregándole al Estado una menor participación. Así fortalecemos la economía, damos fuerza a la política con alcaldes y gobernadores elegidos popularmente, pero con un sentido de acción regional con más recursos a disposición y obviamente con diputados y concejales que realmente puedan promover normas y gravámenes propios que ayuden al desarrollo de la región.

Las regiones o comunidades autónomas son claramente una forma de descentralización política, financiera y administrativa en la que sus habitantes tendrán más competencias para aprobar sus propias leyes. Será un gran cambio que facilita que las regiones se desprendan del centralismo que agobia.

En Antioquia existe un grupo de ciudadanos, como bien lo dijo  Bernardo Guerra en su artículo de hoy en las páginas del Colombiano, de diversas profesiones y oficios liderado por ciudadanos prestantes como Jesús Vallejo, Héctor Quintero, Félix Alfazar, Rodrigo Sanín, Julio González, Luis Fernando Duque, Óscar Urrea y otros más, grupo del cual hago orgullosamente parte, que está luchando y promoviendo la autonomía de las regiones incluyendo a Antioquia  y que en próximos días fijará el rumbo y la invitación a los ciudadanos a que hagan parte de esta propuesta de cambio económico, político y social en Colombia.

Propongo que el siete de agosto los antioqueños en muestra de acompañamiento al movimiento autonómico, se vista de verde para mostrar de una forma inequívoca que cree en la autonomía y en el fortalecimiento de la región de Antioquia.

Que viva la autonomía. Que viva Antioquia la grande.

Se acepta la derrota

En su editorial para esta semana de El Pensamiento al Aire, Antonio Montoya H., extiende su invitación para que a pesar de los resultados electorales, se levanten los ánimos, evaluemos el por qué se perdió y miremos el futuro con esperanza y corrigiendo las equivocaciones del pasado. La corrupción, la desidia, el no entender la necesidad del prójimo son temas que debemos revisar. Escúchalo.

Análisis de elecciones 2022 en vivo

La campaña sucia impulsada por el Pacto Histórico, la búsqueda del poder en la que todo vale es lo que califica el doctor Antonio Montoya H., en su nuevo editorial para El Pensamiento al Aire, como una banda delincuencial a la que no debe permitírsele hacer política y muchos menos alcanzar la presidencia del país. Escúchelo.

Análisis de elecciones 2022 en vivo

Los doctores Jesús Vallejo Mejía, Julio Enrique González Villa y Antonio Montoya H., se reunieron el domingo 29 de mayo, al final de la jornada electoral por la presidencia de la república, para analizar el proceso y sus resultados. Aquí puedes revivir este conversatorio en vivo para el canal de El Pensamiento al Aire.

Mensaje final antes de elecciones

No puedo dejar de pensar en el resultado de las elecciones a la Presidencia de la República, tanto la del 29 de mayo, como en la definitiva de junio 19, fechas cruciales para la democracia, entendida esta como aquella en la que los ciudadanos son libres, escogen la profesión, arte u oficio que quieran, se tiene libertad de movimiento, el emprendimiento se acepta y valora, se respeta la ley, el orden y hay disciplina social, se genera empleo a través de la existencia de empresas que promueven y empujan el crecimiento económico, y todos valoramos a los empresarios que son los que con sus ideas, patrimonio, persistencia y creatividad mantienen viva la economía.

Me dirán ustedes que estoy hablando de otro país, que eso no es Colombia y yo con respeto y cariño les digo que ese es el país al que le debemos apuntar, en el que la vida en los municipios colombianos grandes o pequeños sea generador de vida, de negocios, prosperidad y respeto por los derechos ajenos. Esto se logra única y exclusivamente si mantenemos la democracia y damos el salto que se requiere para crecer armónicamente, es decir, que derrotemos la pobreza y tengamos salud, recreación, opciones de vivienda, obviamente empleo y sobre todo que cumplamos con la ley, la respetemos y acojamos porque creemos en ella, confiamos y aceptamos, ahí sí, sus fallos.

Expreso un grito desesperado para que LAS MAYORÍAS SILENCIOSAS, las que, siendo colombianas, no se pellizcan. Las invito a que comprendan que su voto, su apoyo es importante. No se podrán lamentar más tarde de las atrocidades que vivirán y lo que hará con nuestra apreciada democracia. Entiendan la importancia de esta elección, que no es cualquier cosa, está en juego el futuro de nosotros, los hijos, la familia y la prosperidad. Esa mayoría hace la diferencia en la votación, y hace parte de ella el amigo, el vecino, hijo, esposa, los que están a nuestro alrededor, esos que a diario comparten en el trabajo y los deportes, ilusiones y sueños. Aquellos que luchan por la subsistencia de la familia y no se tocan, piensan que el problema es de los otros, no señores, ustedes que hacen parte de las mayorías silenciosas deben comprender que los países entran en deterioro porque ustedes no reflexionan ni toman decisiones de fondo. Por ello, este grito desesperado es para que despierten y salgan con alma, con sensates y responsabilidad a votar. La democracia sabrá agradecerles, al vencer a los populistas, mentirosos e ineptos.

Invito a las mujeres en general, a las que estoy viendo con alegría que están hoy en las calles trabajando, expresando su opinión y aportándole al debate, que demuestran su apoyo al candidato Federico Gutiérrez, para que además llamen, convenzan a las mujeres cabeza de familia que hoy son otra gran mayoría para que comprendan que, sin trabajo, sin opciones, no abra vida ni estabilidad para ellas y sus hijos. Ánimo mujeres colombianas, ustedes son el bastión de la familia, de la disciplina y el orden.

Los pensionados que hoy reciben su mesada porque trabajaron toda su vida y a los actuales trabajadores que hoy tienen sus aportes a la vejez en los fondos privados o en Colpensiones, los invito a que también entiendan que su dinero, esa estabilidad futura está en juego; deben tomar decisiones en favor de la democracia y votar en contra del populismo y su líder Gustavo Petro. Salgan a votar masivamente, escuchen este llamado de la patria.

Invito a los colombianos, a que dejemos por una sola ves las diferencias, rencores y animadversiones y pensemos colectivamente para defender lo que hemos construido en 212 años, tiempo en el que con errores, guerras civiles, violencia, asesinatos, muertes, secuestros, narcotráfico y terroristas en el Congreso, se ha venido construyendo un país para todos, que aún no se percibe el resultado final, pero se verá si actuamos más, si exigimos más y repudiamos la corrupción, velamos por la justicia y  por un Congreso serio y que dé la cara al pueblo colombiano. Solo se logrará ese mejor país si todos ayudamos. Me comprometo a que desde mi trabajo diario aportaré a la familia, a los que trabajen conmigo, a los amigos, con mis mejores aptitudes y actitudes para que vivamos mejor.

Ayudemos a través de este GRITO DE AUXILIO a salvar la democracia.

Restitución de tierras

En su editorial de El Pensamiento al Aire para esta semana, el doctor Antonio Montoya analiza la razón de por qué el país, desde el momento en que se firmó el acuerdo de paz, se polarizó, conflicto que se mantiene porque aún no se ha logrado que los victimarios digan la verdad y se repare los derechos que se le han violado de las víctimas. Complementa su análisis hablándonos de la destitución del alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

Al son de las noticias

En su nueva editorial Antonio Montoya Hoyos resalta, entre otros hechos noticiosos de la semana, la extradición de alias Otoniel y el subsiguiente paro armado promovido por Los Urabeños, la infiltración que hace el Pacto Histórico a las campañas de sus contrincantes, el bullying que afecta a los estudiantes con tanta agresividad, la economía nacional y mundial en crisis, la caída de la reforma a la ley de garantías al igual que la moción de censura promovida en el Congreso contra el ministro de Defensa y el riesgo que corren los pensionados si no votan bien en las próximas elecciones. No dejes de escucharlo.

Noticias de la semana

En esta oportunidad el doctor Montoya, en su editorial para esta semana, destaca diversos aspectos de la vida nacional que son noticia. Entre ellos, los resultados de las encuestas a la carrera presidencial, los problemas judiciales que enfrentan los líderes del Pacto Histórico, los problemas del invierno, la delincuencia desbordada, la masacre en el Putumayo, la celebración del Paro Nacional, la invasión de Rusia a Ucrania, Uribe a juicio y el espectacular concierto brindado por Maluma y con la presencia de Madonna. No dejes de escucharlo.

Gloria al ejército de Colombia

Bien es cierto que Colombia tiene un gran respeto por la democracia, que los ciudadanos queremos y protegemos el sistema de gobierno que lleva 203 años de vigencia, a pesar de las guerras civiles en los años medianos y finales del siglo IXX, de la violencia cruenta y cruel de mediados del siglo pasado entre liberales y conservadores, de las guerrillas, terroristas, bandidos, bandoleros, paramilitares y corruptos, que han tratado de acabar no solo con las personas, sino con los bienes públicos, el erario y la naturaleza, convirtiéndose en verdaderos criminales del medio ambiente.

El ejército de Colombia, ha dado muestras de seriedad, amor por la patria, responsabilidad, sensatez y entrega en la defensa del país, honor y gloria para ellos.

Los que han entregado la vida por defender la democracia son los soldados de Colombia, desde los generales vilmente asesinados hasta el último de los soldados que vistiendo el uniforme murió en emboscadas, secuestros, tomas guerrilleras, atentados a los oleoductos, a las ciudades; ellos sí son los verdaderos salvadores, que entregaron su vida por nosotros y los que sobrevivieron sufren las consecuencias de las lesiones que las minas y los ataques aleves que se hicieron contra ellos. Los cobardes se esconden, el ejército colombiano va de frente.

Tengo el honor de hacer parte del ejército de Colombia en compañía de otros muchos profesionales antioqueños, que asumimos el reto de conocer, prepararnos y hacer parte de esta institución nacional. Ascendí hasta el grado de capitán, de lo cual me enorgullezco y agradezco a la vida el haber conocido oficiales y suboficiales que engrandecen su historia.

No se puede aceptar que las viudas, los huérfanos, los secuestrados que regresaron a la vida después de años de sufrimiento, no tengan hoy un reconocimiento nacional y una protección adecuada del Estado, recordándolos a diario y enalteciendo sus vidas.

Sería muy bueno que nos informaran que hay de la vida de sus herederos, esposas sufridas y luchadoras, cómo viven y quién los apoya. El Estado debe actuar hoy y siempre protegiendo el recuerdo y honra de los fallecidos; el soporte de la democracia es el ejército.

Si el ejército nos falla, nadie podrá salvar la patria.

Eventos de la semana

En este nuevo editorial el doctor Antonio Montoya H. destaca los hechos más relevantes del momento como el inicio de Semana Santa, tiempo de reflexión. Además menciona el ostensible deterioro de las ciudades como Medellín, por falta de disciplina y orden social, caos al que no le da la cara la administración en manos de Daniel Quintero. Las sospechas de corrupción en la Registraduría también hacen parte de sus comentarios, al igual que la visita de Petro y Francia Márquez a la ciudad de Medellín buscando votos y de los que se arriman buscando favores en una doble militancia. Y concluye con el conflicto que se vive en Ucrania.

Me pregunto

Cada día, por qué los colombianos no logramos comprender el riesgo inminente que tenemos de que nuestras vidas cambien radicalmente y no solo para unos pocos, es para todos sin excepción alguna, que oportunidades tendremos de tener una buena calidad de vida, de estudiar y tener oportunidades de empleo, que se respete la vida y que sea un país con posibilidades de desarrollo, pues la respuesta obvia, precisa es ninguna.

Existen razones para esa conclusión, las enumero para que queden grabadas en la mente de cada uno de nosotros y podamos tomar una decisión seria y de futuro en las elecciones de mayo 29 y en las de junio si llegamos a una segunda vuelta, a saber:

  1. Gustavo Petro y la Colombia humana, ¿Qué representan realmente para Colombia? En mi opinión nada bueno, traen odio acumulado, resentimiento y deseos de grandeza de su líder, los que lo acompañan no han aportado nada nuevo a Colombia, atacan las instituciones, a las personas, no respetan la vida ni creen en ella, promueven la expropiación, la desintegración del Esmad, terminar la producción de petróleo, la del carbón, expropiar las tierras a través del incrementó del predial sobre todo en el sector rural, incrementar las tasas de renta, limitar la propiedad privada expropiando o comprando a la fuerza a quienes tienen mas de una vivienda, acabar con la explotación minera legal, que construye empleo bueno y de calidad, no habla de  seguridad, ni de la policía. Seguramente esta, la manejaran los grupos de apoyo como en Venezuela y otros países, que son bandidos motorizados causando terror, en fin, estos muchos proyectos nefastos para la civilidad son los que nos esperan. Abramos el ojo, no comamos cuento del populismo.
  2. Armando Benedetti, Roy Barreras, personajes investigados, ad portas de ser sometidos a la justicia, cuando vuelva a ver justicia; que han militado en todas las fuerzas políticas colombianas desde la derecha a la izquierda sin inmutarse, ni sonrojarse, personajes que no generan credibilidad ni respeto.  
  3. El partido de los comunes, antiguas FARC, hoy disidencias, que apoyan a Petro en acto realizado esta semana en Bogotá, que no han cumplido un solo punto del acuerdo, no verdad, no reparación, no justicia. Valiente acuerdo.
  4. La primera línea, nombre dado a unos vándalos que aterrorizaron a las ciudades, destruyeron infraestructura y que aún siguen generando terror en sectores de las ciudades, paralizaron sobre todo a Bogotá y Cali, apoyados por Gustavo Bolívar, Gustavo Petro y la Colombia humana, ellos serán los que respetarán las ciudades y a los ciudadanos, no lo creo.
  5. ¿Qué proyecto de vida, empresarial o social han promovido estos señores de la Colombia humana?, que yo sepa ninguno, no saben que es ser empresario, luchar por sacar adelante las empresas, pagar salarios buenos, aportando  a tiempo al sistema de seguridad social, construyendo un tejido social óptimo para las familias y sus hijos, sobreviviendo a la adversidad  con temple, recurriendo al sector bancario para no incumplir con sus obligaciones tributarias que son bien altas y al pago de los proveedores.
  6. Estos si son verdaderos lideres trasformadores de nuestra Colombia.   

Desinformar es el objetivo, una campaña basada en la mentira, la interpretación de los acontecimientos contraria a la verdad, pero, ellos nunca dicen su propia verdad, que fueron formados activamente en la guerrilla, que muchos pero muchos de sus seguidores son exguerrilleros, asesinos, secuestradores, violadores, extorsionadores, terroristas que afectaron a miles de ciudadanos inermes  para mantener sus grupos  de bandidos, eso si no hace parte de su populismo, son los mesías que cambiaran el rumbo de Colombia y tal vez tengan razón, acabarán con Colombia y eso no se puede permitir.  

  1. Convertir a los salvadores de la democracia, en los victimarios, no se puede admitir, que hombres como el expresidente Álvaro Uribe Velez, se conviertan en personajes repudiados, olvidando la verdadera historia de quien salvo la democracia del terror y la violencia.
  2. Atentan claramente contra los derechos de los artistas, autores, compositores, interpretes, escultores, pintores, productores, que desarrollan su intelecto para crecer nuestra cultura, considerando que ese derecho lo debe gestionar el estado y ¿a quién y cómo le reconocerá su actividad productiva en el momento en el que ellos tomen el poder?  No saben ni en que consiste la propiedad intelectual.
  3. Todo lo que ellos dicen o hacen es bueno, lo de los demás es fascismo, nacismo, ultraderecha, en fin, estamos en polos opuestos, en los que unos son los buenos (pacto histórico) y los demás los malos. No han generado sino pobreza, miedo, terror y pánico económico.
  4. Van contra los derechos de los pensionados que sobreviven de sus pensiones, enfila baterías contra ese derecho obtenido, aportando dinero al fondo pensional durante toda su vida laboral. No hay derecho.

     Podrán ustedes seguir sumando temas que son graves y que afectarán el desarrollo normal de la sociedad y también podrán compartir con los hijos esta opinión, para enriquecer la decisión de votar por la democracia y no por proyectos personalistas y perversos.

Llegó la hora

Para Antioquia y Chocó, aun para Caldas, Risaralda y Quindío, si desean trabajar unidos como en épocas anteriores de Antioquia la grande; para la región del Atlántico, que comprende los siete (7) departamentos, y para aquellas regiones del país que desean y añoran un poco de autonomía, iniciar un trabajo serio, constante para lograr desarrollar un ansiado federalismo que permita que el desarrollo se dé a través del trabajo organizado de las regiones, manteniendo la unidad nacional y así evitamos que gobiernos de izquierda nos arropen, abra defensa para mantener la democracia.

Observo con preocupación el panorama de Colombia por un lado y beneplácito por otro, por cuanto Antioquia, no está comiendo el cuento del Pacto Histórico. Aquí tuvieron poca votación y por ello considero que seguimos firmes en mantener como base de la convivencia social, el trabajo, la generación de empleo, la libertad de empresa, de culto y el orden y la disciplina, que lleva asegurar que por lo menos en Antioquia, no se quiere ni se admite la intromisión de ideologías de izquierda que solo dejan miseria y odio.

Estamos teniendo la experiencia más amarga con la gestión del alcalde de la ciudad, con su proceso revocatorio y con los obstáculos de la Registraduría y CNE, y a pesar de ello no nos rendimos, porque las actuaciones del alcalde están enmarcadas en el propósito del Pacto Histórico y de Gustavo Petro, apoderarse de los dineros públicos e ir destruyendo el tejido social montado en la triada de gobierno, empresarios y educación. De esta manera pretende ir organizando el trabajo que permita vencer a los antioqueños, raza de luchadores que no se deja, mientras más nos atacan más garra se saca y se defenderá el terruño hasta con las uñas. Si Antioquia cae en el populismo iniciado por el alcalde y que viene con toda la ira para arrasar el empresarismo antioqueño, y la civilidad, perderemos por muchos años a Colombia.

Esta actuación de los antioqueños defendiendo su terruño, nos permite pensar que de la misma forma tenemos que ir preparándonos para gobernarnos nosotros mismos con federalismo, con autonomía o sin ellas, porque no podemos perder Antioquia, y si es necesario llegar hasta el final con un proceso independentista que suena iluso, pero, puede convertirse en la fuerza definitiva que nos eleve a otros escenarios de desarrollo y crecimiento y para ello estoy invitando a que las regiones piensen y demos el salto, si la izquierda se entroniza en Colombia.

Se preguntarán algunos por qué a estas horas y en un momento tan complejo de Colombia salgo con propuestas de este tamaño, que cambian el diario trascurrir de los colombianos. Por una sola razón, porque permitir que la izquierda nos gobierne es perder años y años de tradición democrática, de construcción de país, de fortalecimiento de un sector empresarial, educativo y social que ha respetado la civilidad, pero que es pasivo ante el avance de la oscuridad, que es el de controlar un país sin propósito diferente al de actuar como dictador, autoritario y corrupto.

También me dirán que tenemos corrupción y la respuesta es sí, pero, hay que atacarla entre todos los ciudadanos, acabar con ella y los corruptos, que estos no tengan privilegios, que las cárceles sean su vida, que no tengan relación con las familias, ni acceso a celulares, ni visitas conyugales, ni de amigos y menos permisibilidad en los centros de reclusión, ni casa por cárcel. Eso lo podemos lograr en democracia, todos trabajando para ello, al que le propongan negocios que avise, que los contratos sean todos por licitaciones públicas, con veedores externos y así se las pondremos difícil y respetarán los dineros públicos, porque lo peor es el escarnio público para ellos mismos y sus familias.

Que no hay justicia, no la hay, una inoperancia del 97% indica claramente que esta no existe. Pero, si vía referéndum, hacemos la reforma ahí no tendrán que intervenir los actuales magistrados, ni jueces para torpedearla, ni el Congreso por que la reforma la sacamos del ámbito en el que han actuado desde la Constitución del 91 y así lo han expuesto exmagistrados de reconocida trayectoria en los conversatorios de El Pensamiento al Aire, que piden referéndum o salida masiva a las calles.

Me dirán también que tenemos un Congreso de Colombia (Senado y Cámara) que no funciona, que no se reforma, que no está a la par de estudiar las grandes reformas sociales que se requieran y también, debo decir, que comparto esa opinión, si el Congreso sigue igual, si no escucha, si se hace el bobo frente a las urgentes necesidades de cambio también se reforma vía referéndum.

Tenemos soluciones ciudadanos colombianos, la democracia nos exige retos y acciones inmediatas, podemos trasformar el país darle desarrollo a las regiones, generando empleo y volviendo a recuperar lo perdido en dos años de pandemia o nos quedamos inermes ante el avance hostil de la izquierda en Colombia que polariza y divide al país.

Creo, que este es un mensaje de urgencia, para que apoyemos la democracia.

Eventos de la semana

En este nuevo editorial el doctor Antonio Montoya nos da sus apreciaciones sobre los principales hechos que hicieron noticia en esta semana, empezando por las elecciones al Congreso de la República y las consultas a la presidencia. Además habla de las pensiones, el rebrote del covid-19 en Asia, y Francia Márquez. No dejes de escucharlo.

Una mano...

Lava la otra y las dos juntas lavan la cara, es una frase que enmarca una realidad vigente para cualquier lugar del mundo: en donde se encuentren más de dos personas, siempre existe la posibilidad de solucionar las dificultades que se presentan de manera conjunta, porque es posible que solos no lo logren y se tenga que desistir del esfuerzo, por ello el trabajo conjunto, solidario, teniendo un mismo objetivo es el que genera frutos, resultados.

Tenemos hoy alrededor nuestro, en el país y en el mundo, serios y graves problemas de convivencia, en los que en vez de verse en el horizonte soluciones, lo que se percibe es un crecimiento exponencial de los problemas que tarde que temprano afectaran a todos los habitantes, la calidad de vida, la tranquilidad ciudadana, la economía y posiblemente la seguridad interna y la mundial. Son días difíciles que requieren mucho análisis, ponderación y gran visión de futuro, pero sobre todo una convicción profunda de estar trabajando en el beneficio colectivo, que conlleve bienestar.

Hablar de Putin, Maduro, Ortega, Petro y otros más, no conduce a nada, son lideres negativos contrarios al logro de satisfacción de las necesidades humanas, piensan y tienen como objetivo un apetito voraz por  el poder, y hacen lo que sea para tenerlo y mantenerlo, desfalcando el erario público, matando, llevando a la cárcel a los opositores, iniciando guerras sin sentido, inyectando odio de clases, incitando a la violencia y diciendo mentiras por doquier, para simplemente perpetuarse en el cargo.

Los que creemos en la democracia, en el respeto por la vida, los que tenemos principios y valores, creemos que trabajando juntos y con el ejemplo podemos lograr resultados de crecimiento. Debemos unirnos bajo un solo ideal, el de la conservación de la sociedad, el de la unidad, el respeto y la tolerancia.

Me he quedado con la lágrima en la mano, escuchando al presidente de Ucrania, hablando del dolor, la muerte, de los ataques a civiles y a la infraestructura de ese país, que ha sido sin piedad, convirtiéndose en un verdadero genocidio. En minutos extermina a personas y familias enteras, inermes, que sin entender que ocurría buscaban refugio y fracasaron en su intento de huir de la invasión, solo encontraron la muerte. Mientras tanto el presidente de Ucrania implora por la solidaridad de Occidente; eso no puede ser, tiene que pararse esa guerra y juzgar a Putin por crímenes de lesa humanidad.

En Nicaragua pasa igual, muertos y detenidos que participaron en manifestaciones contra el gobierno, candidatos en la cárcel, robo en las elecciones, en fin, un panorama similar, pero a diferencia del anterior es una guerra interna.

Venezuela, no para la persecución, el miedo, el hambre, el terror. Todos huyen mientras un solo hombre con su familia y unos pocos aliados que controlan el ejército mantienen ese sistema putrefacto. Allí sí se requiere una actuación del mundo, pero no lo hacen por miedo a un conflicto generalizado.

Colombia, en el ojo del huracán, una sociedad y sistema de gobierno en riesgo, sin un propósito común, alejado de las posiciones que permitan acuerdos, con líderes que invitan a la convulsión social, alentada por un hombre que no oye, ni ve, que solo piensa en su objetivo, que ha cometido todo tipo de barbaridades y la juventud le copia, que está acompañado por personas que emanan únicamente revanchismo y atacan el sistema y no obstante se basan en la democracia  para lograr el poder y perpetuarse.

No soy nadie para convocar e invitar a los ciudadanos colombianos, pero me siento en la obligación moral de hacerlo, a que desde esta noche después de conocer los resultados electorales piensen seriamente en lo que se viene a continuación, en las elecciones presidenciales. Los invito a que por una vez y que sea el principio de un propósito común de unidad, de trabajo solidario y diario, evitemos la intromisión en nuestro país de doctrinas ajenas a la libertad, a la libre determinación de los ciudadanos, a pensar sin miedo, a expresar nuestras ideas con respeto por las de los otros, a convivir en paz, con un gobierno fuerte, proactivo y emprendedor, en el que las regiones tengan más autonomía, que el empleo, las oportunidades y la creación de empresa sea una alegría diaria. Ese es el país que invito a que promovamos, participemos de él y disfrutemos en armonía la cotidianidad de la vida. Se puede lograr, no es una utopía, si bajamos los ánimos lo lograremos. Les pido entonces reflexión.

Atroz

Vladimir Putin, político, abogado y exagente de la temida KGB sabe matar sin piedad y es el actual presidente de la Federación Rusa, nación que ha gobernado en dos épocas diferentes. Describirlo es bastante difícil, porque es un hombre retraído, solitario, ambicioso, de mirada imposible de descifrar, frio como la nieve. En fin, es el que, desde hace varios años, disque por temor a la OTAN, protege sus fronteras e invade a otras naciones, ya lo hizo en Crimea y ahora va por Ucrania, que es un país independiente. En el año 1991 salió del yugo ruso, del cual hicieron parte 15 republicas, que constituyeron la Unión Soviética desde el año1922 hasta como lo dije anteriormente 1991.

Hemos tenido tantos locos en el poder en diferentes países a lo largo de los años, que solo demuestran frialdad para asesinar, embarcarse en conquistas como en siglos anteriores, destruyendo todo a su paso, la historia, la modernidad y el desarrollo de los pueblos, y lo más grave enviando soldados, armas, tanques, y todo tipo de misiles para matar, sí, matar a sangre fría a una población indefensa.

No pensé que la invasión se iba a realizar, sí se sabía que tenía hombres a lo largo de la frontera con todo el arsenal militar dispuesto para avanzar, pero, consideré que Putin estaba alertando a los países aliados quienes se estaban preparando para recibir en la OTAN, a Ucrania, y que, por consiguiente, por esa amenaza real, ella se abstuviera de tomar dicha decisión. Pero, no, este hombre tomó la decisión una noche del 24 de febrero y en forma violenta invadió a Ucrania.

Es triste y lamentable ver las escenas en directo de los ataques, bombardeos y destrucción, por ello, se debe calificar como un crimen de lesa humanidad y ser juzgado en la corte penal internacional, donde han sido en su momento juzgados y sentenciados a muerte por los crímenes de guerra Sadam Hussein, los verdugos nazis, los exterminadores en la guerra de Yugoeslavia, que condujo a la disolución de ese país y su división en varios territorios. Muchos otros han sido condenados como Al Bashir de Sudan, Hosni Mubarak de Egipto, Augusto Pinochet de Chile, Efraín Ríos Montt de Guatemala, Hissene Habré de Chad, en fin, la lista sería interminable. Allá tarde que temprano debe llegar este presidente ruso Putin, su accionar no es admisible, seres inermes, esperando el misil para morir salvajemente, por consiguiente, debe ser condenado. Otros fueron asesinados por la multitud como Mussolini y Muhammad Gadafi.

Me voy a concentrar en los hechos actuales, los que originan la guerra, los ataques, y lo que podría llevar a un conflicto generalizado sino se establece un dialogo y un cese al fuego bilateral.

  • El deseo de Putin es regresar a controlar a países que hicieron parte de la Unión Soviética, sueño que lo desvela.
  • La riqueza mineral de Ucrania.
  • Las exigencias de seguridad de Putin a la OTAN, para proteger, dice él, el territorio ruso y de ellas hay una fundamental es que la OTAN, retire sus fuerzas de los países que formaban parte de la Unión Soviética.
  • Demostración de poder y fuerza.
  • Amenaza de una guerra nuclear.
  • Perpetuarse en el poder. Objetivo que tiene desde el año 1999.

Hay muchas más razones, donde impera la economía, la independencia y la supremacía, todas ellas, conllevan a enfrentamientos muerte y dolor.

Para resaltar es indudable la demostración de amor de los ucranianos por su país, su deseo de mantener su independencia y las muestras de amor, dignidad y entrega, si es necesario, de su vida. Hemos visto políticos, deportistas, personas del común con las armas en la mano para defender su tierra, actos de heroísmo múltiples, como cuando personas desarmadas impidieron el paso de un tanque y este no los atacó, ni paso sobre ellos, prefirió dar una vuelta y regresar.

La guerra no conduce a nada, la invasión de un país a otro tampoco, porque el que hace fuerte un país es el sentimiento de nación y este está en la mente de los hombres. Podrán tomarse a Ucrania, pero el sentimiento de nación jamás se perderá y los rusos no ganarán nada diferente al odio y al repudio, aunque estoy seguro que más de la mitad de su población no quiere guerra. Basta ya. No más muertes sin razón.

Insisto...

En continuar hablando del Pacto Histórico, de sus figuras predominantes, aspirantes al Congreso que están impregnados de historias nefastas y acusaciones que enturbian su accionar, del mal que le hacen a Colombia y de las consecuencias económicas y sociales que tendremos si es elegido presidente del país Gustavo Petro.

Me decían desde niño, en mi casa y en el colegio, que uno se debía formar para capacitarse adecuadamente en los saberes que por gusto decida, pero más aun para contribuir al crecimiento y fortalecimiento de las comunidades donde se vive y por ende buscar que los ciudadanos tengan mejor calidad de vida. Ello sin duda alguna es el deber ser, crear condiciones de bienestar, pero trabajando y aportando al Estado y por consiguiente al desarrollo de los pueblos.

Escuché este fin de semana pasado algunas entrevistas al candidato Petro, en varios medios periodísticos nacionales y en todo ellos da grima, tristeza oírlo, siempre atacando la institucionalidad, a los empleadores, y en general expresando claramente su animadversión sobre el capital como fuente de ingresos para el país y de sustento para los que trabajan allí.

Se le pregunta si va a iniciar un proceso de expropiación y dice que no, pero a continuación dice sin sonrojarse que subirá los valores de los prediales y que aquellos que tengan más de una vivienda, estas se le comprarán, es decir no habrá incentivo para que las personas crezcan el patrimonio. Posiblemente procederán a vender sus bienes y se retirarán del país.

Yo insisto en expresar con claridad a los ciudadanos el peligro latente, real, que existe que este señor Petro sea presidente de Colombia, país que no se lo merece. Es un hombre con un pensamiento absoluta y totalmente contrario a los valores democráticos, los mismos que atacó como guerrillero del M-19, como promotor de la primera línea en las mal llamadas expresiones populares que se realizaron en el 2021, y que regresan nuevamente, en estos días, al escenario público. También, con sus palabras, en los diversos eventos que realiza por todo el territorio nacional, se evidencia que es un autoritario, que no sé por qué razón las juventudes menores de 25 años le copian.

Él dice abiertamente y sin titubear, que “la riqueza es de quien la necesita, no de quien la crea y quien posee riqueza en cualquier medida es en esencia enemigo del pueblo”, por ello, basta con leer esta frase, y no puede quedar duda alguna en la mente ciudadana que el camino de Colombia será el de la expropiación, la perdida de la propiedad privada, la destrucción de la empresa privada y por consiguiente el empobrecimiento generalizado del pueblo colombiano.

Remata diciendo que “la propiedad es casi siempre un hurto a los pobres, y la Colombia Humana se encargará de redistribuir en bien de ellos, lo que otros injustificadamente aluden como propio”. Además de mentir, va en contra del empresarismo, de esos hombres y mujeres que, por décadas, con esfuerzo y sufrimiento, han construido empresas, que acompañados de sus familiares y empleados se han mantenido en el tiempo y pagan impuestos, salarios, prestaciones sociales, aportan desarrollo y sostenibilidad a Colombia. Si solo pudiera decirnos que han construido ellos, bastaría para conformarnos, pero no, mienten, dan como verdades lo que no es cierto y entonces se convierten en los adalides de la justicia y el orden social, cuando desde su niñez ha construido violencia y odio, ese es el verdadero aporte de este ciudadano colombiano, que encarna la maldad.

Es pues un horror el solo pensar que sea posible la debacle para nuestro país. Estemos atentos, analicen con detalle el accionar de Petro y se darán cuenta de que no es posible votar por él y su grupo, ni en las elecciones de marzo 13, ni en las presidenciales. Ojo abierto que se acaba la democracia y el país de bienestar que podemos construir combatiendo la corrupción, y teniendo una mejor justicia y un legislativo serio, preparado y constructor de una mejor sociedad.

Están avisados.

Salto al vacío

Se da cuando no hay esperanza, después de estudiar alternativas, de buscar luces en el futuro, de haber sentido en el interior el fuego del desasosiego, el miedo, el dolor de los acontecimientos que lo han rodeado en la vida, la angustia. Al final el salto es la solución, no hay otra, es el final de todo, es la única forma de que la mente descanse y el cuerpo se relaje, ya no es posible cambiar el futuro, ni arreglar el pasado, es pues un salto sin retorno.

En esta disyuntiva estamos los colombianos, por un lado somos muchos los que creemos y pensamos que es posible, viable enderezar el presente y el futuro, que para superar las dificultades del pasado debemos encontrar las formas posibles, que las hay, para no continuar en ese despeñadero de la violencia, muerte, destrucción, corrupción, desconfianza ciudadana, indisciplina social y desorden, que han conllevado a que la democracia esté en jaque, esa posición del ajedrez que indica que el rey está riesgo y es así donde todo puede suceder: o se salva con una hábil jugada o queda en mate.

Pero, antes de perder la partida y considerando que estamos en riesgo, quiero de corazón y con la razón invitar a los ciudadanos colombianos que día a día dan todo por su familia, por el trabajo, por construir una buena forma de vida a que entiendan que el juego de la democracia es ahora o nunca, si se pierde perderemos todo lo que se ha construido en décadas y no se recuperara sino en 20, 30 o más años, cuando todo sea complicado y casi imposible de recuperarlo, cuando ya no quede nada de esta forma de vivir, porque estaremos en la pobreza absoluta, sin norte, ni brújula que nos permita tener un buen panorama, no existirán empresas, los capitales se irán lejos y aquí no existirá sino la oscuridad, el miedo, el terror y el acabose. Pellizquémonos, defendamos nuestro sistema que es bueno y aunque tiene problemas juntos las superaremos.

Invito a que pensemos en familia, con los amigos, en el trabajo, que los principios en los que se sustenta la democracia están en vilo, la libertad, la propiedad privada, la libre empresa, la libre determinación, el respeto por las instituciones, inclusive hasta las mismas amistades porque ellos se encargan de crear desunión y desconfianza entre nosotros mismos.

No se puede olvidar que la izquierda nunca puede mostrar resultados positivos, la economía es un fracaso, el apoyo social inexistente, el agro se pierde, las empresas desaparecen a una velocidad increíble ya sea por causa de las expropiaciones, o del mal manejo que le dan a las que adquieren, el deterioro de las familias se acrecienta, se alejan algunos, otros se odian por causa de la política, en fin. Ustedes tienen que recordar, leer sobre esos sucesos, entender que lo que ocurrió en Rusia después de la abdicación del zar Nicolás II, fue un desastre y generó desde ese mismo día la entrada del comunismo a esa región, y luego Stalin quien en el poder asesinó a más de 50 millones de rusos. Así reinó en esos largos años la pobreza y el desabastecimiento en el que vivió Rusia hasta que se tumbó el muro de Berlín, símbolo de la libertad. Pueden observar que fueron varias generaciones las que sufrieron el oprobio, la persecución y la muerte, sin posibilidades de defenderse.

Textualmente copio la frase recogida en una grabación de archivo de la BBC que dice así: “la revolución rusa llegó como un ladrón en medio de la noche. Sabíamos que iba a llegar, pero no teníamos idea cuándo. Y de pronto ya estaba ahí”.

En Colombia sí sabemos que ya están trabajando en la revolución, esperan simplemente el resultado de las elecciones, para ver si por las buenas o por las malas se toman el poder. Espero que no sea por la buenas y que por las malas sea imposible, porque estaremos los ciudadanos en pie de lucha para defender lo que no fuimos capaces de hacer cuando la primera línea intentó causar el caos y actuar como se actúa en las revueltas, con destrucción, terror y causando miedo.

Los comunistas liderados en El Pacto Histórico, por Petro, Bolívar, Roy Barreras y otros más no pueden ganar, nunca han tenido una buena idea, no construyen empresas, ni han generado un solo empleo, atacan el Estado y viven de él.

Basta ya. ciudadanos colombianos los invito a escoger con serenidad, apoyando a la democracia y sin miedo de ejercer el derecho al voto. Hoy o nunca.

Sucesos de la semana

En su editorial para esta semana, el doctor Antonio Montoya H., revisa y se pronuncia sobre cinco temas que hoy son noticia: (1) la guerrilla que siempre hace presencia con sus actos terroristas cuando estamos en época de elecciones debe ser enfrentada con toda contundencia, (2) el Movimiento de Salvación Nacional que sigue los pasos del líder Álvaro Gómez Hurtado se está convirtiendo en una importante alternativa, (3) a pesar de lo que diga el alcalde Daniel Quintero, su proceso de revocatoria continúa, (4) se espera que el diario El Colombiano siga trabajando por la ciudad y el departamento a pesar del cambio de accionistas, y, (5) El mal camino que le da Fecode a la educación pública y la amenaza de un nuevo paro nacional. No dejes de escucharlo.

Proponemos

En Colombia las cosas no funcionan bien porque las tres ramas del poder, la ejecutiva, legislativa y judicial, son lentas, paquidérmicas; no actúan a tiempo y dejan al garete la decisión sobre los temas de importancia para el país ya que se dedican únicamente a lo cotidiano. Así ocurre con el estudio, discusión y aprobación de leyes fundamentales y con las reformas que se requieren; pasan los meses, los años y no pasa nada, diluyen en el tiempo el tomar el toro por los cuernos y empoderarse definitivamente del buen rumbo del país.

Violando la justicia así está sucediendo con temas vitales de los ciudadanos. La Registraduría Nacional, el Consejo Nacional Electoral (CNE), la justicia, entidades del Estado, diluyen limitando al ciudadano en el ejercicio de sus derechos surgidos de la Constitución Nacional. Ejemplo claro lo es la figura de la revocatoria, en la ciudad de Cúcuta se aplaza la fecha de votación, en la ciudad de Medellín, con todo tipo de argucias, también dilatan la decisión de fecha para votar, es decir, todas las instituciones torpedeando un derecho ciudadano, y, además, lo más horrible es que se presentan tutelas que se ganan y a pesar de ello vuelven e interponen más; esas son acciones temerarias que afectan la institucionalidad y se pierde el respeto por la ley.

Soy un convencido de que el ejercicio del debate es bueno para el país, que con un instrumento jurídico como la revocatoria, el pueblo puede ejercer su poder para decidir si el camino iniciado por un alcalde cualquiera va en contra del plan de trabajo presentado en la campaña o no convence al ciudadano. En ambas situaciones se debe respetar la posición del pueblo y por ende quien ostenta el poder no puede ni debe ética y moralmente impedir el desarrollo de esa actividad del constituyente primario.

Por ello, y ante tanta dilación para la certificación que se requiere para fijar fecha de votación, están surgiendo ideas que tienden a demostrar que el poder ciudadano está por encima de aquellos que quieren impedir su ejercicio y eso lo observo con beneplácito. Yo lo coadyuvo, no me da temor expresarlo de frente. Esa idea consiste en proponer a los ciudadanos efectuar de manera simbólica una votación, un sábado o domingo, con jurados, cumpliendo las formalidades que se requieran, invitando a todos para que se expresen con base en la siguiente pregunta así: ¿SÍ o NO está usted de acuerdo, con la revocatoria del alcalde? El resultado sería una muestra de lo que el pueblo quiere. Si gana el SÍ, para el alcalde sería una muestra palpable del sentir ciudadano que le estaría diciendo que no debe continuar, aunque esa votación no tenga la fuerza legal, si tendría incidencia moral, y si gana el NO, tendríamos que aceptar esa decisión y esperar el final del periodo con resignación, solicitándole que cambie su forma de gobernar; sería una simple petición.

Lo que conlleva esa ceremonia de salir a las urnas, ir a los mismos lugares donde se ejerce el derecho o cerca de ellos, porque seguramente no nos los prestan para esa votación, es una enseñanza para cualquier gobernante ya sea alcalde, gobernador o presidente, en la que claramente se demuestra que no se puede gobernar a espaldas del pueblo, y que este, el pueblo, decide, al final del cuento, su propio camino.

Esperamos opiniones, para que todos participen en la construcción de esta propuesta, proponiendo cuál sería la mecánica del proceso si es favorable o la opinión si no la consideran viable, antes de continuar impulsando esta decisión ciudadana de ir a las urnas como una muestra de desobediencia civil.

Lecciones del pasado

Siempre mi padre me dijo: Anto, como me llamaba, nunca podés pensar en el futuro con claridad y objetividad, si no reconoces y entiendes las enseñanzas del pasado, a lo cual, obviamente, uno a edad temprana no le para bolas y cree que es un cuento del papá para echar cantaleta o para vanagloriarse de lo que hacía. Afortunadamente siempre fui muy apegado a él y él a mí, y logró ir mostrándome a través de las conversaciones, la historia, las cosas importantes y baladíes de la vida, los sucesos que se iban dando unos a otros, la explicación del porqué y lo que iba a suceder sino se daba un movimiento específico y esto, hoy para mí, años después de su fallecimiento, sigue siendo como una brújula que me va orientando en el caminar de la vida.

Traigo este cuento a colación para mostrarle a la gente, a los ciudadanos colombianos, que no podemos repetir la historia. Nuestros grandes personajes de la humanidad previeron lo que se venía en sus discursos, escritos o exposiciones en diversos eventos y nadie paraba bolas, por el contrario, otros ministros y hasta personas de la monarquía negociaban con el enemigo pretendiendo con ello firmar acuerdos y quedarse aislados de los conflictos que se venían. Así Rusia negoció un acuerdo de no agresión y de nada le valió, lo invadieron. Otro de ellos fue el inglés Arthur Neville Chamberlain, que firmó el llamado acuerdo de Múnich, que fue un desastre. Así, todos esos acuerdos al final del cuento no sirvieron para nada a causa del deseo Hitler de construir un gran imperio, los maquinó perversamente para tranquilizar el contrincante y luego darles la estocada final e invadirlos. Esa es la trágica historia de los pusilánimes, de aquellos que se doblegan fácilmente, que viendo lo que viene resignan por mantener la tranquilidad un tiempo. Así se fue generando lo que fue la Segunda Guerra Mundial de seis largos años, con millones de muertos de lado y lado, destrucción, dolor y lágrimas, y que requirió una acción conjunta para derrotar a quienes querían a toda costa obtener territorios y dominio.

Todo esto se hubiera evitado si los gobernantes y los ciudadanos, desde el inicio cogen las riendas de su presente, no se dejan doblegar y hacen que impere el orden, la tradición y el respeto por la ley.

Observo con preocupación que todo esto que narré, pueda darse en Colombia; políticos aliados con personajes populistas, que no saben administrar y se camuflan con ellos solo por acomodarse en un futuro gobierno de izquierda, traicionando sus ideales, a las personas que los apoyan, alejándose de la realidad. Se les olvida que ellos, los comunistas, los de la primera línea, toman todo lo que se les ofrece y no dan nada a cambio, luego los desechan, después de haberlos utilizado para obtener sus objetivos.

Esta oportunidad de salvar la democracia no se puede perder. Es ahora o nunca y lo logramos eligiendo al Congreso los mejores, luego votar en las presidenciales por ideas, personas serias y trabajadoras; tenemos gente buena Federico Gutiérrez, Álex Char, Óscar Iván Zuluaga, y otros más, pero nunca Petro.

Salvemos la democracia

Sí se requiere una reforma

El principio de la justicia es lograr la verdad, fallar en derecho, con pautas dadas a través de la jurisprudencia, la doctrina y con criterios ciertos. Esa es la justicia que nos enseñaron en las aulas universitarias, la que obedecía a la sana interpretación de los hechos para proferir un fallo justo; obviamente una de las partes podría perder, pero el desarrollo del proceso casi que cantaba ese veredicto y al juez que lo emitía lo encumbraban sus propios colegas y su imagen era respetada por la opinión pública, lo cual le permitía subir en la pirámide judicial. De esta manera muchos de auxiliares de juzgados llegaron a ser magistrados de tribunales y luego ascendieron a las altas cortes; no era un proceso corto, era lento y llegar allí era por méritos, no por politiquería como es hoy.

La Constitución del 91, politizó la justicia, a la rama judicial, y eso ha traído grandes perjuicios a la institucionalidad. Es tan cierto que existen magistrados de la corte pagando penas de prisión por corrupción en sus decisiones, ya fuese por acción o por omisión, pero siempre, de por medio, está el dinero que los corrompió. En la rama judicial nos encontramos con hechos que conllevan procesos contra jueces, fiscales y auxiliares; esto no se veía antes y es por causa directa de la Constitución del 91, ya que no se eligen por méritos se designan a dedo y por compromisos adquiridos.

De manera que aquí se requiere un cambio profundo, estructural, que le devuelva la dignidad a la justicia y para ello hay que alejarla de la política y de los políticos.

Miren un caso reciente como es el de la revocatoria: leyes claras, procesos claros, términos precisos y resulta hoy, que después de un año, se dice que se suspenda el proceso porque se dijo que se contrató a un abogado por la suma de $1.500 millones, lo cual no fue cierto. Se certificó en ese despacho que nunca se pagó ese dinero y lo expresó el abogado. Sin prueba alguna, sin soportes, quieren torpedear un proceso a través de medios judiciales. Esa decisión de cerrar la investigación desde hace un año, fue planeada, la tenían prevista esos señores para cuando se presentara la necesidad y esta surge cuando tienen que certificar la validez de los datos contables, lo que permitiría que el presidente fije fecha de ir a las urnas para votar si el alcalde continua o se va. Canallada contra Medellín y los antioqueños, pero se persistirá hasta la victoria final.

Se han interpuesto contra el alcalde de marras, demandas penales a título penal por muchas personas, se le han puesto quejas en Procuraduría, Contraloría, Fiscalía, es decir, en todas las “ías” y no pasa nada. Entiendo que hay hasta demandas por temas sexuales y no pasa nada, entonces ¿cómo creer en la pronta y eficaz justicia? Es la respuesta que los fiscales y jueces nos deberían dar. Qué remedo de justicia, para unos sí actúa rapidez sustentada en falsedades y para otros, los procesos son lentos y dilatados en el tiempo.

Las razones para revocar están, han sido expresadas por el vocero, y a los otros ciudadanos que tenían la intención de participar les impidieron hablar. Qué equidad, igualdad y justicia… me río de ellos. Precisamente este sistema judicial es el que hay que cambiar por un sistema democrático que sea válido, al que no se le permita darse el lujo de impedir procesos legítimos. Y si el alcalde se cree tan fuerte, pues demuéstrelo en las urnas y confirme que el pueblo esta con él.

Razones para un cambio en Colombia son muchas, sí existen. Simplemente las enumero porque se hablan de ellas y nunca pasa nada por lo que considero nosotros mismos debemos empoderarnos y actuar; ellas son entre otras:

  1. Reforma al Congreso (disminución de congresistas, menos tiempo de vacaciones, congelar salarios por algunos años, pagar por asistencia, mayores requisitos para ser congresista) en fin cosas concretas y no pasa nada.
  2. Exigencia de requisitos para contratar con el Estado y nunca aceptar contratación directa.
  3. No pagar anticipos en los contratos.
  4. Que se emitan fallos en procesos pendientes de corrupción, que son miles y miles, y se dan en todo el país. Un día de estos enumeraré a muchos de ellos.
  5. Que no exista casa por cárcel para nadie.
  6. Que se cumpla la ley, y no es un pedido, es una exigencia.
  7. Que a los militares se les juzgue con el mismo rasero de la justicia especial.
  8. Que los exguerrilleros se ganen el cargo en elecciones, no regalados y sin pagar condena alguna.
  9. Que los jueces fallen en justicia, con base en el ordenamiento legal colombiano y no con base en sus propios criterios.
  10. Que los violadores nunca vuelvan a la calle.
  11. Que los feminicidas, se pudran en una prisión, sin derecho a llamadas, ni visitas.

En fin, todos tenemos opiniones diversas que enriquezcan estos prioritarios cambios y por ello los invito a que me escriban y entre todos construyamos el país que queremos.

Pero, los invito a que iniciemos el cambio con la revocatoria del alcalde de Medellín.

Propósito común

En todo grupo social que esté unido y que además sobresale por el sentido de superación en el logro de objetivos, siempre se percibe que existe un propósito común, que es el que les da fuerza y coherencia al trabajo que se realiza. Para cada caso, para cada proyecto, el propósito común puede variar, pero siempre está presente la unidad del grupo y la perseverancia para obtener resultados.

En Colombia tenemos un sentimiento de nación, que es el que podemos diferenciar del concepto de Estado, y que entendemos por él, en un sentido simple, a “un grupo social delimitado espacialmente bajo el seno del cual se ejerce el poder político, económico y social”. Por ello aceptamos que Colombia, nuestro territorio, que linda con dos mares y las naciones de Brasil, Ecuador, Perú, Venezuela y Panamá, se diferencie de ellos por el propósito, por el sentido de unidad, por la perseverancia en trabajar unidos y desarrollarnos por el apoyo de cada uno para que cada región sobresalga. Al final intentamos que cada parte del territorio prospere y logre superar las dificultades de su región y así el sentido de nación impere y mantenga su unidad.

Por ello, en mi opinión, es más importante el sentido de unidad, de propósito común, que el mismo territorio. Como ejemplo puedo decir que los palestinos y los israelitas, que son grupos humanos unidos por la historia, la tradición y sus creencias, fueron primero naciones que Estados.

Por lo tanto, hoy en Colombia debemos recuperar ese sentimiento de unidad, de propósito común, y para iniciar debemos aceptar que no hay lugar, región o sitio que sea más importante que otro y que cada conciudadano es igual, independiente de la gran ciudad que habiten o del pequeño lugar de residencia que tengan. Allí, en cada lugar, podemos tener un sentido de nación, aquello que nos hace sentir parte de algo, en este caso, de un territorio y de un Estado.

He tenido la oportunidad de recorrer nuestro territorio tanto la zona del pacifico,  como la del atlántico y desde Nariño  hasta la guajira y puedo afirmar que todas y cada una de las personas con las que comparto se sienten felices de vivir y haber nacido en Colombia, pero, todas ellas esperan y desean una mejor presencia del estado en sus territorios y con esos conceptos  podrán apreciar ustedes como el sentido de nación existe, pero imploran presencia del estado, por lo tanto en las regiones tenemos serios problemas económicos y sociales y debemos resolverlos.

Todo esto me lleva a pensar que es importante que pensemos, actuemos y cambiemos el modelo de gestión administrativo en nuestra Colombia. Debemos descentralizar, dar vida a la autonomía regional que implora la región de la costa y que también añora Antioquia, y así dividamos el país en regiones autónomas, que tengan más control y decisión de sus ingresos y de sus propios proyectos. No se trata de separaciones, seguiremos siendo un solo país más descentralizado, no dependiendo del centralismo que nos ahoga, y así las asambleas departamentales y los concejos municipales serán más importantes y valiosos en el desarrollo de cada región. Seguramente será una sola asamblea por región y se continuará con los concejos municipales.

Aprovecho la oportunidad de dar respuesta a un ciudadano, amigo mío, por cierto, que me dijo que yo prefería a los antioqueños por encima de los de las demás regiones, lo cual no es cierto. Así le respondí, porque tengo conocidos que valoro, aprecio y en general veo el esfuerzo de cada una de las personas de esas regiones por superarse y eso a mí me llena de emoción. Tienen mi apoyo, los impulso y quisiera poder hacer más por el mejoramiento de las condiciones de vida de ellos y sus familias, pero, lo que sí es cierto es que he logrado la unidad del territorio en muchos aspectos, en el respeto, la valoración de las características étnicas propias, sus tradiciones y necesidades. Reconozco la importancia de sus regiones y cómo se le aporta al folclor. Cada uno de ellos reflejan la sensación de unidad y de sentido de nación, por lo cual, al final de cuentas, no tengo sino agradecimiento y aprecio por todos ellos y sus familias.

Todo esto para reafirmar que cada región podrá superarse y crecer si sus dirigentes trabajan por la región, se crean empresa grandes o pequeñas, se respetan los dineros públicos y damos mejores condiciones de vida a nuestros hermanos colombianos.

Los invito a que ese sentimiento de nación, el querer pertenecer al Estado de Colombia, sea para mejorar, superarnos y pensar en el bienestar colectivo y no en el personal.

Un Estado autonómico, respetuoso del derecho de las otras regiones, facilitará el apoyo y trabajo conjunto entre regiones para hacer un país grande y libre, así tendremos todos un propósito común.

Salarios mínimos diferenciales

Recientemente, en Chile, obtuvo el triunfo en las elecciones presidenciales el candidato de la izquierda Gabriel Boric, estudiante de derecho, manifestante en las calles por mucho tiempo, hombre que no ha ocupado cargo público alguno y sin experiencia empresarial. Así, representando a la izquierda, quiere cambiar el destino de ese país, resultado que veremos con el trascurrir de los meses y años siguientes.

Allá se tuvo la experiencia en el año 1970, con un hombre preparado, médico, intelectual y de izquierda, un soñador que fue candidato a la presidencia tres veces antes de obtener el triunfo. Hablamos de Salvador Allende, quien impetuosamente instauró el cambio y se perdió la industria, se cerraron los hospitales, se encareció el costo de la vida, se abandonó el agro productor, en fin, en pocos años se dio un golpe de estado y los militares encabezados por Augusto Pinochet, se tomaron el país. Y se originó una desbandada de la izquierda por todo el mundo. Pinochet gobernó con mano fuerte, fue reelegido y luego dejó el poder, pero continuó con el mando del ejército y, como siempre ocurre, luego de estar muchos años idolatrado por su pueblo, cayó en desgracia, fue sometido a juicio, perseguido y condenado. Hoy no se reconoce su trabajo en defensa de la institucionalidad, en la creación de empleo e industria, se habla del como si fuera ave de mal augurio.

Espero y deseo que no se repita la historia y este presidente logre mantener el crecimiento y desarrollo de Chile, y termine con la vandalización de las ciudades, que tanto daño hace a una nación, crisis de la que fue parte activa.

¿Por qué un país como Chile cae nuevamente en la izquierda?, es una pregunta difícil de explicar, pero puedo decir que influyó mucho la pandemia, que generó desempleo, hambre y cierre de empresas, además, también se debe considerar la caída en las encuestas del presidente Piñeres y la promesa de una nueva constitución que se está formalizando a través de la constituyente que allí se aprobó.

Esta enseñanza, deseo traerla a colación en este articulo porque nosotros, en Colombia, hemos sido gobernados por personajes de izquierda en Bogotá y Cali, y los mal llamados independientes, en otras ciudades como Medellín y Pasto, sin olvidar el departamento del Magdalena, con resultados desastrosos en sus gobiernos, sobre todo en Bogotá y Cali, terrible, sin coherencia administrativa, despilfarro, empobrecimiento de las ciudades, promoviendo manifestaciones, cierre de vías, daños a la propiedad. Ellos, así y todo, quieren gobernar el país, qué esperanza.

Tengan claro y no se les olvide que la izquierda, el comunismo, llegan al poder para quedarse, entronizarse y no soltarlo sino por las malas. Cierran Congreso, cambian la Constitución y viene el acabose. Sin miedo se los digo si llega a ganar lo que representa Gustavo Petro, el país, se divide, viene el conflicto y se acaba.

También digo sin temor que Antioquia no admite gobiernos que nos vulneren los derechos, nos acaben con el tejido empresarial, con la innovación, con el respeto por la propiedad privada, la libertad de movimiento, la libre expresión, el empleo y el desarrollo social. Puede verse reflejada esa vocación de liderazgo e independencia en la lucha que se tiene con el proceso revocatorio para sacar un alcalde que no genera confianza, ni respetabilidad.

Ciudadanos, es hora de reflexionar y pensar con seriedad en qué país desean vivir, en el que promete y no cumple como el liderado por la izquierda populista, que no ha generado a través de sus líderes una sola empresa, no ha generado un solo empleo, porque han vivido de la burocracia, la misma que desean acabar, la que ellos utilizan para vivir y allí, devengando como congresistas, sin pagar un solo día de cárcel, los que secuestraron, mataron, violaron, extorsionaron y que ahora se hacen pasar como demócratas cubiertos en las sombras de la democracia que ellos mismo combatieron y quisieron destruir. Es un oscuro futuro el que nos depara Petro y sus secuaces, Timochenko y su banda de terroristas protegidos por la JEP; vaya país el que vamos a tener, sin democracia, sin libertades.

Tenemos la opción del otro país en el que vivimos hoy, al que sin duda alguna hay que hacerle reformas de fondo, quieran o no quieran los congresistas actuales, en el que la justicia opere, que las cortes sean independientes y no elegidas por el Congreso, que no existan ternas del presidente, en fin, donde la rama judicial sea independiente, piense en Colombia y no en intereses propios, que sea aquella justicia que dé tranquilidad y confianza.

Que el congreso se disminuya a la mitad, que existan una serie de requisitos para ser elegido congresista, la sola edad no basta, que trabajen todo el año, que se castigue la inasistencia, y que estudien y analicen qué es lo que sirve en miles de leyes que se aprueban sin sentido y no tienen ningún interés para el ciudadano, es decir, que tengamos menos leyes pero que sean eficaces se cumplan.

Que tengamos más autonomía en las regiones, administrativa y fiscal, que el centro no sea Bogotá, sino que las regiones o departamentos tengan sus propios tributos y de ellos envíen un porcentaje a la capital, pero no todo, o casi todo, como ocurre hoy, y que las asambleas y concejos sean el centro del gobierno, fortaleciendo la vida en los municipios.

Hay que estar de acuerdo todos en lo fundamental, que es que la corrupción tanto pública como privada se extirpe de la mente de cualquier persona, que el que sea funcionarios públicos es porque quiere servir al país.

Si hacemos esto y actuamos en orden y disciplina tendremos un país democrático, respetuoso de la ley y con desarrollo social, un país donde todos tengamos espacio, y la muerte y la violencia desaparezcan.

Que lo que pasó en Chile, Perú, Nicaragua, Cuba y Venezuela, y lo que va a suceder en Brasil, no nos asuste, y nosotros tomemos decisiones contrarias a las impuestas en dichas naciones.

Chile y su enseñanza

Recientemente, en Chile, obtuvo el triunfo en las elecciones presidenciales el candidato de la izquierda Gabriel Boric, estudiante de derecho, manifestante en las calles por mucho tiempo, hombre que no ha ocupado cargo público alguno y sin experiencia empresarial. Así, representando a la izquierda, quiere cambiar el destino de ese país, resultado que veremos con el trascurrir de los meses y años siguientes.

Allá se tuvo la experiencia en el año 1970, con un hombre preparado, médico, intelectual y de izquierda, un soñador que fue candidato a la presidencia tres veces antes de obtener el triunfo. Hablamos de Salvador Allende, quien impetuosamente instauró el cambio y se perdió la industria, se cerraron los hospitales, se encareció el costo de la vida, se abandonó el agro productor, en fin, en pocos años se dio un golpe de estado y los militares encabezados por Augusto Pinochet, se tomaron el país. Y se originó una desbandada de la izquierda por todo el mundo. Pinochet gobernó con mano fuerte, fue reelegido y luego dejó el poder, pero continuó con el mando del ejército y, como siempre ocurre, luego de estar muchos años idolatrado por su pueblo, cayó en desgracia, fue sometido a juicio, perseguido y condenado. Hoy no se reconoce su trabajo en defensa de la institucionalidad, en la creación de empleo e industria, se habla del como si fuera ave de mal augurio.

Espero y deseo que no se repita la historia y este presidente logre mantener el crecimiento y desarrollo de Chile, y termine con la vandalización de las ciudades, que tanto daño hace a una nación, crisis de la que fue parte activa.

¿Por qué un país como Chile cae nuevamente en la izquierda?, es una pregunta difícil de explicar, pero puedo decir que influyó mucho la pandemia, que generó desempleo, hambre y cierre de empresas, además, también se debe considerar la caída en las encuestas del presidente Piñeres y la promesa de una nueva constitución que se está formalizando a través de la constituyente que allí se aprobó.

Esta enseñanza, deseo traerla a colación en este articulo porque nosotros, en Colombia, hemos sido gobernados por personajes de izquierda en Bogotá y Cali, y los mal llamados independientes, en otras ciudades como Medellín y Pasto, sin olvidar el departamento del Magdalena, con resultados desastrosos en sus gobiernos, sobre todo en Bogotá y Cali, terrible, sin coherencia administrativa, despilfarro, empobrecimiento de las ciudades, promoviendo manifestaciones, cierre de vías, daños a la propiedad. Ellos, así y todo, quieren gobernar el país, qué esperanza.

Tengan claro y no se les olvide que la izquierda, el comunismo, llegan al poder para quedarse, entronizarse y no soltarlo sino por las malas. Cierran Congreso, cambian la Constitución y viene el acabose. Sin miedo se los digo si llega a ganar lo que representa Gustavo Petro, el país, se divide, viene el conflicto y se acaba.

También digo sin temor que Antioquia no admite gobiernos que nos vulneren los derechos, nos acaben con el tejido empresarial, con la innovación, con el respeto por la propiedad privada, la libertad de movimiento, la libre expresión, el empleo y el desarrollo social. Puede verse reflejada esa vocación de liderazgo e independencia en la lucha que se tiene con el proceso revocatorio para sacar un alcalde que no genera confianza, ni respetabilidad.

Ciudadanos, es hora de reflexionar y pensar con seriedad en qué país desean vivir, en el que promete y no cumple como el liderado por la izquierda populista, que no ha generado a través de sus líderes una sola empresa, no ha generado un solo empleo, porque han vivido de la burocracia, la misma que desean acabar, la que ellos utilizan para vivir y allí, devengando como congresistas, sin pagar un solo día de cárcel, los que secuestraron, mataron, violaron, extorsionaron y que ahora se hacen pasar como demócratas cubiertos en las sombras de la democracia que ellos mismo combatieron y quisieron destruir. Es un oscuro futuro el que nos depara Petro y sus secuaces, Timochenko y su banda de terroristas protegidos por la JEP; vaya país el que vamos a tener, sin democracia, sin libertades.

Tenemos la opción del otro país en el que vivimos hoy, al que sin duda alguna hay que hacerle reformas de fondo, quieran o no quieran los congresistas actuales, en el que la justicia opere, que las cortes sean independientes y no elegidas por el Congreso, que no existan ternas del presidente, en fin, donde la rama judicial sea independiente, piense en Colombia y no en intereses propios, que sea aquella justicia que dé tranquilidad y confianza.

Que el congreso se disminuya a la mitad, que existan una serie de requisitos para ser elegido congresista, la sola edad no basta, que trabajen todo el año, que se castigue la inasistencia, y que estudien y analicen qué es lo que sirve en miles de leyes que se aprueban sin sentido y no tienen ningún interés para el ciudadano, es decir, que tengamos menos leyes pero que sean eficaces se cumplan.

Que tengamos más autonomía en las regiones, administrativa y fiscal, que el centro no sea Bogotá, sino que las regiones o departamentos tengan sus propios tributos y de ellos envíen un porcentaje a la capital, pero no todo, o casi todo, como ocurre hoy, y que las asambleas y concejos sean el centro del gobierno, fortaleciendo la vida en los municipios.

Hay que estar de acuerdo todos en lo fundamental, que es que la corrupción tanto pública como privada se extirpe de la mente de cualquier persona, que el que sea funcionarios públicos es porque quiere servir al país.

Si hacemos esto y actuamos en orden y disciplina tendremos un país democrático, respetuoso de la ley y con desarrollo social, un país donde todos tengamos espacio, y la muerte y la violencia desaparezcan.

Que lo que pasó en Chile, Perú, Nicaragua, Cuba y Venezuela, y lo que va a suceder en Brasil, no nos asuste, y nosotros tomemos decisiones contrarias a las impuestas en dichas naciones.

Enhorabuena

El gobierno nacional, en cabeza del presidente Duque, rompió esta Navidad la seguidilla de varios años sin lograr acuerdo en el incremento del salario mínimo, lo cual se logró en la mesa de concertación pactándose un incremento en el salario del 10.07% a partir del 1 de enero de 2022, lo cual es un buen augurio.

Salen como siempre las voces contrarias al acuerdo; unos dicen que con el millón no se logra satisfacer la canasta familiar mínima y que el subsidio de transporte apenas compensa el valor de los traslados del hogar al trabajo y el regreso a casa. Son opiniones que no afectan el impacto positivo del aumento salarial, más de dos millones de personas tendrán con ello incremento en sus primas, vacaciones, cesantías, intereses a la cesantía, lo cual al final, teniendo en cuenta el factor prestacional, el salario queda en promedio en un millón quinientos cuarenta mil pesos m/l ($ 1,540.000.oo), que en suma ayuda fundamentalmente a mejorar la calidad de vida de los colombianos.

Además, la educación básica primaria, el bachillerato y la superior es gratuita, pagada por el Estado. Ya pasó el tiempo del sufrimiento de las familias colombianas para pagar matriculas anuales, pensiones mensuales y otros gastos generados en la educación, y si se suma ello a un mejor salario, pues sin duda estamos favoreciendo a miles de familias y personas en nuestro país.

También debemos recordar que casi el 94% de los ciudadanos colombianos tienen protección en salud, al estar muchos de ellos protegidos por el Sisbén, y otro tanto hacen parte del sistema de salud tradicional, esto hace que los costos de vida también se reduzcan.

Se debe reconocer la política constructora del país para facilitar la compra de vivienda a los estratos sociales de menor capacidad económica, otorgando subsidios para que puedan acceder a casa propia y así con el techo asegurado haya más paz y alegría en las familias, disminuyéndose el impacto en la canasta familiar.

Hago hincapié en estos avances del país, porque no se puede desconocer que hemos crecido más que cualquier otra nación latinoamericana, consecuencia de que el Estado con sus políticas sociales llega a muchos hogares colombianos.

Es tradición de los enemigos del desarrollo social de Colombia, de los detractores de los grandes avances sociales que se logran cada día, desconocer el cambio de Colombia desde la reforma laboral del año 1991; allí se dieron las normas del cambio en materia laboral, facilitando la contratación y quitando límites a la duración en los puestos de trabajo.

Los gobiernos, en los últimos treinta años, a pesar de las adversidades, de la lucha contra la subversión en la cual se tuvo que disponer de grandes sumas de dinero para dotar al ejército de tecnología, equipos, hombres y municiones, invirtió en salud, educación, vivienda, y recreación; no ha sido estéril la lucha por mejorar las condiciones de vida de los colombianos.

Se debe reconocer el notorio incremento en el presupuesto para la educación superior, cada año, y a partir del 2022, tendrá un mayor incentivo, que permitirá mayor capacidad tecnológica, científica y docente en la formación académica y, además, podrán construirse nuevas aulas y mejorar las existentes. Lo que sí debe tener es una política de protección frente a los bienes públicos cuando son deteriorados y destruidos por estudiantes vándalos y delincuentes de la calle.

No rotundo a aquellos personajes de la vida política, que desconocen estos desarrollos sociales, económicos y normativos; que no se deben a gobiernos de izquierda, se deben a gobiernos democráticos protectores de la vida, la honra y bienes de los ciudadanos; que no hablan por hablar, sino que van paso a paso generando nuevas opciones de trabajo y de formación para el empleo y para que todos tengamos formas de darle vida a las ideas, innovaciones y creaciones.

Debo, a pesar de todos estos grandes cambios, sugerir que la mesa de concertación analice, estudie:

(a.) Una alternativa nueva de establecer un salario en el que, sin tocar el mínimo legal, se incremente el salario en un porcentaje del 15%, y no haya lugar, a la terminación del vínculo contractual, del pago de indemnización.

(b.) Incentivar el trabajo del agro con un salario mínimo superior, porque es allí donde tenemos que volver a vivir y a trabajar. Hay que dotar a los municipios de colegios, justicia, salud y empleo, de manera que sea más fácil construir un mejor país, en donde las regiones y municipios sean generadores de bienestar.

Por último, debemos reconocer el trabajo del presidente Duque que, en épocas de adversidad con pandemia y crisis social, fue capaz de revertir los difíciles momentos, facilitar un crecimiento económico del 9.7 % y un ajuste en el salario del 10.07, además, como ñapa de aguinaldo, logró el pago del seguro en Hidroituango y la continuidad de los contratistas; esa sí es gestión.

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Alumbrados navideños

Recordar lo que era Medellín, hace varios años en la época de diciembre, genera nostalgia, y nos llena de tristeza. La otrora pujante ciudad la recorrí la noche de las velitas en poco tiempo, contrario a lo que ocurría antes que era lento el paso de los carros, no porque fueran muchos, sino porque apreciábamos la belleza de los alumbrados en cada casa del poblado, y a lo largo de la avenida hasta llegar a Envigado, las sedes de las empresas iluminadas, veíamos a la familia afuera conversando y a los niños evitando que se apagaran las velas. Los que estábamos recorriendo el camino en familia o con los amigos, disfrutábamos el paisaje y lo bello de la noche, y así trascurría el largo recorrido lleno de alegría en el que se percibía un ambiente de pujanza y alegría.

Con el paso de los años fue transformándose la forma de iluminar la ciudad y el río se convirtió en su epicentro, con alumbrados que evocaban la Navidad, los Reyes Magos, el pesebre, la decoración de los postes a lado y lado del río, que permitían la iluminación de este, con cambio de color y vivaces destellos que descrestaban a todos aquellos turistas que por esa época venían a la ciudad desde los municipios vecinos u otras ciudades para disfrutarlos caminando, comiendo, jugando, en fin. Ese paseo que se a través del río, y luego, en lo que es hoy el Parque del Río, era maravilloso y evocaba sentimientos alegres, girando todo alrededor de la familia y la Navidad.

Esa noche conversando en el recorrido, mirando las palmas, el centro de la ciudad, el río desde la macarena hasta la 30, la Avenida El Poblado y las casas apagadas nos fue entrando esa desazón que generan los cambios abruptos, sin sentido, que en vez de avanzar muestra un gran retroceso de ciudad y eso es lo que se sintió.

Dicen que la inversión fue grande, y así será el pago que se vendrá en la cuenta de los servicios públicos en los próximos meses del año 2022, pero no hay relación entre el valor de los alumbrados y el resultado, este mayor costo, es horrible, frente a lo que se ve en la ciudad.

De manera pues, que, si nos ponemos a mirar lo que ha ocurrido desde enero 1 de 2020 y diciembre 31 de este año, en Medellín, es decir en dos años de gobierno del alcalde, llegamos a la inevitable conclusión de que no solo han sido dos años perdidos, sino que el retroceso en la ciudad es mayor al tiempo de gobierno. Vamos por mal camino, estamos desandando el tiempo, la ciudad no es la misma, el orgullo antioqueño esta mermado, la pujanza de capa caída, las calles sucias, no se corta el césped, no se podan los jardines, el Jardín Botánico dejado al olvido, Ruta N, sin rumbo, el centro de la ciudad se convirtió en la vivienda cotidiana de los indigentes, la inseguridad crece, el buen comienzo se ve mal, EPM destrozada, llena de burocracia y mal gobierno, la triada entre educación, empresa privada y gobierno inexistente, secretarios en pugna con los ciudadanos, conflictos serios en el Concejo de la ciudad, un gobierno de Medellín, conformado con personas de otras ciudades, sin vínculos reales y sin sentido de pertenencia, en fin, el caos, esperando que no sea el principio del fin.

Afortunadamente el presidente Iván Duque intervino decididamente y evito lo que hubiera sido el descalabro social más grande en EPM, al lograr el pago del seguro y el mantenimiento del contrato con los actuales contratistas para que el proyecto hidroituango logre poner en marcha las dos primeras turbinas en junio del año entrante.

Así que, en este mes de diciembre, estamos añorando épocas pasadas, esperando que se logre rápidamente la definición de fecha y día para la votación de la revocatoria y lograr así evitar el caos total en Medellín.

Una feliz Navidad.

Yo afirmo

Es indudable que uno de los grandes problemas que tenemos en Colombia es el de la elección popular a cargos públicos y entre ellos tenemos los de presidente, gobernadores y alcaldes, Congreso de la República (Senado y Cámara), diputados y concejales, para no referirme sino a los más representativos en la democracia. Esa problemática se da desde la Constitución colombiana que no exige sino edad y ser ciudadano en ejercicio para acceder a esos cargos públicos, y por ello, en mi opinión, tenemos el origen de las grandes dificultades que se tienen que sortear para poder tener leyes serias, coherentes, que faciliten la vida en comunidad y no como ocurre hoy que son leyes llenas de intereses personales, desconociendo el beneficio o interés colectivo lo cual no se perciben sino al final, después de ser aprobadas y estar vigentes.

En muchas ocasiones se aprovechan del desconocimiento de la misma ley, de la forma en que funciona el sistema de aprobar las leyes, las ordenanzas o los acuerdos, que los llevan a cometer grandes errores que perjudican a la comunidad. Ello se da porque no están preparados, no tienen experiencia publica, no son profesionales, ni técnicos, ni tecnólogos; muchos son hombres de bien que llegan a esos cargos con una gran voluntad, pero que rápidamente caen en los acuerdos y compromisos adquiridos.

Hay recordados casos, pero no quiero decir nombres para no molestar u ofender a las personas, que es de lo que más nos tenemos que cuidar, porque una mala frase, una palabra mal utilizada queda en la mente y el corazón de quien ofendemos y difícilmente se borra esa sensación de malestar y dolor, por ende, no incurriré en él. Solo manifiesto que en las campañas los políticos de carrera, curtidos en los avatares de elecciones recurren a personas muy reconocidas, buenas, con grandes logros en sus vidas, pero con un desconocimiento total de la vida política. Como magos que son los ilusionan y les pintan pajaritos prometiéndoles ayudarles a que sus comunidades mejoren la calidad de vida, y llegado el día se dan contra la tierra al vivir en carne propia, con crudeza, su triste realidad. Entienden que los llevaron a distintos sitios únicamente para contar con esos votos recogidos por el reconocimiento de sus glorias, y luego se ven abandonados, tirados, votando proyectos sin razón, qué triste eso.

Sin duda alguna la no exigencia de mayores requisitos para acceder a cargos públicos lleva a obtener los desatinos que permanentemente vemos en el texto de las leyes, por cuanto gobernar no es tarea fácil y menos cuando el desconocimiento de las normas conlleva al surgimiento de más problemas, leyes injustas, mal redactadas y con problemas jurídicos.

Podrán entender por qué en nuestro país no se reforma el Congreso. Una simple razón, porque ellos mismos lo deben hacer y por ende no existe el interés legítimo de reformarse, de dar muestras de trasparencia. La mayoría de los congresistas están maniatados, no tienen la fuerza necesaria los pocos que deseen disminuir el número de congresistas y los salarios, no hay con quien, la ignorancia y la torpeza impedirá la gran reforma que se requiere y los mismo en la justicia. Es que, sin estructura, sin entender el concepto de democracia, de respeto por la ley, sin conocimiento de las diversas ramas del saber, no podrán, más allá de sus narices, gobernar.

Por todo lo anterior, es que preocupa la forma en que se están conformando las listas para las próximas elecciones de Congreso, a dedo. Cada jefe o grupo las va armando de acuerdo con los intereses partidistas y no con base en el conocimiento, el respeto por la ley y el orden.

Estamos equivocando el camino, el país requiere desde sus gobernantes ortodoxia en el manejo público, que nos dirijan y gobiernen personalidades que enarbolen valores, prestigio, conocimiento, disciplina y orden, y lo que veo es lo contrario, personajes groseros, intolerantes exigen respeto, pero no lo dan, son enemigos de la democracia aspirando a los cargos públicos para coadyuvar a la destrucción de Colombia.

Es la oportunidad, única, última para reflexionar con seriedad al momento de ir a las urnas, no votemos por los amigos, votemos por quienes han sido verdaderos defensores de la democracia, que están preparados y tienen en su mente al territorio nacional y a ellos démosle todo el apoyo, fuerza moral y acompañamiento real.

Viva la democracia, viva la institucionalidad.

El Partido Liberal

Ha sido vital para la subsistencia en el tiempo de la democracia en Colombia, aunado al Partido Conservador, y ambos han tenido la hegemonía en las decisiones públicas y en las grandes soluciones del país, pero, hoy me referiré únicamente al liberalismo, a sus ideales y principios y qué importancia tiene en la vida nacional este otrora importante partido.

Debo decir que soy liberal, convencido de que, a través de la libertad, la propiedad y la seguridad se puede desarrollar todo el ideario y buscar el bienestar de los ciudadanos con equidad y justicia social.  

También debo decir que respeto, tolero y comparto ideas conservadoras, porque mi vida la he regido conjuntamente con esas dos ideologías, que permiten de una manera armoniosa desarrollar a Colombia, bajo dos parámetros diferentes pero que al fin de cuentas tienen un objetivo común que es la convivencia sana, la libertad y la distribución del ingreso y la riqueza no quitando, sino estableciendo los medios para lograrlo, para ello es necesario promover la educación, el trabajo , la igualdad de oportunidades y la igualdad de condiciones.

Lo que si no entiendo es lo que ocurre hoy en el Partido Liberal, donde un expresidente se adueñó del poder, no hay discusión, no se somete al debate las alternativas que surgen para fortalecerlo, está entronizado y los aires de renovación no se ven, sus hombres se van retirando y montando rancho a parte para buscar nuevas alternativas políticas, no para trabajar con base en una ideología, sino para tener su grupo partidista como una empresa electoral, llena de ambición y de intereses personales, contrariando el pensamiento liberal.

Hoy se debe estar revolcando de la impotencia el fundador del partido José Ezequiel Rojas, quien el 16 de julio de 1848, en el acta de fundación fijó los principios que lo rigen y son vigentes actualmente, pero, que se olvidan por quienes manejan el partido, por cuanto una cosa es manejar y otra es liderar. Esta última se logra es con base en el trabajo, con el convencimiento, con la rectitud y el carisma, que logre inculcar en las nuevas generaciones esas ideas liberales, revolucionaria, pero respetuosos de la democracia, que permita a sus miembros sentirse orgullosos del papel que se representa como partido, en la vida nacional.

Sin duda alguna desde su fundación hemos tenido grandes hombres liderando las reformas sociales y económicas de Colombia, todos ellos progresistas, preparados, pensadores, luchadores que ante la adversidad se crecieron y dieron muestras de entereza moral y patriótica. Menciono entre muchos personajes al general Rafael Uribe Uribe, Enrique Olaya Herrera, Jorge Eliécer Gaitán, Eduardo Santos, Alfonso López Pumarejo, Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Michelsen, Luis Carlos Galán y Álvaro Uribe Vélez. Algunos de ellos han gobernado el país y otros no lo lograron por ser víctimas de la violencia, el odio y el temor a sus ideas como Gaitán, Galán  y Rafael Uribe Uribe, hombres que bastante falta le han hecho al desarrollo de Colombia, a la fe que tenían puesta en la transformación social que lideraban y que por causa de los avatares del destino cayeron todos bajo la acción de asesinos que preferían su muerte, que el cambio en la forma de gobernar a Colombia con desarrollo social, orden y disciplina.

Todos ellos fueron acompañados de lideres regionales y departamentales que aportaron también grandemente a que sus movimientos ideas y liderazgo crecieran en todo el territorio nacional.

Llegó la hora de un cambio en el Partido Liberal, que sus bases se revuelquen, citen a una gran convención nacional, que allí se debata el devenir histórico para los próximos años, se recojan sus ideas, se respeten las decisiones, se cumpla el ideario y se combata de frente la corrupción, generando así confianza en los ciudadanos, y que se sientan representados en cualquier lugar del país, porque el partido es uno solo, sus principios no tienen diferencias sociales y son los que permitirán que se trasforme en la gran fuerza que combata el populismo, la mentira, la falsedad y coadyuve con otros partidos a la restauración social y moral de Colombia.

Ahora en épocas difíciles, pensemos en grande y contribuyamos a la consolidación y transformación del Partido Liberal y de otros que también están en mora de renovarse para obtener un sistema democrático sólido y con equidad, justicia, y desarrollo armónico social y económico.

Aspirantes a la Presidencia

En Colombia nos movemos al vaivén de los acontecimientos diarios, no trabajamos la planeación, ni menos lo hacemos por objetivos; la opinión cambia de un lado a otro de acuerdo con el comportamiento, opinión, o manifestaciones de los políticos, quienes no tienen planes de trabajo, no quieren pertenecer a los partidos tradicionales, y quieren ser ellos, sin exclusión alguna, los salvadores de la nación, creyendo que, con sus propias ideas, permitirán el avance y desarrollo de Colombia.

Están equivocados de principio a fin. Ninguno, ni el más inteligente, avezado e intelectual o el más ignorante de todos, que son varios, lograran dar unidad a Colombia si no existe un propósito común. Si no, díganme ustedes si alguien que llegue a la Presidencia de la República podrá gobernar con independencia si una mayoría no lo acompaña en el Congreso y así lograr sacar avante los proyectos y promesas que efectúa en la contienda electoral.

Hoy casi sesenta (60) candidatos están en el ruedo buscando ya sea por firmas, avales o partidos acceder a la contienda electoral. Cuánto dinero no se está moviendo entorno de ellos, porque conseguir las firmas requeridas vale dinero, y mucho, seiscientas mil firmas requieren una movilidad de personas en cada región del país para conseguirlas, una tarea no inferior a los mil doscientos millones de pesos ($1.200.000.oo), sino es más; entonces multipliquen por los que están recurriendo a ellas y son miles de millones de pesos los que se están invirtiendo en una aventura electoral, que al final tendrá, en la segunda vuelta, dos candidatos, y por ello la pregunta es ¿quién los financia, por qué y para qué?

Esa es la pregunta que nos hacemos la gente del común, los ciudadanos de a pie… qué sentido tendrá ser presidente de Colombia, por cuanto esa posición a la que se llega ya está vendida y pone en riesgo ese triunfo a la economía, la seguridad jurídica y al desarrollo del país, al tener comprometida la gestión por deber favores y dinero.

Por ende, la primera propuesta que les efectúo en el día de hoy es que las campañas presidenciales sean financiadas por el Estado, que no se admita ni un solo dinero privado, ni de empresas y menos de personas naturales; que trabajen al momento de cierre de inscripciones con dineros estatales, que no sean excesivos, que tengan el mismo acceso en tiempo a la radio, televisión y prensa, que no se vote el dinero, que no se comprometa el futuro del país con financiadores privados, sean personas naturales o jurídicas, que son las que impiden el desarrollo armónico del país.

Sabemos todos que de estos candidatos que están en la mira pública, llegarán a la primera vuelta electoral un máximo de diez (10), unos serán los que se acuerden por la Alianza Verde; otros, los de la experiencia, los de la esperanza, Centro Democrático, liberales, conservadores, los de Petro (el solo) y alguna otra facción que se me olvida en este escrito. De todos ellos llegarán a la segunda vuelta únicamente dos… entonces vuelvo y pregunto, los otros ¿qué harán para pagar las obligaciones económicas que les quedan luego de ser aspirantes, o será que ese solo hecho les genera rendimientos económicos? Vaya pregunta y la respuesta no sé quién nos la puede dar. Lo que sí les puedo decir es que el fenómeno de la corrupción es lo que más afecta la credibilidad ciudadana, nadie cae preso, nadie reintegra dineros o poco es lo que se logra, y por ello no podemos permitir que sean ellos los que financien las campañas.

Me decían en una tertulia el día de ayer que Colombia es modelo de democracia comparada con Nicaragua, Venezuela y otros países suramericanos, países en los que meten a la cárcel a los aspirantes despejando el camino para la reelección a quien gobierna. La respuesta que yo les di y reitero hoy es que eso de allá no es democracia, es una dictadura absurda, un remedo, un abuso de poder y que por ende no es posible ni viable comparar esos países con ninguno otro. Que debemos es derrocarlos y convocar a elecciones libres, que permitan prosperar esas economías y dar mejores condiciones de vida a los ciudadanos de esos países.

Digo y me reafirmo, que cuando un país tiene 60 o más candidatos presidenciales no conlleva eso a afirmar que es una democracia legitima, diría yo que es una democracia endeudada, sujeta a los que están detrás del poder, al acecho, esperando la retribución de los servicios ofrecidos a través de dadivas y auxilios; ellos son los verdaderos corruptos que acaban con las arcas públicas enriqueciendo a unos y empobreciendo a la mayoría.

En conclusión, puedo afirmar que la proliferación de candidatos no es una muestra de democracia, que lo que es cierto es que la ausencia de partidos serios, con ideología y principios conlleva al caos de nuestro país. Por consiguiente, invito a los ciudadanos a que nos pellizquemos, pensemos en una verdadera democracia con responsabilidad y que obtengamos gobiernos que sí crean en la democracia, no la utilicen y no obtengan beneficios para ellos; será la única forma de que las libertades y opiniones prosperen en Colombia.

Nunca es tarde para obtener un mejor país.

Yo confieso

Ahora, al cabo de los años, cuando el tiempo ha pasado, me preguntan lectores de El Pensamiento al Aire, algunas otras personas conocidas y muchos desconocidos que me escriben, que por qué no aspiro a ocupar un cargo público de elección popular en estos comicios que se avecinan, a lo cual les contesto que prefiero aportarle al país con alguna idea, opinión o cuestionamiento, a través de este medio, en el que llevo ya escribiendo desde 2013, en forma continua y semanal, en compañía de otros 10 columnistas que día a día aportan con su opinión a construir un mejor país.

Pero debo confesar que, desde niño, desde la época de colegio en San Ignacio, tuve siempre la ilusión de participar activamente en la vida pública y ser alcalde de Medellín o gobernador de Antioquia, e inclusive, tuve un gabinete escrito en una servilleta en el que cada uno de mis compañeros, de acuerdo con sus habilidades o creencias, en ese tiempo ocupaban una secretaria especifica. Eran las horas de conversaciones como próximos bachilleres en el que los sueños estaban a flor de piel y teníamos miedos al enfrentar el próximo paso que era la universidad, pero sentados conversábamos de Colombia y sobre lo que sucedía. Y nosotros, con nuestro pobre conocimiento, expresábamos ideas sobre ello.

Tal vez ninguno visualizó el caos que se nos vino en los siguientes años por cuenta del narcotráfico, la narcoguerrilla, las autodefensas y las bandas criminales, la corrupción, la mentira y el engaño, y por la apertura del mundo, las comunicaciones, el internet, las redes sociales, en fin, un mundo que no conocimos. Vivíamos con el conocimiento que en las conversaciones y tertulias familiares obteníamos y con el aprendizaje en el colegio, espacio en el que sí aprendimos de historia, geografía, matemáticas y sobre todo de ética y valores, y disfrutamos de la amistad que aun pasados casi 50 años perdura en el tiempo como si este no trascurriera.

También con mis padres Froilán Montoya Mazo y Marina Hoyos, comentaba de mis sueños, acrecentados por el empuje y ánimo que me daban, porque no olvido el ejemplo que me dieron, su formación en valores, la enseñanza sobre la amistad, el respeto por los demás y el valor de la familia, bagaje que son para mí las riquezas de la vida y que nadie me quita. Allí sentado, con ellos jugando ajedrez y tertuliando como ya lo dije, fui forjando mis sueños. Con el paso del tiempo fui cumpliendo cada uno, sin prisa, con constancia y persistencia y gracias al apoyo y amor de mi esposa, mis tres hijos, mis hermanas, mi sobrina, mi sobrina nieta, y los amigos que me han acompañado en este breve recorrido de la vida terrenal.

Un día cualquiera, ya profesional, opté, por decisión personal, dedicarme al ejercicio del derecho y logré ser abogado de empresas, consultor, gerente, negociador y conciliador. En cada momento aprendí a conocer a mis congéneres, a compartir el día a día, mejorando procesos o luchando en los estrados judiciales, pero nunca dejé de pensar en el bienestar de Colombia, en lo que podía hacer yo para obtener para todos mejores condiciones de vida en nuestro país, un territorio en el que pudiéramos caber sin necesidad de matarnos, respetáramos las diversas opiniones y concertáramos, para así mejorar las terribles nubes de odio, rencor y muerte que sufrimos y aún tenemos encima.

Tuve, en dos ocasiones, la opción de aspirar e inclusive encabezar una lista para concejo, pero les cuento que, reunido con el grupo de trabajo que conformé inicialmente, realicé una reunión casi qué final para darle vida al proyecto y se me vino a la mente un recuerdo de mi madre diciéndome que ella sufrió acompañando día a día a mi padre en su larga vida política. Ella le aportó ideas y sin duda alguna fue un valioso soporte que tuvo mi padre, en su extensa vida pública, en las buenas y malas. Recordé entonces que me dijo que no la hiciera sufrir nuevamente esas angustias ni las trasladara a la familia… por eso consulté con mi almohada en un momento de silencio y decidí dejar ese camino a un lado, aborté la aspiración.

Sin embargo, no he dejado de escribir, leer, prepararme, conocer en detalle este país, conversar con las personas, oír y soñar, y aportar a través de mis escritos para que en algo logre influir en los servidores públicos que hoy ejercen cargos de elección; pequeña pretensión, pero es la que me mueve, me motiva y me satisface.

Actualmente participo como ciudadano como uno de los miembros fundadores de Primero Antioquia, en el proceso de revocatoria del actual mandatario de Medellín, movimiento civil que defiende a capa y espada la institucionalidad, el respeto por la tradición, los valores y la antioqueñidad, y que hace parte del Pacto por Medellín.

Esta confesión personal, me quita un peso de encima, dejando claro que no puedo, ni quiero aspirar a cargo alguno. Y quiero agregar que quien nos represente debe tener claro que:

* Se trabaja por intereses generales, no por los propios.

* El orden y la disciplina deben ser la base de su actuar.

* El respeto, la solidaridad con los demás, la concertación, la tolerancia y ética tienen que estar por encima de cualquier otro interés.

* Es indispensable que genere condiciones de vida a través del trabajo, no del subsidio, para todos los ciudadanos, sin tener en cuenta la edad o condición.

* Debe hacer respetar la ley a toda costa.

* Hay que impedir que las manifestaciones públicas perjudiquen a la mayoría de los ciudadanos; no aceptación de paros y menos vandalismo, duro con los promotores y contra los que dañan los bienes públicos.

* A través del Ministerio del Trabajo y de Agricultura forjar una verdadera acción, constante, para recuperar el campo, protegiendo al campesino y fomentando, por medio del cooperativismo, fuentes de trabajo.

* Es prioritario darles vida económica a los 1.125 municipios, de los cuales, muchos de ellos sobreviven en condiciones de pobreza graves. Por ello, se deben dotar de buenas escuelas, profesores que no sean de Fecode, comercio activo, el ejército y la policía actuante, que sepan quién vive y qué hace en el lugar, propiciar la recreación, incentivar el deporte y dar trabajo a todos, que es fácil, no imposible; así construiremos un mejor país.

* No menos importante es la necesidad de apoyar a los empresarios y a la industria que es la que genera empleo de valor.

* Y, por último, promover y apoyar una reforma a la justicia, al Congreso, cambiar las condiciones para aspirar a cargos públicos y sobre todo evitar estar allí para obtener beneficios personales.

Hay muchas más ideas, viables, sencillas de ejecutar, para lograr un cambio en la mentalidad de los ciudadanos, que crean en la democracia, la respeten y la apoyen, de lo contrario vendrán tiempos difíciles.

Así termino hoy mi confesión, pensando que he sido coherente, que creo en la gente, la democracia, la familia, la propiedad privada, la libertad de cultos, el trabajo, la libertad de escoger arte, profesión u oficio, y sobre todo que, educando en valores y principios desde el colegio y la familia, recuperaremos el norte.

Bla bla bla

Leyendo la columna del padre José Leonardo Rincón Contreras, S. J., del viernes 5 de noviembre en el blog de El Pensamiento al Aire, y analizando el texto al cual hace referencia del autor mexicano, me pareció acertado y los invito a que lo lean y más la conclusión que el padre hace al final de su artículo.

Por ello, me permito complementar en algo lo expresado allí, y es que todo lo que se dice o se hace en nuestro país se convierte en un problema; acusaciones van y vienen, todos y cada uno son y creemos ser mejores que el otro, hablamos de corrupción, desfalcos, robos, crisis económica, decrecimiento en el empleo y todo es un caos, y como dice el padre Leonardo todo es un problema.

Hablemos seriamente, los únicos, y casi que lo afirmo sin temor, aunque pueden darse excepciones, que son serios en el diario vivir son los empresarios colombianos que calladamente soportan el crecimiento de la economía, se endeudan, invierten en nuevas tecnologías, generan empleo, trabajan duro y, además, constantemente tienen que aportar a los políticos y a sus múltiples grupos y subgrupos, a sus empresas electorales que son las generadoras del desfalco del Estado.

Es verdad que el Estado ayudó con el subsidio a la nómina, pero ¿a quién no ayudó en esta pandemia el mismo Estado? Tal vez muy poco a los autores, artistas y ejecutantes de nuestro país, pero ese será otro tema de análisis.

No se puede negar, Colombia subsiste en su economía por el entramado empresarial, desde pequeñas, medianas y grandes empresas que aportan salarios, que pagan el sistema general de seguridad social, que pagan impuestos, que sufren los paros, trancones, violencia e inseguridad, ellos son los verdaderos salvadores de Colombia.

Los otros, los políticos, muchos de los que son diputados, concejales, representantes, senadores, alcaldes y gobernadores, están mirando al país desde otro ángulo, ajenos a la realidad. No hacen caso, son como autistas, no atienden el clamor ciudadano, a esa gran población que pide a gritos con referéndums, una gran reforma a la justicia, al congreso mismo, que espera que prospere la autonomía regional, y otros múltiples requerimientos a los que han sido oídos sordos porque no hay respuestas acertadas para los colombianos. Estamos en el bla bla bla, mientras vivimos a diario conflictos internos en los partidos, soluciones inviables de parte de algunos, y caos y destrucción por parte de otros.

Díganme ustedes, con franqueza, ya que estamos ad-portas de elecciones en nuestro país, ¿qué se ve en el ambiente? Nada, únicamente personas que a título personal quieren ser presidentes de la República y para ello buscan el aval de las firmas, otros, como Petro, intentan alianzas, quien claramente muestra cuál será el camino del cambio tan cacareado por él: bajar los arrendamientos, bajar el costo de los servicios, expropiar tierras, distribuir utilidades sin obtenerlas, bonito panorama. Hay quienes quieren a monto propio designar un candidato sin contar con el partido, como es el caso del presidente del Partido Liberal que está obsesionado con el doctor Alejandro Gaviria y quiere que se le designe sin discusión, ¿a cuenta de qué?

No termino la lista… otros reviven partidos como Oxígeno de Ingrid Betancur, El Nuevo Liberalismo con la familia Galán, el de Petro, en fin, son muchos los que quieren sus oportunidades de actuar en la vida política a través de movimientos que perdieron su personería.

¿Cuál es el aporte ideológico de todos ellos?, ninguno y si estoy equivocado que lo demuestren lo cual veo difícil porque no existe disciplina dentro de los partidos: el Conservador vive dividido, el Centro Democrático tiene en sus integrantes diversas tendencias, el liberalismo está en manos de un mesías, demagogo y populista que se perpetuó en el cargo, a Petro el que lo apoya luego se aleja, y sino pregúntenle a quienes lo acompañaron inicialmente en la alcaldía de Bogotá, ¿Roy Barreras? ¿Benedetti?, veletas al viento y al azar, en Cambio Radical, no sé qué pasa en su interior y los otros interesados, que son varios, no dan a conocer su programa ni dicen quiénes lo acompañan; en síntesis, no tenemos nada, pocos aportan, nadie lidera un gran acuerdo Nacional. Con este panorama dejarán la oportunidad de conservar la democracia por culpa de sus propios egos y facilitarán el acceso al poder de la izquierda y luego todos estaremos sometidos al régimen que llevará al país por el camino de la destrucción.

Por ello, invito a que todo no sea un problema, construyamos sobre lo fundamental, no todos pueden ser presidentes, pero sí pueden ser líderes de la democracia en los diversos cargos que puedan ocupar y allí desarrollar el potencial para tener una gran nación.

Es la última oportunidad que tenemos, están avisados, no se hagan como siempre los sordos, ciegos y mudos, la República está por encima.

A otro precio

Ha pasado mucha agua bajo el puente desde que hace ya más de un año y tres meses, en Antioquia, diversas personas en forma individual, ciudadanos de a pie, que no ejercen la política, iniciaron, sin conocer a fondo la tramitología, un proceso de firmas para revocar al actual alcalde  de la ciudad de Medellín, quien  contra todo pronóstico, desde el inicio de su mandato, mostró la verdadera intención que no era propiamente la de administrar la ciudad y por el contrario utilizó inadecuadamente los recursos a su disposición.

Basta mencionar el caos generado en EPM, con sus cambios de junta directiva, el retiro y nombramiento de gerentes, vinculación de personajes sin conocimiento, sin méritos y sin cumplir requisitos, hasta las múltiples acciones devastadoras en el Jardín Botánico, Ruta N, las secretarías de despacho, el abandono de la ciudad y sus calles, el crecimiento desaforado de los habitantes de la calle, el fortalecimiento de su clan familiar en los despachos municipales, los contratos, los conflictos con silleteros, con la comunidad y la mala imagen que genera con sus decisiones en la banca nacional e internacional.

Todo ello hizo crecer el descontento ciudadano y los diversos movimientos que se formaron para el proceso revocatoria. Entendieron que la unidad hace la fuerza y después de varias reuniones se gestó dicho acuerdo que se denominó el Pacto por Medellín, que logro infundir fe y confianza en nuestros ciudadanos. Los líderes de esos grupos son Andrés Rodríguez, Alejandro Posada, Julio Enrique González Villa, Luis Fernando Duque, Yesenia Ramírez, Luis Alfonso García y otros hombres y mujeres que, con tesón, día a día, han mantenido viva la llama de la antioqueñidad, el respeto por los valores y principios que nos rigen y han logrado el objetivo ansiado en su primera etapa que es la recolección de firmas suficientes para que la revocatoria sea un hecho y se convoque a votación.

No han sido pocas las batallas que se han librado y ganado, entre las cuales enumero: a. El Consejo Nacional Electoral (CNE), b. el propio alcalde, c. los enemigos de la revocatoria en las calles insultando, arrebatando planillas y asustando a los recolectores, d. las bodegas que desinforman, e. el presidente, apoyando al alcalde, f. funcionarios públicos que consideran que no era necesaria la revocatoria, g. las dilaciones judiciales, h, las tutelas ganadas, en fin, todo un entramado que impedía la tarea de recolección, pero, esa fuerza arrolladora de la ciudadanía creció hasta obtener 245 mil firmas, que nos garantizan que se convoque a la votación para la revocatoria.

Faltan aún pasos importantes para lograr el máximo objetivo, pero lo que sí podemos afirmar es que hoy existe un deseo firme, intensó en los ciudadanos por avanzar en el proceso revocatorio lo que en su momento fue una mera expectativa, se trasformó en una ola fuerte, poderosa, que atrae y motiva y que con seguridad nos conducirá al triunfo.

Medellín, su gente, su civilidad y educación, ven con tristeza como en poco más de año y medio la ciudad parece un basurero, brillan por su ausencia el respeto el orden y la disciplina, extranjeros burlándose de nosotros paseando a su novia o amiga, como si fuera un animal, lo cual es inadmisible y la autoridad ahí esperando órdenes del jefe.

Se lograron las firmas, ahora invito a todos los ciudadanos de Medellín, sin importar raza, sexo, edad o condición que juntemos nuestras manos y unidos en una sola vos, vamos a las urnas y cambiemos el rumbo de Medellín, Antioquia y Colombia.

Qué noticia

Inicialmente me alegré, igual que muchos colombianos cuando informaron los noticieros la detención del hombre llamado Otoniel, jefe del Clan del Golfo, o de los Úsuga, grupo delictivo que tiene control sobre muchos territorios de nuestro país y que ha secuestrado, asesinado, extorsionado y vulnerado a miles de personas de nuestro vasto territorio colombiano y quien, a través de sus lugartenientes, continuará delinquiendo, sin que al final nadie los detenga.

Me molesta la sonrisa de ese hombre, en el momento de la detención, tranquilo, y todos al lado tomándose fotos con uno de los bandidos más grandes que ha tenido Colombia. Es sin duda alguna una clara muestra de la forma en que miramos el delito y al delincuente.

Analizando el tema remonté mi memoria a las épocas del secuestro en nuestra patria, a la detención sin razón alguna de muchos policías, soldados y oficiales de nuestra patria, quienes sufrieron en carne propia el flagelo de la violencia, muerte y extinción en nuestra comunidad.

Cuando ellos salieron de su secuestro, años después de su retención, veíamos sus imágenes, lúgubres, demacrados y acabados con la muestra clara de su tragedia, narrando sus días de sufrimiento, su dolor, angustia y lamentando su ausencia de la familia y de los seres queridos.

A ellos me refiero, a aquellos hombres que, en el ejercicio de su profesión, por defender a la comunidad, sostuvieron largos y cruentos combates con los guerrilleros a quienes considero simples bandidos y no defensores de la democracia, a pesar de que hoy ocupan y ostentan la calidad de congresistas; qué horror y qué dolor.

Pregunto con indignación si a esos soldados, policías, muertos y secuestrados están recibiendo hoy, ellos o sus familias, hijos, esposas y descendientes el apoyo, acompañamiento y solidaridad del Estado para recuperar su dignidad, autoestima y deseo de continuar su lucha por la vida y la democracia. No lo creo, pero al menos quisiera que nos dieran un dato exacto de que hay de sus vidas, sus sufrimientos y angustias.

Por todo ello, lamento al ver la cara sonriente de Otoniel, un ser que no tiene conciencia de sus delitos, ni del dolor y la tragedia que ha llevado a miles de ciudadanos de Colombia, familias que hoy tienen dolor, angustia y desesperación, por actos cometidos por este hombre y sus compinches.

Quisiera que pronto se autorice su extradición, que si bien hoy, no es tan temida como antes, si conlleva al fin y al cabo una real sanción por los actos cometidos.

Sería importante y valioso que ese hombre indeseable, fuera capaz de confesar quienes son sus lugartenientes, sus cómplices, y desmontara su red de narcotraficantes y bandidos, lo que significaría un gran aporte a la sociedad para tratar de buscar el real sometimiento de los bandidos al ordenamiento jurídico colombiano.

Espero que no pase lo que es tradicional en nuestro país, en el que los delincuentes, bandidos, ladrones del erario, salgan por vencimiento de términos y así continúen su labor de daño, dolor y perjuicio al patrimonio de los colombianos.

Contra los bandidos toda la acción de la justicia y que sea pronta y eficaz.

Así se hace, pero faltó

El presidente Iván Duque, en reciente visita que realizó al Departamento de Antioquia, hizo referencia al álgido tema de Hidroituango, y obviamente a las Empresas Públicas de Medellín, EPM, e hizo hincapié en la importancia de la obra y en las consecuencias para el país sino se logra su terminación y puesta en marcha. Agregó que no es una obra de la nación sino departamental y eso está bien, a los antioqueños nos gustó su alocución, pero, pasados los días caemos en cuenta de que no habló claro y de fondo, le faltó referirse con contundencia al actual alcalde de la ciudad, que hace y deshace de los bienes públicos a su amaño, entra en conflicto a diario con los ciudadanos y la ciudad, y eso parece que no le importa ni interesa al señor presidente.

Por ello, en forma categórica quiero manifestar que gobernar no es tarea fácil, son más los enemigos que se adquieren que los que reconocen la gestión. Debo decir que el presidente es un hombre preparado, formado en la academia, en el BID, pero no conoció ni de cerca lo que es manejar con liderazgo a los ciudadanos colombianos, que no comemos cuento, que somos pujantes y que queremos hombres recios que dirijan con tesón y fuerza el país. No es el tiempo hoy de decisiones a medias, debe comprometerse con las grandes tareas que afectan a las ciudades, a los municipios y a los departamentos, no es el tiempo de conciliar, es el momento de enviar un mensaje claro y contundente a aquellos que se valen de la palabra democracia para acabar con el país, no podemos ser indecisos.

Se requiere señor presidente actuar con decisión, energía y contundencia, para ello cuenta usted con más de cuarenta y ocho millones de ciudadanos que confían en que la democracia es el mejor sistema para gobernar una nación, que el ejército, la policía y los ciudadanos del común creemos y esperamos que las fuerzas que nos protegen, no nos dejen solos y al arbitrio de mentes locas que pretenden desestabilizar la nación y crear el caos para salir ellos triunfantes. No lo permitiremos.

Añoro aquellos tiempos lejanos, anteriores a la constituyente del año 1991, en la que los presidentes designaban a los gobernadores y estos a su ves designaban a los alcaldes de la ciudad y de los municipios que están a cargo en su jurisdicción, tiempo en el cual, si uno de estos fallaba en el ejercicio del mando, era removido inmediatamente de su cargo. No se aceptaba en esos cargos a personas que fueran en contra de la ciudad, que alentaran y promovieran el conflicto social y por ende rápidamente eran removidos y la ciudad o el municipio retomaba el sendero del desarrollo.

No puedo negar, que requerimos modificaciones profundas en nuestros líderes, porque los actuales, en épocas de crisis no han logrado abanderar el cambio, no combatieron la corrupción, el desgano administrativo y el caos; han sido pusilánimes en escuchar a la ciudadanía que es “la voz del pueblo”, no han cumplido con sus obligaciones y no salieron  a defender la democracia en la época del Paro  nacional, no salieron a las calles, se quedaron camuflados en sus casas, no defendieron la institucionalidad y por ello, cada día, cada momento nos acercamos al caos y al conflicto.

Por todo esto señor presidente, en nombre de muchos antioqueños y medellinenses le pedimos el favor de no apoyar la actual administración de Medellín, no actúe si no quiere, o no puede, en defensa de nuestros más grandes intereses, pero, por favor absténgase de apoyarlo.

En su alocución no lo mencionó, nosotros sí decimos que hoy estamos ad portas de un gran conflicto social por cuenta de la desestabilización, el caos económico y la falta de liderazgo en nuestra ciudad, la gente se siente sola, desprotegida, ve una ciudad sucia, los jardines acabados, las vías destrozadas, la indigencia pulula, la criminalidad crece y el ánimo está a la baja.

Medellín no es así, los ciudadanos pujantes y emprendedores están desprotegidos, el Concejo de Medellín no cumple con sus funciones, aunque gracias al destino, ingreso a partir del lunes 11 de octubre como concejal el abogado Julio Enrique González Villa, quien desde ese instante está ejerciendo la defensa y protección de Medellín.

Medellín y Antioquia, son el bastión de la democracia, si la perdemos, si abusan de nuestra gente, si dejamos que nos manejen y malversen estaremos perdidos y nuestras generaciones se acordarán de nosotros únicamente para mencionarnos como unos pusilánimes que no defendimos la ciudad, la antioqueñidad y que dejamos cambiar el rumbo de nuestras vidas.

Las empresas promotoras del trabajo, del salario, de bienestar de vida, y protección de la familia, desaparecerán. Lo digo sin miedo, defendamos la democracia, la libertad de empresa, la propiedad privada, el orden y la disciplina.

Me preguntan

Muchas personas en la ciudad de Medellín me preguntan que quién será el candidato adecuado para ocupar la alcaldía de Medellín, en el próximo periodo de elecciones normales, año 2023, o quién sería el adecuado si se logran las firmas y se llama a elecciones para definir si se revoca el actual alcalde o no. Yo le expresé a varios, muy seguro, que, como dice el adagio popular “cada día trae su afán”, habrá que esperar a ver qué sucede en los próximos días, porque los acontecimientos nos pueden llevar rápidamente a un cambio de rumbo en Medellín, lo cual sería el escenario ideal o de lo contrario tendremos que esperar dos años más y eso sí seria el acabose: atraso, despilfarro, desempleo, cierre de empresas, caos administrativo, riesgos empresariales en Telemedellín, Jardín Botánico, EPM, ruta N, cambios constantes de los funcionarios y muchas amenazas más.

En fin, todos los sucesos nefastos que están llevando a que la ciudad no sea la tacita de plata que tanto nos orgulleció se incrementarían en ese lapso y la recuperación tardaría unos diez años, por cuanto es muy fácil y rápido destruir y muy larga la recuperación. Si no, vean ustedes lo que ocurre en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y lo que está sucediendo en Argentina y Perú, que con malos gobiernos tardarán muchas generaciones en volver por la senda correcta.

Por ello me quedé reflexionando sobre el tema y creo que es necesario que, desde ya, empecemos todos los ciudadanos a reflexionar sobre quién sería la persona adecuada, sea hombre o mujer, para dirigir a Medellín por la senda de desarrollo, la unidad y la recuperación de los valores y principios que han regido a los antioqueños durante muchos años, obviamente que en quien confiemos practique claramente esos valores.

Sin duda alguna es necesario plantear que el perfil del gobernante debe incluir que sea una persona que quiera Antioquia, que conozca sus necesidades, que entienda que su trabajo será en función del interés general y no del personal, que sea un líder que dirija la transformación social, económica y social que requiere la ciudad, que genere confianza y respetabilidad, que aglutine y no disperse, que comparta el amor y cariño por Medellín, la familia y los valores.

Creo entender que Medellín, no quiere un político de carrera para que la gobierne, si se requiere un hombre que entienda que la política tiene como fin único el mejoramiento de las condiciones de vida de quienes la habitan, sin exclusión alguna. Se requiere un gran gerente que administre con pulcritud y trasparencia los destinos de la ciudad, que crea que el orden y la disciplina es lo primero.

Pasa por mi mente el nombre de varios y valiosos profesionales que podrían ser exitosos y dirigir los destinos de la ciudad de una manera sobresaliente, porque ellos no caen en la demagogia, saben y entienden que una ciudad es pujante cuando se crean las bases suficientes para soportar el crecimiento lo cual se logra con estructura, planeación, constancia y acompañado de profesionales idóneos, conocedores de sus responsabilidades.

No me atrevo a mencionar sus nombres porque mal haría comprometiéndolos a opinar sobre este asunto. Ellos en consultas privadas podrán definir si en un momento determinado consideran viables su postulación para dirigir los destinos de la ciudad. De lo que sí estoy seguro es de que Medellín tiene que cambiar y evitar que la intromisión de personas y jefes de partidos políticos ajenos a la ciudad impongan los gobernantes.

Medellín, se dirige por ciudadanos que la quieran, la respeten y conserven sus tradiciones. No se les olvide que si Medellín cae en garras del populismo. por ahí mismo se va el resto del país.

Contrasentido

Es una idea, actitud o comportamiento contrario al razonamiento lógico y llamo este articulo así, aun trascurridos ya varios días, por el ominoso fallo de la sala especial de primera instancia de la Corte Suprema de Justicia, que emitió en el proceso judicial que cursa contra el doctor Luis Alfredo Ramos Botero, desde el año 2013, por causa de unas acusaciones que se le endilgaron por unos testigos que de todo tienen menos de ser creíbles, y en el cual se condena a siete años mueve meses de prisión y a una elevadísima sanción económica. El proceso continuará porque con seguridad se apelará el fallo condenatorio.

Yo deseo expresarle a la opinión pública, que en ese fallo hay todo menos justicia. La ponderación de las pruebas no es propiamente algo que con certeza amerite la condena, pero, sí considero que nuevamente la Corte Suprema, entra a castigar a un hombre por ideas políticas, con una clara motivación persecutoria contra él y el movimiento político del cual hace parte.

Él ha sido, y seguramente lo continuará haciendo, un trabajador incansable, que antes de participar en la vida pública, se desempeñó con éxito en el sector privado. Defensor de ideas democráticas, profesional del derecho, líder público que militó en las filas del Partido Conservador, lideró su propio grupo con éxito, ocupó cargos como gobernador, alcalde, ministro, embajador y cuando tenía la opción de ser candidato a la presidencia de Colombia fue objeto de un auto de detención que lo tuvo en prisión por más de tres años. Luego salió en libertad, pero ya había pasado la oportunidad de haber sido presidente de Colombia y con el paso del tiempo se dilató la opción y aun hoy se complica por causa del mencionado fallo.

De todo lo que lo acusan, lo que generan es titulares, los testigos falsos, las verdades a media y el proceso mismo, lleva el mismo camino de muchos otros miembros del Centro Democrático, que han sido condenados a purgar años de cárcel, por casos en los que los fallos han sido más de tinte político y vengativo, que a verdaderas causas que realmente estén defendiendo el patrimonio y el interés público. No han podido con el doctor Álvaro Uribe, pero uno tras otro le dan golpes bajos que seguramente le duelen y afectan, porque son sus compañeros de lucha son los que están cayendo en manos de la justicia, no la verdadera, sino la que surge de la politización de la justicia.

Cuántos políticos en su momento no trataron de dialogar con los paramilitares, con los guerrilleros, todos pretendiendo lograr negociaciones que ayudaran a la pacificación del país, todos o casi todos continúan ejerciendo la política, pero al doctor Ramos, no le perdonaron que buscara esa opción de paz, y conllevó a que lo acusen no solo de conversar en esa reunión, sino de acordar apoyos para su movimiento, lo cual, él no necesitaba ya que tenía la fuerza y la moral, para no pactar acuerdos de ese tinte.

Más grave aún, lo que realmente es un contrasentido, es lo que ocurre hoy en el Congreso de la República, por causa del acuerdo de paz, hacen parte de ese máximo organismo de la democracia, asesinos, violadores, terroristas, extorsionadores, secuestradores, que pusieron en jaque y aún persisten en ello al Estado colombiano. No han pagado un solo día de cárcel, causaron dolor, humillación y angustia en miles de hogares colombianos y ellos, allí pavoneándose, burlándose de la justicia y de las personas de bien.

El doctor Luis Alfredo, obviamente no requiere de mi defensa, no la necesita, pero si expreso mi dolor y tristeza por ese tipo de decisiones judiciales que espero sea revocada en la apelación. Lo único cierto que ha hecho, es defender la democracia, tener un buen hogar y liderar a un nutrido grupo que lo siguen en su ideario por un mejor país y lo acompaña hoy en el Centro Democrático.

Deseo que Colombia entienda que el camino que llevamos de pérdida de confianza en las tres ramas del poder en el país, a saber, la rama judicial, la legislativa y el ejecutivo, nos indican claramente que las fuerzas de la izquierda están adueñándose, politizándolas y así será muy difícil recuperar la institucionalidad. Están diezmando a los demócratas y luchadores vigilantes de la defensa de la democracia.

Ciudadano

No es cualquiera. Recurriendo a la definición de la Real Academia Española, debemos entender que ciudadano es “una persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a su vez a sus leyes”. Esto conlleva a que la sociedad comprenda que vivir en un país, tener cédula de ciudadanía, tener derechos y obligaciones no es cualquier cosa, y si no miremos alrededor del mundo y encontramos que por causa de las guerras civiles, las dictaduras y los abusos de los gobernantes se ven miles y miles de personas desplazadas, inmigrantes sin pasaportes, sin identidad, deambulando por territorios vecinos como ánimas en pena, sufriendo, subsistiendo y sin arraigo, sin empleo y dependiendo de la caridad. Esos eran ciudadanos de un país, con derechos y obligaciones, y cayeron en la desgracia social por causa de unos ilusionistas mentirosos y populistas que prometieron el oro y el moro y solo salieron ganando ellos y su banda de criminales aliados.

En Colombia, desde el nefasto día en que se retiraron del pensum académico de los colegios las clases de ética, urbanidad, historia y geografía, iniciamos el camino de la decadencia social. Ninguno o casi ninguno de nuestros jóvenes sabe dónde está parado, no se ubica en el mundo, no conoce nuestra historia y menos la de otras regiones; caímos en la inmediatez de las redes sociales, que no educan, ni forman en valores, ni enriquecen con orden a quienes están pegados de ellas.

Preguntémosle a cualquier persona qué entiende por ciudadano y casi les puedo garantizar que no tienen precisión de su significado, ni cercano están.

Aunque escribo esto con tristeza y desazón, quiero pensar que aún es tiempo de corregir estos problemas, que volvamos al arraigo, al conocimiento y al sentido de pertenencia que representa un verdadero ciudadano.

Propongo varios temas específicos que nos podrán ayudar a que el término ciudadano, resurja de las cenizas y se convierta en un verdadero sentido de la nacionalidad, a saber:

  1. La familia, como el núcleo principal de nuestro diario vivir. Entender el papel del padre y la madre, las responsabilidades en el hogar y fuera de ella como familia, es decir como parte de un grupo activo por el que hay que responder, apoyar y superar las adversidades, es pues un sentimiento de solidaridad hermandad y liderazgo.
  2. Los valores, aquellos que nos permitirán soportar el dolor, nos darán la fuerza para actuar respetando al otro, y tendremos presente que la lealtad, el respeto, el amor y el trabajo nos darán la posibilidad de ser mejores y superar las dificultades.
  3. El trabajo, si respetamos el trabajo que tenemos, aprovechando las oportunidades laborales que se dan por la formación y la educación las empresas sobrevivirán, mantendrán el ingreso de muchos ciudadanos y las nuevas generaciones tendrán opciones de vida.
  4. El orden y la disciplina, sin estos dos, no existirá la posibilidad de que un país, una ciudad o un grupo humano prospere. Si diariamente no actuamos ordenadamente, hacemos que las leyes se cumplan, que los contratos se respeten, que la palabra se honre, que se dignifique al semejante y se le dé valor a la vida, el camino estará perdido, serán más las dificultades y tropiezos que el éxito.

Todo esto para buscar que entendamos que equivocamos el camino, que en el hogar no hay orden, ni disciplina; cada uno de los miembros de la familia tira por su lado, no existe una comunión de intereses y eso lleva a que los jóvenes caigan fácilmente en las garras de los astutos y hábiles promeseros, que no creen en la familia, el orden, la tradición y el respeto por los demás; ellos acabarán con el país y se reirán de los que los apoyaron; no cumplirán ni darán nada a cambio, es el resultado de la falta de identidad, por no saber que tienen, perderán todo.

Los ciudadanos, los que acatan la ley y creen en el orden, están llevados, son violentados, no los dejan trabajar, ni disfrutar en un restaurante, ni caminar con tranquilidad, ni asistir a tiempo al trabajo, en fin, ellos que soportan la economía, la salud y la prosperidad de un pueblo, son hoy los marginados porque las autoridades no existen, son alcahuetas, irresponsables y corrompidas.

Tenemos que dar el brinco, responder con solidaridad, liderar nuevas estrategias encaminadas a recuperar la tranquilidad ciudadana, invocando primero a las administraciones municipales y a la justicia. Solo lo lograremos actuando con severidad, unidos en defensa de la institucionalidad y la democracia.

Démosle fuerza y sentido a la palabra ciudadano.

Firmas y más firmas

La ilusión, el deseo de ser presidente, senador, representante a la Cámara, diputado, concejal,  gobernador o alcalde, lo han tenido o lo hemos tenido y lo tienen muchas personas a lo largo de la vida, para servir a Colombia sin ánimo de lucro o enriquecimiento indebido, simplemente por el deseo de contribuir al desarrollo del país, para tener un mejor nivel de vida y, obviamente, para contribuir al mejoramiento y lograr un el desarrollo, en lo social, económico, en todos los ámbitos, con estabilidad y paz.

Al final de cuentas no todos participan en la contienda electoral por múltiples motivos, unos de índole económico, otros porque no tienen avales, y otros porque respetan las decisiones familiares de no participar en estas lides electorales. Sin embargo, muchos se lanzan a la batalla y buscan los avales de los partidos políticos, lo cual unos lo logran y otros no, así es la vida.

Los que han logrado llegar a estos cargos de elección popular, celebran su triunfo, pero no saben lo que les espera, y es que después del éxtasis viene el trabajo, los proyectos, los debates y las decisiones. Los que están amparados en partidos tienen mejores resultados que aquellos que se lanzaron solos creyendo que así logran vencer la maquinaria y obtener buenos resultados para sus electores.

Son muchos los casos de deportistas, empresarios, sindicalistas, curas, en fin, que después de lograr el escaño soñado no pueden hacer nada y tienen que construir alianzas con otros grupos o sectores políticos para mostrar resultados. Allí, es donde esos elegidos tienen problemas, se comprometen a votar proyectos para que les ayuden a ellos y ese es el principio del fin porque quedan amarrados y por lo tanto su independencia tan cacareada se pierde y sus electores nuevamente sufren un nuevo golpe que acaba con la credibilidad en las instituciones.

En el caso presente, cuando estamos cerca de elecciones presidenciales nos encontramos con que, al día de hoy, 20 de septiembre de 2021, se ha inscrito más de 43 candidatos para aspirar a la presidencia de la República, lo cual de por sí es una cifra increíble, alta y difícil de entender.

La razón de ello es que no son muchos los partidos políticos, los dirigentes no someten a decisión de la asamblea del partido la consideración de los candidatos, son excluyentes y por consiguiente casi que son seleccionados a pupitrazo limpio por los directores de los partidos, y eso explica en parte la razón de no someterse a sus resultados.

Esto es increíble, además de inadmisible, que se juegue con los ciudadanos en este aspecto que es de vital importancia para el país. De allí, que la primera conclusión en este artículo es que los partidos deben ser estructurados, fuertes, con afiliación, estatutos claros y reglas de juego precisas para que sus afiliados se sometan tranquilamente al proceso electoral propio y confíen en su liderazgo para obtener el apoyo del partido.

Hoy nos encontramos con una realidad que no admite discusión, dieciocho (18) de los candidatos a la Presidencia de la República, quieren inscribir su candidatura con firmas, es decir, buscan el apoyo individual de quienes desean, confían y quieren ser dirigidos por el candidato.

Es necesario contarles a ustedes respetados lectores que cada uno de ellos debe recoger por lo menos quinientas mil firmas para inscribirse como candidato, tarea que no es fácil, que requiere de apoyo no solamente ciudadano, sino el apoyo económico para sufragar los gastos de la recolección de firmas, lo cual no se obtiene de la noche a la mañana y en ese empeño muchos claudican.

Por todo ello, creo que se debe trabajar en una gran reforma electoral, obviamente constitucional, para que las personas en forma individual no puedan aspirar a ningún tipo de cargo público.

Los partidos son la base de la democracia, sobre ellos recae la institucionalidad y la preservación del sistema, los individualismos conducen al populismo y este al caos.

Invito a quienes creen en esa gran reforma, a que apoyen la democracia y los partidos, para que así y evitemos jugar al mesianismo, porque creo con convicción que con ellos nunca se logra nada, y sí se logra, es temporal y no se mantiene en el tiempo; luego vendrá el caos. En cambio, un partido fuerte, serio, con inscripciones, permite la lucha democrática y el ejercicio de la toma de decisiones coherentes y ordenadas.

No más al individualismo, sí al trabajo en equipo y al liderazgo de los partidos para bien de Colombia.

No lo puedo creer

Nuevamente se produce un fallo que divide al país, al tumbar una reforma que pretendía imponer penas de cadena perpetua a violadores y asesinos de niños, niñas y adolescentes. Acto legislativo 01 de 2020, que fue firmado por el presidente en julio del mismo año.

Pero como siempre ocurre en este y en otros múltiples casos, hay quienes consideraron que dicha norma es violatoria de la Constitución, se demandó la ley y después de los análisis y debates respectivos el fallo proferido por la sala plena de la Corte Constitucional, con una votación de seis a favor de tumbarla y tres a favor de la constitucionalidad de la misma, se dio nuevamente al traste con evitar que, por medio de una condena a cadena perpetua, salga el depredador y repita la conducta, asesinando y violando al primer niño que aparezca en su camino.

Dice en algunos que “la cadena perpetua puede constituir una pena cruel, que no protege a los menores” argumento que no tiene relevancia por cuanto es un hecho evidente que, con las leyes penales no se protege a la víctima, se castiga es al autor del acto criminal. El delito fue cometido y la consecuencia es la violación o la muerte. Estos sujetos no se mejoran, su conducta será reprimida en la cárcel, pero salen y casi que inmediatamente se repite la conducta depredadora; solo piensan en satisfacer su necesidad y por ello, vemos permanentemente como los crímenes suceden nuevamente cuando los jueces, después de pagar unos años de condena, les otorgan casa por cárcel y luego no queda sino lamentaciones y golpes de pecho.

También dicen otros juristas que la cadena perpetua atenta contra los derechos fundamentales y se viola el principio de la dignidad humana. Así se sustituyó la Constitución.

Se dan argumentos de lado y lado, todos ellos basados en la Constitución Nacional; hablan los que se oponen a la cadena perpetua, en que esta no permite la resocialización del delincuente. Es deber del Estado garantizar los medios para lograr que los reclusos se reintegren a la sociedad, afirmación que en teoría debe ser así, pero es que todos los delitos no son iguales, hay unos tipos de delito que son de mayor intensidad, lesionan la dignidad humana, la autoestima de la víctima cuando no es asesinada, su valía y se afecta el desarrollo de su vida por lo cruento del acto criminal. Por ello, no se puede comparar con delitos menores robos, hurtos, en fin, aquellos en que la víctima pierde objetos de valor, pero no hay afrenta contra su vida.

Otros dicen que no es una medida idónea para asegurar la protección de los menores, lo cual es lógico porque el delito se consumó; cuando se violó y asesinó, ya el menor y su familia, o por quien lo tenia a su cargo, no fue protegido por el Estado, por lo cual es un argumento sin fundamento, y ¿si no se castiga al delincuente, entonces quién lo hará?

En la actualidad hay unas mil seiscientas cincuenta y cinco personas detenidas por delitos sexuales. Qué pasará cuando todos estén en la calle, quién podrá hacer seguimiento a sus acciones. Afortunadamente no salen al mismo tiempo porque sería el caos de ser así.

Alguien me podrá decir si el conocido Garabito, será una persona de confianza para dejarlo al lado de los niños el día que salga de su detención, pues la respuesta es no, seria un riesgo inminente para que nuevamente acceda carnalmente a quien se le atraviese, dicen que esta convertido, no lo creo.

Todo este asunto de la cadena perpetua no fue promovido solamente por el presidente Duque. De mucho tiempo atrás senadoras y representantes, movidas por el clamor social venían pretendiendo que se lograra una reforma y se permitiera en estos casos la cadena perpetua, pero, no fue posible. Nuevamente la Corte falla a espaldas de la realidad, de ese clamor de mayor justicia para los delincuentes, otra frustración y un dolor más para los padres y familiares de las víctimas de estos depredadores.

Todo esto tiene que cambiar, hay que tener más lógica en los fallos, menos teoría y más efectividad para proteger a la sociedad, no ya a las víctimas, sino a miles de niños y niñas ingenuos que caen en las garras de estos verdaderos criminales.

La tutela

Algunas veces

Comunismo

Es indiscutible la gravedad de los acontecimientos que vivimos en el mundo por los cambios de gobierno que, uno a uno, suceden en los países de Centroamérica, Suramérica, África, Asia y muchos otros, algunos motivados por temas religiosos como el caso de Afganistán con los talibanes fundamentalistas; en otros, por el solo deseo de poder, caso Haití, y en otros por la penetración de ideologías contrarias a la democracia que han ido permeando la mente de los ciudadanos, modificándola lenta e imperceptiblemente como en Venezuela, Perú, Bolivia y Argentina, que están en manos del comunismo, aunque simplemente lo plantean como países socialistas. Ahí está el gran error de la gente.

En otros, como Colombia, están cercándonos por todas las formas posibles, desde la guerra con las disidencias de las FARC y el ELN, desde la educación con Fecode, desde los gobiernos, con las alcaldías que han ido obteniendo con resultados perversos, pero ahí están, con la instigación al paro nacional, a los bloqueos y al desabastecimiento. Es pues una clara, ordenada y sistemática lucha contra la democracia.

Por todo ello, debemos ser enfáticos en defender la democracia, nuestro sistema de gobierno, que puede avanzar y contribuir cada vez más a ser mejores a nuestros ciudadanos, obteniendo calidad de vida, trabajo, salud y seguridad, eso sí, combatiendo a los bandidos que nos perjudican como los corruptos que roban el erario; a ellos todo el peso de la justicia, rápido y sin dilaciones.

Uno de los propios problemas de la democracia, que los hay, es el de dejar que desde la educación se dañe la mente de nuestros jóvenes ya sea en el bachillerato o en la universidad. No obstante, creo que todos aquellos comunistas y socialistas de pacotilla, que predican el cambio de sistema y de gobierno no les ha tocado perder su libertad, ni su capacidad de crear empresa, ni de desarrollar su intelecto; no han perdido la opción de tener bienes propios, pero pronto les sucederá y lograrán entender que los tienen como idiotas útiles permeando la mente de la juventud para después darles un empujón y dejarlos a un lado, como paso en Nicaragua, Venezuela, Bolivia y otros muchos otros países del mundo.

Lo que no entiende la gente, los ciudadanos, es que el comunismo, “es una doctrina económica, política y social basada en el pensamiento marxista que defiende una organización social en la que no existe:

  1. La propiedad privada.
  2. La diferencia de clases.
  3. Los medios de producción están en manos del Estado.
  4. Se supone que el Estado distribuye los bienes de manera equitativa y según las necesidades”.

Miren bien, que de forma expresa los coloque en renglón independiente: los cuatro numerales, cambian de un tajo la forma en que vivimos: es así como la industria pasa a manos del Estado y este, simplemente la pierde porque no invierte, no tiene interés en mejorar y crear compañías, solo en sacarles el dinero y luego dejarla en manos de los trabajadores que no tienen cómo hacerla producir, es decir el caos completo.

La propiedad privada desaparece, el Estado es dueño de todo, no hay incentivo para el ser humano, su creatividad colapsa y el Estado decide por él, es decir quedamos como seres inertes, sin rumbo ni motivación, y obviamente las clases sociales desaparecen; por lo bajo todos estaremos iguales, habrá la clase dominante de los gobernantes y los demás estaremos en la olla.

Sí señores, ese es el comunismo, sistema que no prosperó, que se derrumbó con la caída del muro de Berlín, y Rusia entendió que el sistema fue fallido y tuvieron que cambiar, aunque aún les falta. China comprendió que si no cambiaba también fracasaría y hoy es próspera; en ambos países su pretensión inicial se modificó y hoy son países ricos en los que la propiedad privada existe.

El socialismo promulga que “la propiedad y la administración de los bienes de producción sean de las clases trabajadoras con el fin de lograr una organización de la sociedad en la cual exista igualdad política social y económica”.

Vendrán también otros interesados como los talibanes; posiblemente no tengan entrada en América, pero son persistentes y no se sabe nunca con ellos. Y si allí, en Afganistán, por segunda vez regresan al poder estableciendo un gobierno basado en su interpretación extrema de la ley islámica, no faltarán otros fundamentalistas que quieran lo propio con Colombia.

Señores ciudadanos colombianos, no dejemos que nos cambien sin luchar, sin dar la batalla. Podemos lograr una Colombia mejor en democracia y con pujanza, si entendemos en que aguas están pretendiendo que entremos. Viva la democracia, viva nuestra historia.

La vida llega a su final

La muerte llega tarde que temprano a nuestras puertas, fallecen amigos, los padres, hermanos, compañeros de trabajo, de estudio, y así, un día cualquiera, llegara por mí y por ustedes. Son vidas que recorren un camino largo o corto, dependiendo del destino de cada uno, y lamentamos la desaparición de todos ellos, un duelo que nos hace revivir sus grandes recuerdos, historias conjuntas, añoranzas, risas, llantos y alegrías.

No puedo olvidar la muerte de personas que, por su personalidad, formación, y persistencia dejan un legado en la vida, por eso lamento el fallecimiento del gran industrial Carlos Ardila Lule. Debo recordar la de otros tantos hombres que de una u otra forma tuvieron incidencia en miles de colombianos, por sus gestas, por la labor empresarial que realizaron, de crecer, construir en medio de la adversidad, por la vocación de servicio y sobre todo por su amor por la patria. Su recuerdo no llega a mí por ser hombres públicos, sino por ser empresarios que generaron grandes empresas en todos los sectores de la economía, agro, construcción, químicos, comercio, textiles, bancos, servicios, comunicaciones o transporte y no fueron políticos, ni gobernantes, pero sí, con su entereza, voluntad y el acompañamiento de grandes profesionales forjaron con tesón emporios económicos que hoy son valorados por unos y criticados por otros.

Son hombres que tal vez ustedes no recuerden como Carlos Upegui Zapata, Arturo Rodríguez Echavarría, Adolfo de Greiff, Óscar Mejía Vallejo, Nicanor Restrepo Santa María, Vicente Uribe Rendón, Julio Mario Santodomingo, Darío Múnera Arango, Rodrigo Uribe Echavarría, Luis Echavarría Villegas, Adolfo Carvajal Sinisterra, John Gómez Restrepo, Hernán Echavarría Olózaga, Jesús Ramírez, José Gutiérrez Gómez, Luz Castro de Gutiérrez, Débora Arango, John Restrepo…, personajes todos ellos que contribuyeron con su inteligencia, dinamismo y ganas al desarrollo de nuestro país. Hay otros muchos que no menciono pero que aportaron conocimiento y sabiduría al país.

Quiero resaltar a los miles de empresarios ya fallecidos que generaron empleo y sus familias continúan haciéndolo en todo el territorio nacional. Desde un solo empleo hasta varios miles, coadyuvan al engrandecimiento de Colombia. Yo los valoro por sus gestas, porque aún hoy nos acompañan de corazón y son ejemplo de trabajo el cual siguen sus descendientes, empeñados en generar empresa.

A estos hombres que añoramos por su trabajo, enseñanza y pujanza, que recordamos como hombres y mujeres que en el siglo veinte y en estos 21 años del siglo veintiuno, desarrollaron, con empeño y empresarismo, la democracia, se oponen otros muchos personajes siniestros que no han construido una sola empresa, excepto las criminales, y que acompañados de Tirofijo (Manuel Marulanda Vélez), Jacobo Arenas, crearon las FARC; o los Vásquez Castaño que conformaron el ELN, y el mismo EPL, EL Quintín Lame y ahora las disidencias, o los que hacen y deshacen criminalmente en Colombia, como los diversos clanes existentes tipo Úsuga, que pululan a lo ancho y largo de este país. Todos estos se han creído los salvadores de Colombia y no han traído sino muerte, desplazamiento, secuestro, sangre, terrorismo, luto, y más violencia. A ellos no los lamentamos cuando se mueren.

Están próximos a ellos, Gustavo Petro, Gustavo Bolívar y otros siniestros personajes que se quieren tomar el poder ayudados por las disidencias que les ponen dinero. O los idiotas útiles que creen en ellos y en el futuro que le darán a Colombia, que apoyan el vandalismo, la destrucción de las ciudades, parar la economía y crear el colapso para obtener el poder y allí olvidar a los que les hicieron el juego sucio, momento en el que estos lamentarán por el resto de sus vidas que la izquierda recalcitrante se tome a Colombia.

En conclusión, solicito que se pellizquen, valoren a los que crean empresa y trabajo, que son solidarios y aportan al desarrollo, no a los bandidos que generan caos y destrucción.

Viva una Colombia democrática, libre e incluyente, que recuerde y valore a nuestros hombres emprendedores y luchadores.

Candidatos

El Pensamiento al Aire, desde su constitución como medio de expresión de pensamiento, de ideas, libre, respetuoso, defensor del sistema democrático, de la verdad, la justicia, la equidad, el equilibrio social y de la veracidad de su información, no ha permitido que se falseen noticias, se acuse sin razones válidas a alguien, aun no compartiendo las ideas de ese personaje. Por ende, nos hemos ido ganando el respeto, el cariño y la lealtad por querer construir país sustentados en la verdad, tolerando al contradictor e invitando al contrario a que nos escuche para lograr convencerlo de nuestra verdad y nuestro proyecto, que no es otro que el de mostrar que se puede informar, pensar, disentir y conversar desde la diferencia, manteniendo la democracia como sistema de gobierno.

Es importante contarles que hacen parte del pensamiento al aire once (11) columnistas que expresan sus ideas, sus inquietudes y planteamientos para avanzar por el sendero del desarrollo exponiendo sus ideas con diversos puntos de vista y pensamiento, ya sea liberal, conservador, de centro o de derecha. Nunca hemos violado nuestro decálogo de comportamiento porque creemos que poder decir nuestros pensamientos es la forma de crecer en libertad.

Por todo eso, hoy, a diez (10) meses de elegir presidente de la República para un periodo de cuatro años (2022 -2026), creemos necesario, conducente y prudente, plantear nuestros pensamientos, aunque no son uniformes, pero sí democráticos, y lo haremos con vehemencia, fuerza y coherencia. Debatiremos las opiniones a aquellos que creen que con la demagogia y el populismo tomaran las riendas de nuestra nación.

Son mas de veinticinco candidatos que consideran tener opción para obtener los votos suficientes para llegar a la máxima representación del país que es la presidencia de nuestra Colombia, creyendo que tienen el favor ciudadano. Veremos intensos debates, agresiones, ofensas, acusaciones, descalificaciones, en fin, todo lo que normalmente observamos en las campañas políticas, que son más escenarios de guerra que de debate de ideas, pero allí, con esas dificultades en medio de las pasiones encendidas debemos ser los ciudadanos razonables, cuidadosos, estudiosos de los programas de los candidatos, de quienes los acompañan, sus ideas, comportamientos, historia y cualidades que permitan que lleguemos a la convicción seria y precisa que encarnan los ideales que requerimos para construir, mejorar desarrollar nuestro país.

No piensen y crean que falta mucho, no señores, llegó la hora de organizarnos, de definir el país que queremos para nosotros y nuestros descendientes. No es el tiempo de pasar de agache, es el momento de salir a las calles, expresar nuestras ideas, propiciar el encuentro fraterno, de ayudar al más débil, de generar empleo, condiciones de salud mejores (las colombianas no son malas), pero, sobre todo, es necesario que tengamos orden y disciplina, sin ellos no hay salida.

Ese cuento de que el que quiera marche cuando quiera, bloquee las vías, tire piedra, destruya los edificios, los negocios, paralicen la economía, e irrespete al semejante no es válido, ni admisible, ni aceptable; la democracia, no es eso, no la entienden, no la conocen, porque ella (la democracia) lleva implícita el respeto por la ley, su obediencia y acatamiento.

Es bueno que entendamos que los movimientos políticos de izquierda, desde ya iniciaron su conformación de listas para el Congreso, y las quieren cerradas, pretendiendo con ello que no se dispersen los candidatos y se conviertan individualmente en empresa electorales. Entiendan que quieren obtener muchas curules para dificultar el manejo del Congreso en el caso de no llegar a la presidencia, y es bueno decirles a ustedes que no he visto un solo hombre de izquierda generando empleo, más bien lo destruyen, y dicen que son los otros para así acabar con el establecimiento.

Por último, para no extenderme, solo quiero decirles que al inicio mencioné que por lo menos 25 candidatos aspiran a la presidencia, y de todos ellos yo veo que hay cuatro (4) grupos importantes: uno que es liderado por Eduardo Verano de la Rosa, Federico Gutiérrez,  Enrique Peñalosa, Luis Pérez Gutiérrez, Dilian Francisco Toro y Alejandro Char; otro de Gustavo Petro, el solo, el único, el inmejorable; otro, por una persona que hace parte del Centro Democrático, que al día de hoy me llama la atención, que es María Fernanda Cabal, que le gusta el orden, disciplina y respeto por la ley; también esta Rafael Nieto, Óscar Iván Zuluaga y además aspiran otros de menor trascendencia que no demerito, pero no estarán en juego al final del cuento. No podemos olvidar a Sergio Fajardo y a Jorge Robledo de la Coalición de la Esperanza, que tienen importantes seguidores.

En síntesis, aunque el panorama no es claro, la democracia debe subsistir y evitar caer en el populismo y la demagogia; que no nos pase lo que sucede en Medellín con el alcalde, prometió lealtad y no cumplió.

Se habla mucho, se acierta poco

Todos, en algún momento de la vida, hablamos más de la cuenta, y cometemos errores de los cuales podemos arrepentirnos. Por ello, lo mejor es la prudencia en cada comentario que hacemos, no atacando al otro, ni descalificándolo, o juzgando sin necesidad, de ahí que se diga que la prudencia hace verdaderos sabios.

Pero las redes sociales han incrementado las salidas desfasadas de las personas, opiniones terribles, sin fundamento, agresivas, groseras que hacen ver lo peor y lo que pretenden demostrar del otro, genera, al contrario, una mala opinión de la persona que emite el comentario.

En días recientes leí en las redes un comentario de una señora que ejerce un cargo público y es secretaria de Cultura de un municipio del Atlántico. No digo su nombre ni el municipio donde presta el servicio, para no estigmatizarla, pero ella se dará cuenta la ofensa que disparó, del daño que hizo, y el dolor que género. En mi opinión excedió con su lenguaje el respeto por los demás y atacó de forma inusual al gremio de los músicos que representan a un grupo importante y valioso del país. Son ellos los que nos alegran la vida con sus letras, interpretaciones y ejecuciones, que nutren la cultura artística de Colombia, que dan la vida por el ritmo que representan y que, además, han sido, tal vez, el grupo humano que más ha sufrido por causa de la pandemia, al no poder estar en eventos, conciertos o pequeñas presentaciones, afectándose de una manera notoria su economía familiar.

Es, además, más grave que quien emitió esa opinión ejerza el cargo de secretaria de Cultura, agravante a su conducta porque no es una persona extraña a las expresiones artísticas, por el contrario, los representa, los debe proteger generando opciones de mejoramiento de las condiciones de vida y no a través de las redes descalificándolos y casi que expresando una amenaza soterrada contra ellos. Es lamentable que profesionales, personas que tienen familias y amigos se expresen así de los demás. En Colombia, no se puede permitir que las redes sirvan para expresar opiniones irreverentes y ofensivas que dañan a las personas, que afectan su dignidad y su honor.

La expresión textual que emitió la funcionaria pública dice así: “Estoy pensando que otra vida seguramente fui asesina serial de músicos y por eso he tenido tantos problemas con esos bichos en esta vida”.

Es terrible que se expresen así de las personas que trabajan dignamente por tener una buena calidad de vida, su actividad no debe generar violencia verbal y casi que con seguridad ella misma canta y baila la música de ellos.

Sería magnifico que la funcionaria de esta historia se disculpara, públicamente en la misma forma en que agredió al gremio de la música; sería lo más prudente, por lo menos reconocer el error y así aminorar el impacto negativo que generó en la mente de muchas personas, que convirtieron viral esa opinión.

Estoy convencido de que ella, es buena persona, que simplemente utilizando las redes se excedió, no calculó las consecuencias de su frase y quiso hacer algún tipo de chiste de mal gusto. Si fuera lo contrario, es decir, si quiso de frente ofender, no merece ser funcionaria pública, ni menos secretaria de Cultura.

Lo que debemos procurar, y esto sí es un mensaje para quienes contraten personas para un determinado cargo, es que cumplan con los requisitos para desempeñar la función, y que tengan sensibilidad y tacto para tratar a los demás. Es pues un mensaje de vida. Respeto por los demás y por ello, en este caso, dignificamos al músico y le damos valor a la música.

Mantengamos la democracia

Cualquier sistema de gobierno se soporta en valores, principios y normas jurídicas que le permiten funcionar, desarrollarse y construir una comunidad con identidad propia. La democracia es una de esas formas de gobernar, se nutre de lo anteriormente expuesto, y se mantendrá en el tiempo siempre y cuando sus ciudadanos compartan los valores y los principios que le dieron origen, por ello, la misma democracia labra su propia caída y llega a su destrucción, si no logra mantener en alto los ideales que enarbolan su bandera. Así evidenciamos con nuestros propios ojos cómo las democracias caen una a una en las garras de las dictaduras mentirosas y falsas de la izquierda.

Para lograr que un proceso democrático se consolide en el tiempo, debe regirse por principios estrictos, que ya son conocidos por todos pero que lamentablemente no se practican y por ello vamos en barrena. Vale recordar: honestidad, solidaridad, responsabilidad, pluralismo, libertad, justicia social, tolerancia, igualdad, respeto, bien común, legalidad, participación ciudadana, respeto por la vida, por el derecho del otro, respeto por la propiedad privada, límites a sus propias libertades, y otros más que hacen parte del ideal democrático.

Quisiera que cada uno de nosotros hiciera un autoanálisis a estas descripciones que acabó de hacer, y casi que podría concluir que en el momento en que concluyan la evaluación, llegaríamos a la misma conclusión, somos laxos, y no cumplimos con ninguno, no tenemos disciplina, ni respeto por la norma, somos un país lleno de leyes por todos lados y no acatamos ninguna, y por ende, vamos para el estanco como borregos sin reaccionar, y quienes nos deberían dar ejemplo  no lo dan y ellos son el sustento de la democracia las tres ramas del poder, ejecutivo, legislativo y judicial.

La justicia. La verdadera, seria y justa, como su nombre lo indica, no la que hoy aplican los jueces de la república, la de sus propias razones, porque cada uno hace lo que quiera en sus fallos, se emiten no con base en el ordenamiento jurídico, sino en su propia interpretación, no se respeta la norma, ni la jurisprudencia y menos la doctrina. Además, se entrometen en el ámbito de las otras ramas del poder y lo pruebo con un hecho sucedido el viernes anterior cuando el Consejo de Estado, suspendió el decreto del ejecutivo, sobre la asistencia militar en las zonas del país que se requiera su presencia. Esto hace pensar que estamos en manos de la rama judicial que se excede en sus funciones y administra el país, lo cual no se entiende y menos cuando se está impidiendo la protección y convivencia ciudadana, dejando a las ciudades al arbitrio de los vándalos, los desestabilizadores comunistas e izquierdistas, esos son pues los defensores de la juridicidad y del orden. Risa me da.

Otro ejemplo, es el que ha venido sucediendo con las revocatorias del mandato a los alcaldes de Colombia, que es torpedeada por todos los medios y los jueces aceptan tutelas y las fallan en contra de la realidad jurídica y probatoria, y se tiene que llegar a instancias superiores como tuvo que ocurrir en Medellín, donde el abogado Julio Enrique González Villa, apeló una decisión de un juez y el tribunal administrativo, en una decisión ponderada, revocó esa primera decisión que dilató el proceso. Y así, sucesivamente, observamos que los jueces paralizan desarrollos viales, con decisiones absurdas que después los superiores revocan, lo cual indica claramente que están actuando con criterios políticos y no jurídicos. Por supuesto que podría extenderme y poner ejemplos de decisiones judiciales que afectan a los ciudadanos a lo largo y ancho del país.

La legislativa. Qué pena decirlo, está integrada por asesinos, violadores, secuestradores y terroristas, por un lado, que obtuvieron su curul con un acuerdo de paz espurio; por otros que no dan ejemplo, atacan la democracia en su propio seno, incitan al odio y a la violencia, como Gustavo Bolívar y Petro, que han mantenido en paros al país en los dos últimos años generando con ello pobreza y malestar social; por otros que sí están preparados, formados académicamente, que participan en los debates, tanto en plenaria como en comisiones, y que, aunque tienen ideas contrarias, las debaten con altura y respeto. Y por último otros muchos que pasan por allí sin mancharla ni romperla, son inexistentes, calientan sillas y no aportan nada. Todos ellos, no han sido capaces de cumplirle al pueblo colombiano y realizar la reforma que tanto se pide: disminuir el número de senadores y representantes, poner control a los salarios, pagar por sesiones como en épocas anteriores, y, además, evitar la perpetuidad en el cargo. Por lo tanto, se puede concluir que allí, en el Congreso, no contamos con un verdadero soporte y aporte a la construcción de una democracia activa, renovadora y eficaz.

Ejecutivo. Puede tener la mejor de las intenciones, pero le toca luchar muy solo contra las adversidades que le ha correspondido asumir: pandemia, que además del inagotable problema de salud y muerte, llevo al país a la crisis económica, a los paros y a la desestabilización promovida por grupos de izquierda que pone en juego la democracia.

Como ven no está fácil prosperar con tantas dificultades que afrontar; la única forma es contando con personas preparadas, luchadoras, que enfrente sin miedo a los que desean destruir el sistema democrático, líderes que se unten de pueblo, que salgan a defender cuerpo a cuerpo la estabilidad de la nación, que hagan comprender a la juventud que han sido engañados miserablemente por quienes los han educado, que trastocaron sus principios y valores, y los llevan a enfrentar el único sistema que les puede dar prosperidad; que sean hombres con mística, que muevan las masas al norte del desarrollo, al crecimiento, a la solidaridad, disciplina y orden.

Le sugiero al Gobierno, que contando con las pocas normas constitucionales que se pueden utilizar, estudien, acepten y promuevan la discusión para fomentar las autonomías regionales como forma de darle mayor desarrollo al país, eso sí manteniendo la soberanía, las relaciones internacionales, y algunos impuestos nacionales, pero, de lograrse darle vía a las regiones, la democracia se fortalecería sin duda alguna y tendríamos más bienestar y desarrollo.

En conclusión, puedo expresar con contundencia que la democracia debe subsistir, trabajemos para ello, creemos empleo, demos seguridad y fortalezcamos la disciplina y el orden, con seguridad pasaremos este tramo de pesimismo y miedo por el que atravesamos.

Giros necesarios

Cuba, Nicaragua, Argentina, Bolivia, Venezuela, Perú, Haití, son países de centro América y Suramérica, que tienen serias dificultades de gobierno. Todos ellos, gobernados por la izquierda desde hace varios años, enfrentan serios problemas económicos, no generan empresas, no hay economía agraria, sufren los estragos de la pandemia, los ciudadanos aguantan hambre, miseria, y tienen poca salud y bienestar. Eso es lo que pretenden que ocurra en Colombia y Perú; Ecuador se salvó temporalmente de caer nuevamente en manos de la izquierda que acabó con la riqueza de ese país.

No entiendo cómo y porqué un país como Colombia, con profesionales preparados para ser generadores de desarrollo, profesores universitarios formados en la democracia, jueces de la república que deben hacer cumplir la ley, políticos que hacen parte de diversos grupos de tendencia democrática, llevan al país al caos de una manera sistemática desde hace tiempo. Se olvidan de sus ancestros que lograron darles una mejor calidad de vida gracias al tesón, la creatividad, el trabajo diario y constante, muchos son empresarios que luchan a diario por mantener el empleo de miles de trabajadores colombianos, pero, es una lástima que muchos de estos que nombro se dejan ilusionar con un sistema de gobierno diferente a la democracia. Por ello me pregunto qué pasó, quién es el responsable de este despropósito, quién y cómo llegamos allá, y creo que la respuesta esté en el origen en la educación que se les dio. Fueron formados por profesores que no creen en el sistema, que influyeron en las mentes de nuestros estudiantes para generar odio de clases, no les enseñaron valores, principios y solo los manipularon para ir en contra de la democracia. Sí señores, Fecode ha sido el bastión oculto de la izquierda en Colombia, desde hace muchos años tiene la marca del comunismo, allí empezó un trabajo lento y sostenido para lograr cambiar la mente de nuestra juventud; generaron divisiones de clase y ahora buscan, a través de ellos, tomar el poder, para luego dejarlos aun lado como ha ocurrido en todas las revoluciones, desde Rusia y sus pueblos vecinos, hasta Cuba y Suramérica.

Espero que ahora estén entendiendo el horror que se nos viene si dejamos prosperar a la izquierda que esta confabulada con los comunistas, exguerrilleros, socialistas y demás grupos de izquierda, y si no que miren para aquellos lugares donde el sistema no es el democrático y analicen que ocurre allí, solo encontraremos pobreza, verdaderos dictadores, cero empresas, y mucha dependencia del estado y una pobreza absoluta. Si eso es lo que quieren para ellos y sus hijos pues sigan avanzando, que luego se arrepentirán y lamentaran el poco juicio que tuvieron para construir el país.

No olviden lo que está pasando en Cuba, allí miles y miles de personas están en las calles, desean libertad, no más atrasos después de 63 años de gobierno castrista. Volvieron las fugas por balsa, lancha y botes, nadie quiere vivir allí en las paupérrimas condiciones que soportan, tienen hambre, soledad, miseria y pobreza extrema, y quieren igualdad y prosperidad. Estoy seguro de que pronto caerá el régimen castrista, ya es tiempo, el mal no puede perdurar generaciones y generaciones.

Miremos también a nuestro querido país vecino y hermano, Venezuela, con el que hemos tenido tantas luchas por la libertad y la independencia, y hoy sujeta a un grupo de personas que detentan el poder a la fuerza con un dictador que amedranta, encarcela a todo aquel que se le cruce en el camino. Espero que pronto caiga el régimen y vuelvan a la democracia, a la abundancia que tuvieron y gozaron, a generar empleo y bienestar. Maduro y sus secuaces deben salir de Venezuela.

Nicaragua, es otro ejemplo de otra revolución liderada por un grupo llamado sandinista, del que hicieron parte curas revolucionarios y poetas, personas con formación académica que tenían el ideal común que era la liberación de Nicaragua, derrocando al dictador Somoza, y lo lograron. Pero a partir de allí, los lideres fueron desapareciendo, los partidos que hacían parte de la coalición salieron del país y fue quedando un solo hombre, el hoy presidente, Daniel Ortega y su mujer, repudiados por su propia gente, que abusa de la fuerza, y tiene un país encarcelado, en la pobreza y sin desarrollo; ese es el resultado de la revolución, pobreza, muertes y hambre.

Haití, ni que hablar, asesinato de su presidente, país totalmente corrupto, sin empresas, sin crecimiento económico, analfabetismo de más del 65% de su población, sin educación, es pues un país fallido, en el que además sus propios compañeros se confabulan contra el presidente y se vale de comandos extranjeros para asesinarlo; ni en su propia gente confían. No se cuál será el futuro de Haití, pero lo veo mal, y con proyección al desastre total.

El camino de Argentina está oscuro, una inflación de mas del 50%, un decrecimiento de su sistema agrario y en general del campo, un sistema político que se ataca entre sí, cuando unos gobiernan los otros van a la cárcel y estos vuelven al poder y los otros regresan a la cárcel. Si no hacen un pare y se ponen de acuerdo con lo fundamental terminarán acabando al país mas rico de Suramérica en los finales del siglo XX.

El panorama no es propicio para nuestros países si agregamos a esta descripción el problema de Chile con su constituyente y nueva constitución y el de Perú, con sus candidatos peleando voto a voto su elección, vemos que el futuro de nuestros países está en entredicho.

Por todo lo anterior, les pido a los colombianos que piensen y analicen cuál es el futuro que queremos, el de la izquierda o el de una democracia; está en nuestras manos la decisión y la retoma del sendero del desarrollo, la equidad, justicia y solidaridad entre los colombianos, eso sí realizando cambios sustanciales que nos den tranquilidad y prosperidad.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

Para hablar de este organismo, al que en este articulo me referiré con su sigla de CIDH, debemos iniciar explicando de donde sale, el porqué y seguramente cuál era el objetivo inicial. Me propongo precisar este concepto y su origen porque la prensa y la radio hablan de él, además de otro organismo que se llama Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la cual se recurre mucho desde la época de Gustavo Petro, cuando fue objeto de sanción por parte de la Procuraduría Nacional lo cual implicó su suspensión del ejercicio del cargo de alcalde mayor de Bogotá. Desde ese momento y hasta la fecha, todos recurren a ese organismo para que proteja sus derechos.

Son el CIDH y el CTDH, organismos que pertenecen a la Organización de Estados Americanos (OEA), conformado por veinticuatro países (24), organismo del cual fue su secretario general el expresidente Cesar Gaviria. La CIDH, es un órgano principal y autónomo que pretende la protección y promoción de derechos humanos y eso está bien. En mi opinión es un órgano que uno puede mirar con complacencia cuando habla de proteger y promover los derechos humanos, pero me surge la primera inquietud y es qué entendemos por promover y proteger, cuándo y a quién. Creo entonces que depende de que profesionales forman parte de la comisión y cuál es el entorno social en el que se desenvuelven.

Dicha comisión está compuesta por siete (7) miembros de “alta autoridad moral y reconocida competencia en materia de derechos humanos” lo cual es, sin duda alguna, un primer elemento de seguridad y tranquilidad para realizar adecuadamente su función, pero, debemos analizar si están actuando con la debida autonomía y trasparencia para dar las sugerencias que emiten, por cuanto el resultado del informe que emitieron al final de esta semana da la sensación de que no hubo equilibrio en él y si bien es cierto que visitaron varias ciudades de Colombia, todo su informe se reduce a mostrar  el exceso de la policía en las marchas, que no hubo bloqueos, sino cortes, en fina demostrar lo que no es real, a desvirtuar los hechos, y eso realmente molesta.

Partamos de una precisión de parte mía y es que existe el derecho constitucional de marchar, de mostrar el descontento con el gobierno, con los opuestos, contra las decisiones de la justicia, contra el Congreso, la educación y en general, expresarse contra lo que quieran las comunidades. Esto es sin duda alguna una de la forma de expresión de la democracia.

He leído sobre las grandes manifestaciones que se han dado en Colombia, una de ellas promovida por el Partido Liberal en la época del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, el 7 de febrero de 1948, dos meses antes de su asesinato. Se llamó la marcha del silencio y fue nutrida, con más de cien mil personas, sin nada marchando por la paz, sin violencia, sin vándalos, simplemente mostrando el dolor por la persecución. También vale la pena resaltar las marchas promovidas por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, con asistencia de más de dos millones de personas en todo el territorio nacional, sin violencia, sin daños a la propiedad privada, expresando su inconformidad. He visto marchas pacíficas contra el feminicidio, el secuestro, contra la violencia familiar, en fin, múltiples expresiones de descontento y dolor que pretenden que el gobierno se dé cuenta de la problemática y genere soluciones.

Por todo ello, no entiendo que un organismo internacional ingrese al país no para mirar con objetividad lo que está sucediendo y lo que ocurrió a partir del 18 de abril de este año. No se comprende que no se dé un verdadero análisis de contexto, del porqué de la violencia, de las causas del conflicto y de las razones de los promotores del paro nacional, de las razones políticas que se valen de la problemática social para buscar un objetivo electoral. Esto no se puede aceptar.

Cambiar los términos de los sucesos no está bien, por qué decir cortes en el documento, cuando la realidad es que fueron bloqueos en todo el territorio impidiendo el libre movimiento de los ciudadanos, del trasporte, evitando la entrega de alimentos y poniendo en jaque a las ciudades. No pueden llamarse cortes cuando la verdad es que intentaron causar una violencia generalizada para forzar la renuncia del presidente y ellos tomarse el poder, era el caos y jugaron a ello.

Ahora bien, quiero que los miembros de la Comisión, de frente, mirando a los ojos de Colombia, nos expliquen por qué llegan a la conclusión de darle la razón a las denuncias de los excesos de la policía, cuando la verdad lo que se vio es que los atacados sin misericordia fueron ellos, ni se defendieron o lo hicieron en defensa de la democracia. Establecen que existen causas legítimas para el paro nacional y que este se ha desarrollado en cumplimiento de la Constitución Nacional, cuando en realidad, en cualquiera de los países de donde ellos son originarios hay más razones de fondo que las que se dan en Colombia. Se les olvida que estamos en una pandemia que no es frecuente, la última fue hace más de 100 años y que se perdió el empleo, pero que la gente quiere superar la adversidad y volver a los niveles de crecimiento y bienestar del año 2019, que esto que hacen ellos no hace bien, desestabiliza y hace daño.

No se puede aceptar que se separe a la policía del Ministerio de Defensa para que se le dé un enfoque ciudadano y no militar; están equivocados, la fuerza es una sola, no hubo desproporción de la fuerza pública, son las victimas de los vándalos, de la izquierda y de los que quieren desestabilizar a Colombia. Somos 50 millones de habitantes y los bandidos no llegan a cincuenta mil, digan quiénes somos más.

El gobierno permitió el ingreso, porque actúa de buena fe y cumple con el principio de respetar la democracia, pero esto es un ataque contra la democracia y no se puede aceptar, por lo tanto, no más intromisión de organismos que no guardan independencia, ni son imparciales.

Sí se puede

El slogan de “Sí se puede”, no es una simple forma de motivar a las personas, a los grupos, a los trabajadores y en general a una sociedad; esta conlleva en contexto toda una forma de vida, es esa actitud que nos motiva, induce a lograr resultados de corto, mediano y largo plazo, que en la medida en que se obtienen crece la motivación, la creatividad y la emoción por seguir superándose y cumplir nuevas metas.

Esto no es un articulo de superación, para ello existen motivadores, psicólogos, estudiosos del comportamiento humano, de nuestras debilidades y fortalezas. Aquí deseo resaltar el éxito de un trabajo público que condujo a una ciudad a lograr que su gente se sienta orgullosa de sus gobernantes y de su persistencia para lograr objetivos, de mantener la dinámica constante de desarrollo de obras públicas, de creación de empresas, de atracción de nuevos capitales y por consiguiente lograr disminuir el desempleo. Los índices de pobreza, aunque aun son altos, si continúan con la tendencia que han mostrado en poco tiempo también serán ejemplo en cuanto a la reducción de esos indicadores y por ende los habitantes tendrán una mejor calidad de vida.

Pocas ciudades de Colombia han logrado ese grado de motivación de sus ciudadanos. Por el contrario, lo que percibimos es que las que eran ejemplo para los demás, tienen serios problemas en la actualidad: el ánimo de la gente esta bajo, los conflictos sociales se multiplican y la gobernabilidad es poca. Me refiero a Medellín y Cali, donde es latente y palpable el descontento ciudadano con quienes gobiernan porque no tienen como objetivo primordial y único el mejoramiento de las condiciones de los ciudadanos, sino que cumplen y avanzan en un plan previsto que busca implementar un sistema social que favorece a unos pocos.

Ambos alcaldes de las ciudades capitales de departamento, tienen contra ellos en marcha procesos de revocatoria de mandato, que surge como un mecanismo de participación ciudadano previsto en la Constitución Nacional y no se da porque sean buenos, es por lo contrario, porque gobiernan en contra de la sensatez, de los valores tradicionales, de principios que permitieron que la empresa privada, el sector público y la educación trabajaran de la mano desarrollando políticas públicas serias y coherentes. Actualmente ellos son generadores de polarización y conflicto entre los mismos ciudadanos.

Resalto entonces la ciudad que es objeto de reconocimiento no solo mío, sino de la sociedad colombiana en general. He tenido la inmensa alegría de ir viendo y constatando el cambio de Barranquilla. De ocho años hacia acá, no hay día en el que no se avance o que no se concluya una obra. Se están solucionando las inundaciones generadas por los arroyos y lugares por donde baja el agua en épocas de lluvias, las obras públicas se inician y se concluyan, el crecimiento urbano es organizado y obedece a un plan de desarrollo armónico, que hace ver la ciudad linda, los estadios están bien mantenidos, los escenarios públicos protegidos, la economía en auge y sus habitantes felices.

Barranquilla se ha convertido en un gran centro industrial por cuanto su situación geográfica favorece el desarrollo; empresas textileras, petroquímicas, distribuidores, la consideran óptima por las facilidades que ofrece para la exportación de los productos, evitando costos de trasporte desde el interior hacia el puerto. Antes no se entendía que ciudades del interior tuvieran un gran desarrollo industrial estando alejadas del mar, con dificultades y costos mayores para la distribución de los productos, de manera que, en buena hora, creo yo, que esa mirada amplia hacia el mundo exterior facilitará el crecimiento de los empresarios, teniendo en cuenta que, además, están en desarrollo los puertos del Urabá antioqueño.

El cambio se dio gracias a la gestión de políticos jóvenes que en su momento se fueron contra el monstruo de la corrupción creado por caciques políticos de antaño y más recientes, como el cura Bernardo Hoyos, quienes ofrecían en sus discursos las promesas de siempre: realización de grandes obras públicas, un desarrollo urbanístico organizado, cero politiquerías y todo quedaba en bla, bla, bla. Uno tras otro, sus gobiernos y sus dirigentes terminaron investigados y condenados por delitos cometidos en el ejercicio de los cargos. Los generadores del cambio dijeron no más al incumplimiento y procedieron a ser ejecutores de grandes obras, a crear sentido de pertenencia en los habitantes, a generar empleo, dinámica social y empresarial.

Alejandro y Los Char, el actual alcalde Jaime Pumarejo, la gobernadora Elsa Noquera, que también fue alcalde, el gobernador Eduardo Verano de la Rosa y muchos otros, trabajando unidos, manteniendo el orden y la disciplina, lograron en doce años el cambio, una ciudad prometedora, con futuro promisorio, que elevo el nivel de vida de sus habitantes.

Es posible que tengan opositores, pero estos se quedan mudos ante la realidad de los acontecimientos; no han logrado derrotar la acción liderada por una generación de barranquilleros que creyeron que se debía hacer un cambio y lo pusieron en marcha.

Hoy día ellos lideran una propuesta de autonomía para la región que comparten con personas de otros siete departamentos de la Costa Atlántica; van organizándola paso a paso, al igual que las iniciativas que se lideran en otras regiones. Ejemplo de ello es el doctor Héctor Quintero Arredondo, a quien tuve el placer de entrevistar hace poco.

Todo este reconocimiento a una ciudad, a un departamento, contrasta con lo que sucede en Antioquia, Cali, Bogotá, Cúcuta y otras capitales. Debemos seguir el ejemplo, aunque hoy tengamos dificultades en el manejo de la ciudad. Si trabajamos con deseo de progreso, respeto por el ser humano, generando trabajo y con orden y disciplina, lograremos volver por la senda del desarrollo y sentido de pertenencia. Adelante colombianos de bien, ni un paso atrás.

Conclusiones sobre el paro Nacional

Hablar de las cosas después, con posterioridad a los hechos, no es bueno si es para pontificar sobre la forma en que se debió actuar y no creo que Colombia hoy necesite eso. Lo que se requiere es analizar de fondo qué está sucediendo en Colombia, a qué le estamos apostando y cómo los diversos actores de la vida política quieren tomar partido y beneficiarse del caos, lo cual genera desestabilización social y económica. Me permito precisar algunos puntos a saber:

Primero. El país no puede olvidar que la crisis social y económica se inicia con la pandemia, causada por el covid-19, cuando en marzo 19 de 2020, iniciamos una cuarentena prolongada que se fue extendiendo en el tiempo, para proteger la vida y no la economía. Se lograron resultados importantes en aspectos preventivos y fue así como la tasa de mortalidad se controló significativamente.

Pero, como todo en la vida, protegerla causó estragos en la economía y el empleo, se generó una crisis de hondas consecuencias, el desempleo se incrementó al 27%, la pobreza volvió a niveles del año 1998, algunas empresas quebraron o entraron en el proceso de insolvencia, y otras están esperando algo de mejoramiento, si no llegarán a ese estado también.

Segundo. A la par, y desde el inicio del mandato del presidente Iván Duque, Gustavo Petro y su Colombia Humana, expresaron públicamente que se opondrían, desde el primer día y en la calle, al gobierno, lo cual ha sido verdad y no es controvertible.

Tercero. Los promotores del paro, a pesar de la crisis, no supieron responderle a la sociedad, se sostuvieron en las marchas y de allí surgió la violencia, la cual, además, fue patrocinada por un senador de la República, Gustavo Bolívar, que financió la llamada primera línea de manifestantes.

Cuarto. El mal llamado Paro Nacional, promovido en todo el territorio, dividió aún más al país. Los marchantes no eran grandes mayorías y se diferenciaban porque algunos realizaban el ejercicio de la protesta pacíficamente, pero los otros, los que estaban pagados y financiados, tenían la orden de generar caos y vandalismo, y a fe que lo lograron y aún siguen haciéndolo.

Quinto. El Comité del Paro, que se autodenominó así, no tenía, ni tiene representatividad alguna; no se sabe quién los eligió, ni cuál es su misión. Han sido factor de distracción para el gobierno que se reúne con ellos para acordar no sabemos qué, ni por qué, solo entendemos que no representan a nadie, excepto a Fecode, y las centrales obreras.

Sexto. Responsabilidades. A los alcaldes se les salió de la mano el control del orden público, siendo ellos los directos jefes de la policía en cada ciudad. Los hechos de Cali, Bogotá y Medellín, además de Cauca, fueron indicadores del grado de violencia y odio que se presentaba en cada sitio de manifestaciones. Los daños causados no los van a pagar ellos, ni los promotores del paro… siempre sucede así, los pagamos con los impuestos los ciudadanos que a pesar de las manifestaciones tenemos que asistir a trabajar para sostener a los vándalos, bandidos, narcotraficantes, exguerrilleros y nuevos guerrilleros que no les duele los derechos de los demás, no piensan sino en la venganza y se regodean con el dolor de los que ven sus bienes, muchos o pocos, acabados y destruidos. Eso no puede ser democracia.

Séptimo. Reforma tributaria. Por todos los medios se le solicitó al presidente que se abstuviera de llevar al Congreso la reforma tributaria, aunque fuera con otro nombre, porque la reacción fue mucho mayor, no solo de los marchantes, sino de toda la ciudadanía; lástima que no hiciera caso y a los ochos días la tuvo que retirar.

Octavo. Políticos. No sabemos dónde estaban, se escondieron, no dieron la cara ni tuvieron el talante de dirigirse a los manifestantes para parar el destrozo, salvo, como siempre ocurre, que algunos para bien o para mal, opinaron, como los expresidentes Uribe y Gaviria, y como Germán Vargas, además de algunos miembros del Centro Democrático, y de Petro y Bolívar que lo hicieron para azuzar a los marchantes; de resto senadores, representantes, concejales y diputados desaparecieron del escenario público.

Noveno. El Congreso tampoco dio la talla, no acogió las peticiones públicas de control a los salarios, al número de congresistas, al pago único en época de sesiones, en fin, sí aprobaron proyectos, pero aún no entienden que el país no les tiene confianza.

Décimo. La policía y el Esmad. Duro les dan los medios de comunicación y los comités de derechos humanos, pero, nadie los felicita. Ellos salvaron las ciudades y tuvieron en sus filas más de mil hombres heridos, aporreados, masacrados. Estuvieron impávidos porque no podían defenderse ya que los acusaban de ser violadores de derechos humanos. Todos sabemos que los excesos no son buenos, pero pregunto yo ¿quién atacaba… ellos o los vándalos? La respuesta es simple los vándalos, con piedras cócteles molotov, palos, patas, puños, es decir, con rabia… qué horribles noches.

Si hubo excesos es de los dos lados.

Décimo primero. El ejército. Actuó con serenidad en los lugares en que se solicitó que actuara, de resto estuvieron quietos esperando órdenes.

En fin, señores, lo que sucedió y está ocurriendo tiene su origen no solo en la pandemia, sino en el mal acuerdo de paz, que, aunque se perdió, lo sostuvieron. Ahí están las consecuencias, fallas en la justicia, los exguerrilleros que sin remordimiento atacaron al país por décadas, que violaron, secuestraron, mataron, se tomaron ciudades y municipios, y pusieron bombas, ahora están legislando, autorizados por una paz que no generó la tranquilidad que se esperaba, que dividió y polarizó nuestra patria… qué mal trabajo el de un señor Santos, que nos engañó a todos.

En conclusión, debemos todos bajar los ánimos, pensar en la Colombia que es de todos, en la que unos pocos vándalos no pueden ganar; no se puede destruir el sueño de una gran nación con autonomía y soberanía nacional, debemos seguir luchando por una nación emprendedora, que impulse el trabajo, que genere mejor calidad de vida y que sea la mejor para bien de todos.

Felicitaciones Pacto por Medellín

El viernes, 18 de junio de 2021, por fin se hizo la entrega de las planillas que permitirán adelantar el proceso de revocatoria del alcalde Daniel Quintero. Este es un triunfo del grupo promotor Pacto por Medellín a quien el doctor Antonio Montoya H. felicita en este espacio de opinión de El Pensamiento al Aire porque vislumbra que sus esfuerzos llegarán a feliz término y que volveremos a sentir las bondades de planear el desarrollo del departamento con la participación de la exitosa tripleta: gobierno, empresarios y academia. No dejes de verlo.

Una opinión diferente para construir País

En su nuevo artículo para el blog https://www.elpensamientoalaire.com, el doctor Antonio Montoya H. promueve el cooperativismo como un modelo económico que permite construir grandes empresas, convirtiéndose así en fuente de desarrollo. Afirma que en tiempos de crisis como el que estamos viviendo, el cooperativismo debería ser la fuerza que mueva la economía. No deje de verlo.

No más, paren ya

Pensé no escribir esta semana ningún artículo, por cuanto considero que existen exceso de palabras y diagnósticos sobre lo que pasa en Colombia, escritas desde la izquierda, la derecha, el centro, en fin, desde todos aquellos grupos políticos que representan a un país polarizado, que destruye lo bueno para generar el caos y convertir a Colombia en un país socialista, empobrecido y rabioso. Está perdido de la realidad, sumado en protestas vandálicas, sin sentido, realizadas por personas pagadas que no saben qué representan, ni el daño que hacen y sus consecuencias.

Sin embargo, considero que no hablar es claudicar ante el desorden y el caos, por lo que debo, por el contrario, continuar alzando mi voz y lo mismo deben hacer muchos colombianos que desean la disciplina, el orden, y el crecimiento social para poder cubrir las necesidades de los más necesitados, lo cual no es demagogia, es la realidad. Si no hay empleo, habrá pobreza y violencia.

Comparto con quienes creen que Petro es el dirigente general de este paro, que incita en trinos a continuar las marchas y el paro general, a mantener el país paralizado para derrotar la oligarquía y quien, acompañado de su secuaz y locuaz Gustavo Bolívar, mantienen engañados a muchos grupos sociales, metiéndoles en la mente que con este paro continuado se tumbará el gobierno y ellos asumirán el poder. Nada más mentiroso, Petro nunca asumirá la presidencia de Colombia, porque ya se destapó lo que ya sabíamos que él quiere, la oscuridad para nuestro país, golpearlo, arruinarlo para el gobernar y convertirlo en un desastre social. Allí, en la impunidad, hacer lo que el odio lo ha movido desde su época de guerrillero, acabar con el empresariado, eliminar pensiones de jubilados, colapsar aún más el sistema de salud para luego anunciarse como el salvador y trasformador de Colombia.

Reitero que ya es hora de terminar el paro, por las buenas o utilizando las herramientas que el ordenamiento jurídico permiten, la fuerza pública, defendiendo la institucionalidad y la democracia. Nos asustamos porque los indígenas pagados, borrachos y enceguecidos por la droga intentan bloquear la ciudad de Cali, nos aterrorizamos porque los vándalos se aprovechan de las manifestaciones pacíficas a lo largo y ancho del país para generar pánico social, nos asustamos porque los estudiantes, a pesar de los beneficios que se les otorgaron, no quieren reiniciar clases, nos asustamos porque los que limpian carros en los semáforos se desaparecen a la hora de la turba y regresan luego a seguir pidiendo después de haber recibido dinero por generar caos, nos asustamos porque en ciudades como Medellín, se acaba con el sector comercial, con los bancos, con entidades como el Jardín Botánico, las estaciones del metro y se impide el trabajo honesto.

Eso es lo que quieren y eso no se puede aceptar en un país democrático donde la obligación constitucional es la de proteger la vida, honra y bienes de los habitantes. Por ello el presidente debe continuar actuando con firmeza, sin ceder ante los bandidos, protegiendo a los buenos que son los que trabajan día y noche sin descanso y que, para alimentar a su familia, no roban, no incendian, no ultrajan, por el contrario, luchan sin desfallecer por sí mismos, el país y su futuro. Ellos y nosotros somos más, no nos dé miedo, reaccionemos ante el vandalismo, exijamos que quien dañe un bien ajeno, así sean extranjeros que llevados por el dinero acaban con todo, lo paguen con trabajo o con sus bienes, o si son menores, sean los padres los responsables de semejante atropello contra el país. No nos dejemos, somos más y mejores.

No puedo dejar de expresar mi enojo porque los que defienden a los ciudadanos, los policías de Colombia, son lo que salen en los noticieros, en la prensa, como si fueran los responsables de los desmanes, y eso no es así. Están en el ojo del huracán y podemos ver con estupor como la turba enloquecida, llena de odio, se aprovecha cuando tiene a uno de ellos acorralado y le dan patadas, con rabia, enceguecidos, y el policía, sin defensa, recibe en su cuerpo los golpes más cruentos e inhumanos y son, además, quemados por bombas incendiarias. Hoy llegan a casi mil heridos y nadie lo que están sufriendo ni cómo la están pasando sus familias.

Solo reciben investigaciones por sus excesos, pero yo me pregunto cuáles excesos cuando los atacados son ellos. No es la fuerza pública la que está enervada y enloquecida, es la turba, incitada por… ya sabemos quiénes, que desahogan sus angustias, rabias y propios sufrimientos, en los hombres que nos cuidan y protegen.

Por último, les digo que no sé quiénes son los del denominado grupo promotor del paro y quién los designó para negociar con el gobierno, a quién representan. Que nos digan, porque no sabemos, con excepción de los mismos de siempre, es decir, de Fecode y sindicatos, quienes son y que hacen los otros, porque es increíble que un grupo de desconocidos, sin trayectoria económica, empresarial o social se endilguen el derecho de hablar por nosotros. O qué aporte le han hecho al país para convertirse en dirigentes de un paro que ponga en jaque a Colombia. Seamos serios y exijamos trasparencia, conozcamos por qué están allí.

No más, paren ya.

Hablemos claro

El país no está bien, nadie lo duda, es una realidad, la pandemia y los paros nos dejan en una real situación económica difícil e incierta, nadie aporta de una manera constructiva, todas las fuerzas tienden al caos y a la crisis, la violencia sigue creciendo, la economía en barrena, los políticos perdidos, en fin, el caos por todo ello.

Llegó la hora de hablar claro, por lo menos de mi parte, que soy un ciudadano del común, que ve el deterioro social minando cada vez más la estabilidad del gobierno y por ende poniendo en jaque la gobernabilidad de nuestras instituciones. Por esto vale la pena reflexionar sobre lo que queremos y pretendemos de nuestra patria y su futuro, que no es fácil obviamente, pero si corregimos errores podemos salir adelante. Depende es de nosotros los colombianos el no dejarnos derrotar, por lo tanto, me hago las siguientes reflexiones.

1. Dónde están los políticos. Me preguntarán ustedes, que quiénes son ellos y la respuesta es sencilla y simple, son los que se hacen elegir para representar a los ciudadanos en un periodo de tiempo determinado, ya sea para juntas de acción comunal, un concejo municipal, asamblea departamental, o como representantes y senadores, y presidente. Ellos, que han sido elegidos democráticamente deberían salir a defender la institucionalidad, presentar los logros que estén obteniendo y combatir con firmeza a los dirigentes del paro que buscan destruir las ciudades y la democracia. Lástima que no se ven, nadie sabe donde están, seguramente guardados y custodiados. Menos se conocen sus pronunciaciones sobre el paro, es decir, no existen, están mimetizados y no darán la cara ni ellos ni sus jefes.

2. Dónde están los presidentes de Cámara y Senado. Igual que el caso anterior, no hablan, no modulan, y menos defienden al gobierno o por lo menos a la democracia, son impávidos escondidos en sus casas sin dar cara a la problemática social que sacude los cimientos de la sociedad.

3. Dónde están los jefes de los partidos. Pues con excepción del expresidente Gaviria, no los veo por ninguna parte, no lideran sus equipos de gobierno, ni sus bancadas, están esperando que los sucesos se den por si solos y ellos, quietos, no apoyan la gobernabilidad de este país, y apoyan con el silencio a los destructores de la democracia.

4. Dónde están los estudiantes. No los vándalos, sino aquellos que les gusta formar y prepararse, que están haciendo esfuerzos con sus familias para obtener su grado profesional y están perjudicados pasando el tiempo y perdiendo meses de estudio. Ellos deberían pronunciarse, regresar a clases y demostrarles a los vándalos, a los estudiantes mediocres y a aquellos que se la pasan en las aulas por años y años dañando la mente de nuestros hombres, que ese no es el camino.

5. Dónde están los indígenas. Pues bien, ninguno de nosotros los colombianos podemos decir que no tenemos ancestros indígenas, negros, mestizos, blancos y en general que tenemos una fuerte mezcla de razas que han servido para ser autóctonos, distintos a los de otras regiones y países. Gracias al esfuerzo y trabajo hemos ido construyendo nuestra propia raza, luchadora, fecunda intelectualmente y llenas de ilusiones, pero los indígenas de Cauca, no sabemos por qué razón se han mantenido protegiendo sus raíces, no avanzan, no construyen, siguen ensimismados en su historia y no mejoran, ni ayudan a hacer una vida digna para ellos y sus familias. Se aliaron con las mafias del narcotráfico, a los guerrilleros y creen que tendrán por tiempo indefinido su gobernabilidad. Son idiotas útiles de los bandidos y se les olvida sus raíces, no trabajan, están llenos de tierra y piden más, y reciben, además, dinero en subsidios del Estado colombiano. Eso no es bueno, es nefasto y tiene que terminar, o trabajan o se friegan. Yo les pregunto a ellos, si los colombianos, los ciudadanos a los que atacaron en Cali, que fueron agredidos y violentados en sus casas, fueran de la misma forma y atacaran sus resguardos y acabaran con sus casas, cosechas y trabajo ¿qué dirían? ¿A quién acudirían? No lo sé, pero lo que sí les puedo decir es que los guerrilleros y narcotraficantes no lo harán, y quedarán regados en el campo sus cosechas y vidas. Por ende, les solicito que trabajen, que respeten la gobernabilidad de nuestro país, a los ciudadanos que los protegen y se dediquen a construir comunidades autosuficientes.

6. Dónde están los ciudadanos. Ahí estamos y están, sufriendo, esperando que todo pase, y todo se mantenga, pero se les olvida a los que nos atropellan que podremos salir a las calles y a las urnas, y defender con garra lo que el gobierno no hace, no nos dará miedo defender la democracia.

Por último, y para no extenderme, es bueno que sepan que un país herido, donde somos más los buenos, los trabajadores, los socialmente responsables, no admitiremos los desmanes continuos, las afectaciones a los bienes públicos y mucho menos a los seres humanos desvalidos que no tiene protección ante el vandalismo de la izquierda que no escucha sino las voces de sus líderes por encima de la defensa de una democracia.

Hoy y siempre por encima de cualquiera, prima la defensa de la democracia.

La verdad

Creo, con razones de peso, que surgen del análisis realizado a la información de prensa, radio, redes sociales y noticieros, y a observar en forma directa a los manifestantes, que la verdad sobre lo que realmente está sucediendo en Colombia es que no hay una causal nueva, que sea diferente a la que vive cualquier país del mundo en la actualidad y que sirva para explicar de fondo la violencia con la que se están realizando las expresiones populares y las masivas actividades vandálicas que tienen en jaque a todo el territorio nacional.

Es cierto que en Colombia hemos avanzado más en la búsqueda de bienestar para los ciudadanos que en otros países del mundo. De eso no se habla, no se muestran indicadores, ni se compara con cifras de esos lugares, pero en salud la cobertura es alta, el Sisbén protege a más de cinco millones de personas, y sus beneficiarios son atendidos en los mejores hospitales y centros de salud. Además, el sistema de seguridad social integral exige la vinculación de los trabajadores y sus familias a este sistema, lo que nos permite afirmar que, si sumamos al trabajador tres miembros de su familia y son once millones (11.000.000) de personas con trabajo formal, estaríamos hablando de cuarenta y cuatro millones (44.000.000) de personas con protección en salud. Así podemos mostrar el buen resultado de la salud para los colombianos, aunque obviamente hay problemas de atención rápida y oportuna, que es y debe ser objeto de análisis para mejorarla, y de corrupción en algunos centros de asistencia, la cual se debe combatir, eliminar y sancionar.

En educación hasta el bachillerato es gratuito, y a partir de ahora será también la educación universitaria gratuita para los estratos 1,2 y 3; gran avance, esperemos que la deserción no sea alta y por ende los estudiantes deberían cesar el paro y reintegrarse a la universidad.

En el tema del trabajo, las centrales obreras, no aportan soluciones a los problemas, crean dificultades y llevan a que las empresas paren, pierdan clientes, se interrumpan los procesos y avance el desempleo. El Estado debe promover la creación de fuentes de trabajo a todos los niveles, en los municipios, en las ciudades y el agro, incentivar la creación de empresas nuevas, apoyar a los emprendedores.

En el deporte, cada vez más a través del Ministerio se promociona, incentiva y apoya lo que nos trae alegrías ya que ha generado campeones en todas las diversas modalidades. Aquí también se puede lograr avances significativos con escuelas de formación, que impidan que la juventud caiga en la droga, porque si se mantienen ocupados estudiando y haciendo deporte venceremos la pereza, la desigualdad social y podrán tener una buena calidad de vida. El deporte asegura esta posibilidad de mejoramiento económico.

En vivienda. El Ministerio ha venido realizando una gestión encaminada a dotar de vivienda digna a miles de colombianos, falta aún bastante, pero es una gestión que no para, lo hacen bien y no tengo conocimiento de signos de corrupción en esos contratos.

Estos son los principales ítems promotores del cambio social que lidera el gobierno actual y que los anteriores también los impulsaron. El Estado no ha parado de buscar soluciones mes tras mes, pero no se le puede olvidar a ningún ciudadano que venimos de un año largo de cuarentenas por la covid-19, con más de 80 mil muertos, casi tres millones de afectados y que, pese a esa adversidad, el gobierno atiende emergencias, da ayudas a los empresarios con las nóminas, extiende plazos de pago de créditos, y demás obligaciones tributarias que se tienen en el país, cumple con su deber constitucional y lo hace mejor que en otros países. Pero no basta, piden más y más, no se da apoyo a la institucionalidad y se sale a un paro nacional, sin sentido, sin razón, solo por el mandato de un señor de izquierda que quiere llevar al país al caos, para decir que será el salvador y obtener el voto ciudadano; daño inmenso el que está promoviendo y lo peor es que los ciudadanos no se dan cuenta del juego de la izquierda que promueve en América Latina el caos y el desorden.

No existen razones lógicas, ni válidas para continuar en paro, deben cesar de hacer daño a las ciudades, de incendiar, lesionar a más de 800 policías, a generar vandalismo y muerte de sus propios compañeros, más de 30 muertos y miles de heridos… si eso es un triunfo, pues los dirigentes del paro tienen un problema mental, eso es odio, rencor e incapacidad para vivir en sociedad.

Van a continuar y dicen que la única razón de la reunión con el gobierno, “es para que les den garantías para la integridad de quienes están protestando, que haya una desmilitarización y que se ordene la suspensión del uso excesivo de la fuerza y armas letales por parte del Esmad”, petición que tiene un solo objetivo, más caos y miseria, más muertos y heridos y así incentivar a la revuelta general y tumbar el gobierno.

 

Pues no, debemos proteger la institucionalidad, al gobierno del presidente Duque, a la democracia y derrotar a quienes solo quieren un país en llamas, envuelto en la miseria y hambre como el país vecino.

Cambios urgentes y necesarios

Estudiando nuestra historia reciente, desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, cuya muerte probablemente impidió el aceleramiento y consolidación de la trasformación social que propuso en el primer mandato presidencial Alfonso López Pumarejo y que, a pesar de que el tiempo ha pasado aún se perciben sus avances sociales. No hemos logrado dar el salto económico y social que se requiere para que este país, lleno de posibilidades logre solucionar muchos de los problemas que nos agobian y que hoy nos tienen avocados a un persistente paro nacional.

Calló la reforma tributaria, la cual no queríamos que se presentara ni siquiera a discusión, por improcedente e inoportuna, en una situación económica difícil para todos, con crecimiento de la inequidad social, del aumento de la pobreza, en fin, del deterioro económico. A pesar del retiro, continuó el paro y el caos en las grandes ciudades, porque los de la izquierda, como ya lo he expresado, se valen de cualquier oportunidad para mantener el país ensangrentado, dividido, convulsionado y sin una salida decorosa a corto plazo.

Creo yo que ningún colombiano duda de la necesidad de implementar cambios que tengan impacto social, que la calidad de vida sea mejor para todos, que las oportunidades de trabajo se multipliquen, que el emprenderismo por fin logre consolidarse como una forma ideal de generar empresa, con acceso al crédito a largo plazo e intereses bajos, lo cual es necesario para no agobiar económicamente a quien inicia un proyecto con mucho interés e idealismo, pero sin capital.

Por lo tanto, es necesario que, en vez de destruir, dañar los bienes públicos y privados, matar, agraviar, y generar dolor por todos lados, se sienten los líderes (si realmente los hay y diferentes a Petro) y, en una negociación razonable, se acuerden pautas de trabajo que permitan obtener resultados inmediatos y a largo plazo, no con medidas de corto plazo que son las que vuelven y facilitan las nuevas causas de los problemas.

No se requiere ser un gran estadista, simplemente hay tener dos dedos de frente para que aportemos desde nuestro propio hábitat a la solución del conflicto. Siempre he considerado que la solución se inicia desde abajo, desde el hogar; los amigos, el colegio, la universidad, el trabajo. Cada paso que damos debe tener un norte y no podemos dejar que las cosas vayan al vaivén de los acontecimientos; empoderémonos de nuestra vida y futuro, desde donde estemos respetemos al vecino, al colega, a la esposa e hijos, a los amigos, a los contradictores y así vamos construyendo la telaraña que permite tener una verdadera red fuerte y solidaria, eso sí, con orden y disciplina social.

Observamos día a día, en los dos últimos años, al presidente Duque, con paciencia, sin desespero, constante en su accionar, trabajando por el bien de todos; en la pandemia ha sobresalido sin pretender tener la solución al problema, recibe palo por todos lados, de su propio partido y obviamente más de sus opositores. Se equivocó con la reforma tributaria, pero retrocedió y sigue analizando alternativas, sin embargo, no he visto que los otros líderes del país estén actuando con sensatez, por el contrario, son emotivos, groseros, altaneros y se niegan a sentarse a la mesa para buscar soluciones. A ellos, con energía, les solicito respeto hacia los 50 millones de ciudadanos, actúen como los representantes de la comunidad porque no es el momento de obtener réditos políticos, es el momento de sacar adelante este país, su democracia y su futuro.

La democracia está en jaque, no por las ideas de Petro y sus muchachos, sino por la división continua de los verdaderos demócratas; por consiguiente, pellízquense y actúen como ciudadanos inteligentes, con seriedad y grandeza, hay mucho para trabajar y construir en este lindo país. En este sentido, me permito, como ciudadano, dar algunas ideas que faciliten encaminar el país por la senda del desarrollo, a saber:

En el Congreso de la República, los señores congresistas, deben dedicarse a:

  1. La tarea de reinventarse, reduciendo el número de congresistas a la mitad, disminuyendo porcentualmente los representantes y senadores por departamento.
  2. Legislar con responsabilidad reglamentando el tema de la cadena perpetua para violadores.
  3. Legislar con dureza contra el feminicidio, victimarios que con seguridad merecen cadena perpetua, y el homicidio en general.
  4. Legislar claramente para que las cárceles, sean verdaderos centros de reclusión, Condenas en reclusiones normales sin excepción

No utilización de celulares en las cárceles, No a privilegios a los condenados

con disciplina.

  1. Los funcionarios públicos corruptos no deben tener beneficios de casa por cárcel, ni lugares especiales de reclusión.
  2. Pagar a los congresistas como eran anteriormente, únicamente en el periodo de sesiones ordinarias o extraordinarias.
  3. Abolir carros y disminuir número de trabajadores de las UTL.

En el ejecutivo, se debe estudiar una reducción de la burocracia, fusionando empresas, entidades y facilitando la vida ciudadana, con menos trabas para estar en la legalidad.

En el sector empresarial debemos ser cuidadosos. Tenemos culpas, debemos ser vigilantes y evitar dar dádivas al funcionario público para obtener un contrato, y que este no las solicite, porque esa es la fuente de erosión del patrimonio público. Con control y vigilancia previa evitaríamos muchas reformas tributarias.

No olvidar que la despensa de Colombia está en el campo. Si dedicamos un poco de la acción estatal a fortalecer educación, salud, vivienda y siembras, con seguridad habrá trabajo, y si contamos con aplicación pronta de justicia y alcaldes preparados, la vida en los municipios será agradable y llena de bienestar.

Pero es prioritario que la gente crea en los jueces, en la justicia, que sea pronta y eficaz. Posiblemente en los municipios pequeños se puede lograr ese objetivo, con jueces proactivos y ciudadanos disciplinados.

Me podría extender, pero sigo pensando que es más difícil construir que destruir; esta última se logra en minutos la otra se obtiene con perseverancia, disciplina y ganas.

Sí estoy seguro de que, respetándonos, con nuestro glorioso ejército del lado de la democracia, con policías vigilantes y con ciudadanos trabajadores, alegres y respetuosos de la ley, somo capaces de tener una mejor vida para todos y derrotar a quienes persisten en dañar y acabar con la democracia.

Escribo con dolor

Los hechos violentos sucedidos en el trascurso de esta semana (finales de abril) son terribles; se sabía de antemano que la protesta no sería pacifica, con cantos y alegría, porque si bien una buena cantidad de ciudadanos recorrió las calles de una manera pacífica arengando contra la reforma tributaria, las dificultades de la salud, la falta de trabajo, en fin, sobre todo lo que vivimos; muchos otros, como era de esperarse, tristemente, se aprovecharon de la situación para generar vandalismo, muerte, heridas, pérdidas económicas, daños a los bienes de los mismos trabajadores, porque parte de los saqueos, alborotos, y demás fueron contra el patrimonio de muchos de los que estaban allí ejerciendo, al igual que el resto, un derecho constitucional como lo es la protesta, y así y todo terminaron perjudicados en su propio patrimonio… ¡qué contradicción!

Es terrible verlos en las noticias, en los videos, entrando a los bancos, quebrando vidrios, tumbando barreras de protección, robando computadores, televisores y electrodomésticos, amenazando a los trabajadores, y estos, indefensos, solo gritan de pánico mientras los violentos disfrutan con sevicia y sádica complacencia del resultado de la destrucción.

Esta es la imagen que generamos no sólo en el ámbito nacional sino global, pues, es muy triste ver como una protesta contra el gobierno se ve desmaterializada por esos actos de violencia que nos perjudican a todos por igual, marchantes o no marchantes, adinerados o no, empresarios o trabajadores… todos somos víctimas de los atropellos.

¿Dónde estaba el señor alcalde de Medellín?, no lo sabemos, ni aun cinco días después de los paros lo he visto pronunciarse contra los vándalos y criminales que arrasaron la ciudad. ¿Es esté el verdadero representante de la ciudad, quien nos dirige y protege? Lo dudo, impávido, lo único que hace es pronunciarse por Twitter, contra el expresidente Uribe, porque requirió la presencia del ejército en las calles y solicitó suspenderlo de esa red social.

No olvidemos que la Constitución Política de Colombia, en la parte final del artículo segundo dice:

“Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares”.

Esto quiere decir que el gobierno debe acatar estrictamente este mandato, que no es un cuento, es una obligación de carácter constitucional y por ello sorprende que quien manda en la ciudad no proteja a los civiles ni a sus bienes de los actos de los delincuentes.

No es un derecho de un solo lado, si bien se permiten las manifestaciones populares, expresar oposición, como bien lo garantiza un modelo de Estado como el nuestro, no se puede permitir paralizar la ciudad en época de pandemia, no acatando las órdenes judiciales y violando cualquier precepto legal. Me dicen que no todos fueron vándalos, ¿qué tal que así hubiera sido?, estaríamos con las ciudades destruidas. Lo que ocurre y seguirá sucediendo es que las fuerzas desestabilizadoras del país lideradas por Petro, la izquierda, los grupos guerrilleros y la delincuencia se aprovechan de esa expresión de libertad para destruir la ciudad.

Encapuchados que no son capaces de poner la cara incitan a mujeres y niños a comportarse como ellos, que motivados por la locura de las masas, irrumpen sin miedo en los bienes ajenos, los desmantelan y salen corriendo; los vi en videos entrando a menores de edad empujados por sus hermanas o hermanos a una bodega, de allí los sacaron a bala y pudo haber una tragedia mayor con muertos y heridos, pero los que primero corrieron fueron los que desataron el caos y la violencia; cobardes es lo que son, deberían enfrentarse a los demás, pero con ideas, trabajando construyendo y no acabando con lo ajeno.

¿Por qué el SMAD no actuó? porque no lo dejan los fallos judiciales; ¿por qué se impide que se defienda a la ciudad y los ciudadanos? porque quieren acabar con la democracia; ¿cómo lo van a lograr? manteniéndose en paros constantes como lo ordenó Gustavo Petro desde el inicio del mandato del presidente Duque. ¿Van a ganar? Esperamos que no, para ellos empezaremos en Medellín, revocando al alcalde y desde Antioquia entera defenderemos la democracia.

Qué dolor ver cómo los delincuentes lanzaban patadas a los policías, y ellos callados, les tiraban cócteles molotov y ellos quietos. En un carro de la policía, adentro, indefensos, varios policías, fueron víctimas de la violencia, golpes, insultos y ellos impávidos. Esto no puede ser posible, que quienes tienen la obligación de acallar a los delincuentes tengan que bajar la cabeza y humillados salir en fuga, porque no pueden defender la institución y al país.

No sólo me detendré en hacer un análisis en contra de los grandes “lunares” que se presentaron en las protestas, pues debo ser consecuente con todo lo que siempre he predicado, y es que no es momento señor presidente de hablar de una reforma tributaria cuando todos los ciudadanos estamos sufriendo y tratando de sobrevivir al día a día, cuando el porcentaje de pobreza del país aumenta de manera significativa, al igual que el desempleo y muchos otros sectores sociales se ven igualmente deteriorados. Esto era muy previsible señor presidente, a tal punto que su propia bancada le dio la espalda en algún momento y así y todo usted pretende seguir con el proyecto de reforma como si nada estuviese ocurriendo. Considero que es momento de echarse atrás, de caer en cuenta del error, pero antes de que sea tarde. No soportamos más desmanes en lo social, pero tampoco más perjuicios en lo económico; hay mejores formas de solucionar estos problemas y usted mejor que nadie en Colombia debería propender por el bien de los ciudadanos y no perjudicarnos todavía más… esto que está sucediendo era absolutamente previsible.

Señor presidente, señores alcaldes y gobernadores, no pasen de agache, los ciudadanos estamos sufriendo por todos lados, virus, violencia, paros, no hay trabajo, y fuera de eso se destruye la ciudad, ¿qué nos quedará?, ¿qué futuro tendremos fuera de la súplica divina? No esperen a que los ciudadanos se defiendan ilegítimamente, para eso está el Estado que tiene el control de la fuerza y con base en esa facultad debe actuar en fundamento a su legitimidad.

Sí al ejercicio de los derechos y libertades, no, al abuso de la democracia al desorden, la violencia, la muerte.

Pesadilla

Es lo que vivimos en Medellín. Creemos que no es realidad y lamentablemente sí lo es, nos despabilamos y no lo creemos, nos pellizcamos tratando de despertar y al hacerlo nos damos cuenta de que no es un sueño y nos enfrentamos a la verdad, que sí está sucediendo. Es que perdimos el rumbo en nuestra ciudad, porque el hombre que elegimos como alcalde mintió, engañó a sus propios electores y ha venido demostrando día a día que tiene un objetivo diferente al que enunció en su campaña, no busca el interés general de la ciudad y sus habitantes, sino que tiene un interés oculto previamente concebido que nos llevará al caos y al desorden.

Volver a enumerar uno a uno los hechos que demuestran el desastre, creo que no vale la pena, basta decir que no respeta al sector empresarial antioqueño, que lo demerita, que los y nos cataloga de ladrones, corruptos, y por ende olvida la historia y a los miles de trabajadores que han pasado por esas empresas y lograron vivir bien, obtener oportunidades para establecer una familia, y así consolidar un patrimonio con vivienda, recreación, salud y oportunidades iguales para todos.

Ningún antioqueño puede decir que su creatividad, fue o ha sido coartada en el tiempo por los gobiernos que precedieron a este alcalde, y el que lo diga miente. Los ciudadanos de Medellín son creativos, nobles, trabajadores, innovadores y futuristas, porque creen y tienen la convicción de que el día siguiente será mejor que el que pasó, no se amilanan ante la adversidad y esa percepción no se puede perder, aunque una persona que se alejó de la ciudad y regresa para acabar con ella lo crea posible.

Por pretender acabar y apoderarse de la empresa insignia de Antioquia, de las demás empresas grandes y pequeñas que nos pertenecen y muchas otras cosas ya conocidas, varios líderes iniciaron desde finales del año pasado la conformación de grupos que pretendían iniciar el proceso revocatorio del alcalde y a fe que lo lograron, el 4 de enero del 2021, en la mañana, juntos, unidos por el mismo objetivo, presentaron ante la sede de la Registraduría de la ciudad de Medellín, el escrito en el que explicaban los fundamentos de la solicitud de revocatoria.

Una vez verificada la petición por el CNE, se citó a la respectiva audiencia pública, en la cual no dejaron participar a todos los que se inscribieron, pero se conocieron las razones de las partes, tanto del señor alcalde como del grupo promotor de la revocatoria. Allí empezó la dilación, la nefasta actuación en contra de la Constitución, de los derechos de los ciudadanos que pone en tela de juicio a esta institución nacional, que por todos los medios posibles pretende dilatar la entrega de formularios para las firmas y impidiendo continuar con el proceso revocatorio, con lo cual estos señores están incurriendo en graves faltas que debería conllevar a su destitución, por que no cumplen con las reglas, las leyes y menos la Constitución. Fuera con ellos.

Lo más terrible ocurrió el jueves pasado cuando, no sé con certeza a qué horas, se presentó un documento en la sede de la Registraduría de Medellín, aparentemente firmado por los cinco líderes de los grupos que promueven la revocatoria, en el que retiraban la petición de iniciar el proceso. No era sino una acción encaminada a desestabilizar el proceso y terminarlo. Afortunadamente, tal vez por milagro de Dios, un periodista conoció de esa información en las horas de la noche y al ver que se trataba de una falsedad, el Comité promotor presentó en conjunto un comunicado inmediato, realizó las denuncias pertinentes ante la fiscalía y convocó, en las horas de la tarde del viernes, una rueda de prensa. Obviamente se logró evitar el colapso del proceso revocatoria, pero sí queda claro que son muchos los enemigos de este y tendremos que estar atentos para defender la democracia y la Constitución.

Debe conocerse a través de videos quién presentó esa solicitud, quién la recibió y por qué en las horas de esa mañana estaban prestos a dictar una resolución terminando el proceso revocatorio.

Hay intereses en el tema revocatorio, la democracia permite ese proceso y por ende se debe respetar. Si pierde la petición de revocatoria se acepta, pero, que no utilicen la trampa para evitar la decisión en las urnas.

Embajadas y consulados

Son representaciones diplomáticas de un país en el exterior, y así como Colombia las tiene, los otros países también. No son pues exclusivas de Colombia, ni obedecen al capricho del gobernante de turno, se requieren como parte fundamental de la política exterior y en muchas ocasiones los encargados de ellas libran grandes batallas en la defensa del Estado, de los nacionales que vivan en ese lugar y de los negocios comerciales que se desarrollan en un país extranjero con Colombia.

La política exterior, tiene como objetivo la consolidación y fortalecimiento de las instituciones políticas, que a su vez deben responder a los cambios que se presenten. Y por ello son vitales en el adecuado desenvolvimiento de las relaciones internacionales las embajadas y los consulados.

Se busca también que se logre crecimiento económico, ser más competitivos, que se tengan igualdad de oportunidades para el país y se logre consolidar la paz, conllevando a una mejor integración regional.

A través de la embajada, se busca destacar temas en los que el país pueda demostrar su crecimiento, su capacidad de negociación y fundamentalmente defender los intereses políticos del país que represente, así pueden observar ustedes que la embajada de Colombia en Estados Unidos tiene un papel preponderante en las relaciones entre los dos países, logrando apoyos para nuestros proyectos y evitando decisiones que nos perjudiquen.

Los embajadores son pues verdaderos representantes del gobierno llevan la vocería de la política exterior y desarrollan, en mi opinión, una labor importante en la defensa del nombre de Colombia, porque además liman diferencias y evitan choques directos entre los presidentes, recayendo en el Ministerio de Relaciones exteriores esa responsabilidad de ser una especie de barrera protectora de la Presidencia de la República.

Cuántas luchas internacionales no han tenido que asumir los embajadores en el caso del problema de las drogas, en el terrorismo y en temas de derechos humanos, los tres aspectos en los que frecuentemente estamos en el ojo del huracán, y allí, nuestros embajadores defienden con ahincó nuestros derechos y el nombre de la patria.

Los consulados son importantes, realizan funciones diferentes a las embajadas, entre ellas la de renovar o expedir pasaportes y otros documentos oficiales, ayudar a las personas detenidas, suministrar información importante, asistir a los nacionales en una catástrofe o emergencia, tramitar visas y permisos a ciudadanos extranjeros y, en todo caso, atender cualquier necesidad que se le presente a un colombiano o su familia allí, dándole instrucciones o buscando la forma de solucionar el problema. Es pues una función vital para que quienes salen del país se sientan protegidos por los funcionarios del consulado en el caso que se requiera.

Entonces es claro que la embajada tiene una función vital ante el gobierno que lo acepta y los consulados son de apoyo y gestión.

Hoy Colombia tiene 63 embajadas y 105 consulados, lo que significa la importante labor política y comercial que estas realizan allí. El Ministerio de Relaciones Exteriores, que es el encargado del manejo de ellas, y de la vigilancia de su adecuada gestión, no son ruedas sueltas que hacen las cosas al vaivén de los acontecimientos, sino que cumplen un plan diseñado y estructurado, además, sus sedes están en lugares importantes, situadas en países y regiones vitales para ampliar nexos políticos y comerciales.

Es importante manifestar que la mayoría de las embajadas y consulados son ocupados por funcionarios de carrera, que han estudiado, están debidamente preparados y representan al país con grado de certeza y conocimiento.

Tal vez muchos creen que son cargos burocráticos, o que se designan a personas para que cumplan el tiempo que les falta de jubilación, o políticos desempleados que no lograron reelegirse, y creo yo que todo eso es posible, que esos casos se den, pero, contrario a lo que piensan la mayoría de las personas, esos nombramientos son pocos en comparación del número de embajadores y cónsules y no pueden afectar la realidad de lo que allí se logra en el ámbito económico y político. Al final son personas, en la mayoría de los casos, anónimas que se dedicaron toda su vida al servicio público, que han entregado su conocimiento y trabajo por el país.

Creo yo que, de todas, los ministerios, gobernaciones, alcaldías, y demás instituciones del ejecutivo, las embajadas y consulados nos dan más beneficios que problemas. Son contados los casos de corrupción o abusos de poder ya que se cuentan en los dedos de las manos. Sí sé de funcionarios que sobresalen por su trabajo y dignifican a Colombia, entre ellos podría mencionar nuestros embajadores en Estados Unidos, Brasil y China, que promueven el comercio, salen en defensa del país y realizan una extraordinaria tarea.

Por todo ello, defiendo el servicio diplomático, sus frutos y adecuada labor. Sería la última institución que modificaría y posiblemente deberían crearse más consulados.